Panorama Político Platense: ¡La educación, estúpido!

Panorama Político Platense: ¡La educación, estúpido!

La aprobación en el Senado provincial del proyecto de ley de Capitalidad para La Plata fue sin dudas el hecho político más importante de la semana en la Ciudad, y ahora las miradas van hacia Diputados. En estos días posiblemente haya señales sobre lo que será el Presupuesto 2021. La apertura sigue a toda máquina mientras los casos de coronavirus continúan a la baja. Hoy debatimos educación como tema de fondo.

Por: Fabricio Moschettoni.

Con sol y unos 27° la ciudad invita este domingo a pasear e interactuar con eventos artísticos y gastronómicos en la zona de 51 entre 1 y 6. La actividad se enmarca en celebraciones por el Día Mundial del Urbanismo, un criterio ambientalista que pretende cambiar la cultura ciudadana desalentando el uso de automóviles e impulsando la utilización de bicicletas, caminar, usar monopatines eléctricos y otros medios sanos. Se pensó desde la secretaria de Planeamiento con los parámetros del Plan Estratégico La Plata 2030 e interactúan otras áreas como Convivencia, Cultura y Espacios Públicos.

Este evento puede entenderse, además, como los pequeños premios que se van colocando a modo de incentivo en el camino hacia metas importantes. Por lo general es un criterio interesante que permite avanzar cuando las cosas se van haciendo bien en una dirección, y la ciudad trabajó correctamente el marco preventivo durante esta pandemia de coronavirus, hecho verificado en la disminución de casos de más de un 60% en casi diez semanas. 

En el marco de las reaperturas y propuestas atractivas se había pautado para este lunes a las 14 una importante reunión de sectores del turismo, los gastronómicos y demás con el intendente Julio Garro, en una actividad que fue articulando pacientemente el Ente Municipal para la actividad Turística (EMATUR) que lidera Daniel Loyola, pero finalmente la misma será el miércoles y ese traslado se debió a la celebración del Día del Empleado Municipal. Antes de la pandemia, el ente turístico estaba pensando muy buenos lineamientos con el aporte del sector privado y áreas municipales como Producción y Cultura para despertar en la Ciudad una alternativa turística destinada a conquistar la región AMBA, hecho que ahora se revaloriza dado que las nuevas pautas muestran un mercado potencial que hay que encontrar dentro de los más de 15 millones de habitantes que viven sobre 13.285 kilómetros cuadrados. Se puede afirmar que es la primera vez que La Plata está pensando en términos estratégicos al turismo como un atractor sólido que engordará sus arcas presupuestarias.

En tanto, la Comuna está preparando cuidadosamente una importante cantidad de actividades muy novedosas para el festejo del aniversario de La Plata el 19 de noviembre. Solo se puede adelantar que las mismas serán a lo largo de varios días y habrá sorpresas fuertes en el marco de la realidad pandémica.

Capitalidad y Presupuesto

En cuanto a recursos hay que destacar que la semana tuvo un hecho político para festejar porque el proyecto de Ley de Capitalidad logró su aprobación en el Senado bonaerense, en donde hubo un trabajo acertado del senador de JxC Juan Pablo Allan quien junto a la también platense Florencia Barcia van sosteniendo en ese recinto algunas posiciones emblemáticas para la Ciudad. Ahora queda que Diputados le otorgue la aprobación final.

Los lectores de esta columna conocen con exactitud de qué se trata la Capitalidad porque fue un tema recurrente en diferentes años y nunca logró saldarse. Brevemente se puede explicar diciendo que es una Tasa representada por una partida que el Estado provincial debe abonar a la Municipalidad por la utilización de su espacio. En la actualidad, la Provincia le debe a la ciudad en ese concepto más de $ 1.200 millones, o sea el equivalente a 48 jardines de infantes inteligentes, o sea que funcionen con energía solar e interconexión de avanzada.

Cabe mencionar en este punto que en el pasado hubo referentes que trabajaron muy bien la temática, como por ejemplo el ex concejal del Frente Renovador, José Arteaga, actual titular de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte. Por su insistencia, y la de otros tantos, se fue generando una conciencia que hoy permiten dar la gran batalla por un derecho fundamental.

Lamentablemente la noticia tuvo un lado para cuestionar debido a que el senador kirchnerista Omar Plaini se abstuvo argumentando disciplina partidaria. Argentina lleva 38 años de democracia ininterrumpida y los partidos políticos tienen que entender que sus representantes deben actuar en determinados temas en acuerdo con su conciencia. La actitud del legislador se enmarca en una batería de ataques del kirchnerismo a los platenses representados por el intento de provincializar la República de los Niños y cambiarle su nombre, o el injustificado reclamo por la propiedad del Teatro del Lago, queriendo desconocer una ley provincial con una simple resolución interna de una cartera ministerial.

Siguiendo por el camino de los recursos públicos, hay alguna posibilidad que avanzada la semana el área presupuestaria de la Comuna deje trascender algunos lineamientos del Presupuesto local para el año próximo, cuyo abordaje viene retrasado porque todavía no se trató la Ley de Presupuesto de la Provincia y la Impositiva, ambas ingresadas recién este viernes a la Legislatura.

Apertura de escuelas

La necesidad de abrir las escuelas después de un año clausuradas por la pandemia es urgente. En ese sentido se está generando un movimiento muy fuerte de docentes y padres que se llama “Aula Abierta”, que está conformado por ciudadanas y ciudadanos que consideran al coronavirus como una realidad, que saben que el riesgo cero no existe, pero creen que las aulas vacías profundizan la desigualdad.

También hay recomendaciones de pediatras, psicólogos y psicopedagogos que están planteando que se van a generar trastornos muy severos en las conductas de niñas y niños si continúa la inexplicable postura de seguir con escuelas cerradas.

Tolosa Paz entre clubes barriales y la tradicional “mesaza”

La concejal y titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, estuvo recorriendo obras en el Club Platense a la vez que participó de la gran mesa televisiva que acompañó a los argentinos por 52 años con Mirtha Legrand, en esta oportunidad reemplazada de manera sobresaliente por su nieta, Juana Viale. 

“La caída provocada por la pandemia le duele a todos. A quienes están un poco mejor les restringe posibilidad de desarrollo, pero a quienes están en la base de la pirámide los deja al borde de la subsistencia y ahí el gobierno estuvo con una batería inédita de medidas”, dejó entre sus definiciones la referente platense.  

Los Hornos: tomas y obras

La semana que pasó tuvo otro capítulo con las tomas de tierra, y el intendente Garro aprovechó la pantalla del canal América para pedirle nuevamente a la justicia federal que actúe en el caso de Los Hornos, y dijo que la Universidad Nacional de La Plata le dio un informe en donde afirman que con una cuarta parte de la lluvia caída el 2 de abril del 2013 ese lugar podría inundarse con 1.80 metros de agua. Asimismo, le volvió a solicitar al gobierno provincial y nacional actuar de manera urgente.

Mientras tanto se pudieron reactivar las obras de construcción del retén hídrico de 137 y 72 tras el desalojo del predio, y es una noticia destacada para los vecinos no solo de Los Hornos sino también de Parque Castelli.

Debatimos educación

El domingo pasado propuse una serie de preguntas sobre educación para ir formulándonos una idea y encontrar temas de interés más allá de la agenda diaria que siempre profundizo. Esta región está poblada por un millón de personas por lo que hay temáticas que tenemos que abordar obligatoriamente debido al peso que se representa en términos de país.

El universo, la tierra, el país, la ciudad, la cuadra, el barrio, nuestro metro cuadrado tienen relación, interactúan. Todo es parte de una misma cosa, y en el medio nosotros, los humanos, que estamos juntos pero cada uno en su lugar. ¿Por qué entonces hay naciones que presentan índices de calidad muy superiores a otras que por el contrario no dejan de salir de la mediocridad?. La respuesta está en ver qué se hizo en cada país por parte de sus miembros, y cómo una sociedad se puede mirar en el retrovisor, y además como se ve en ese espejo cada integrante. ¿Nos animamos a una autoevaluación?.

El viernes terminaba un trabajo para otra disciplina vinculado con un estudio de la estructura económica de Australia en las últimas tres décadas, y en el medio del recorrido empecé a analizar los datos que provee el Informe de Competitividad Global del World Economic Forum, y específicamente cómo está cada país en un año determinado en comparación con el anterior. Allí encuentro algunas de las explicaciones sobre por qué Australia estuvo durante el 2019 en un robusto puesto 16, y no puedo más que asociarlo a su interesante cuadro macroeconómico, estabilidad política, entre otras cuestiones. En el mismo informe, Argentina se encuentra en el puesto 83, con indicadores como la confianza, el sistema financiero, la percepción a futuro del empresariado, y la inestabilidad política arrojando resultados negativos a excepción de uno clave, la educación, que en 2019 se mostraba que la media de años de escolaridad aumento 13%. (World Economic Forum. 2020)

Un país para crecer necesita tener una visión, como toda organización, y desde allí empezar a tejer los mecanismos como para que ella se vaya concretando en la realidad. Pero primero está la visión, sin visión no hay futuro, no hay nada.

Australia hace treinta años tuvo una visión en donde está claro que apuntaba a ser una nación con mayor calidad de vida para su gente. Y cito ese país porque habitualmente nos gusta compararnos ya que encontramos algunas coincidencias de estructura económica y geográfica.

Pero retomo el tema nuestro de la educación sin desprenderme del caso australiano. En este marco para buscar más datos estaba mirando una conferencia sobre administración estratégica organizada por la carrera de Administración de la Universidad de Buenos Aires, y en un momento escucho a Roberto Sauvirón, ex CEO de Despegar y actual titular, entre otros proyectos, de la Fundación Argentinos por la Educación (UBA.2020). Él hace algunos planteos interesantes enfocando a la posibilidad del país de encontrar talentos, pero es ahí en donde puntualiza en temas educativos con datos que nos tienen que hacer despertar definitivamente, y que esa luz de esperanza con la recuperación de años de escolaridad que se había formulado hace un tiempo atrás se vuelva a encender. De cada cien niñas y niños que comenzaron el secundario entre 2013 y 2018 apenas 64 llegan al final en el tiempo esperado. Ese es el dato que hace mucho tiempo me genera demasiado ruido, y es clave para entender el fracaso que estamos teniendo.

La verdad es que en algunas disciplinas públicas Argentina no ha tenido tantos problemas de inversión, sino que el tema está en cómo se utilizan los recursos, o sea de qué manera se emplean. Eso lo vemos en el área de la salud del mismo modo que en educación.

Entre 1998 y 2018, según datos de “Argentinos por la Educación” (Argentinos por la educación. 2020), en el nivel primario estatal había 11.5 alumnos por cargo docente, y en el nivel primario privado se registraban 14.6 alumnos por cargo docente. O sea, en el sector público hubo 11 alumnos por cada maestro y en el privado había 15. Sin embargo, claramente el sector privado arroja mejores promedios que el sector público en calidad educativa, y eso se demuestra al ver también como en la última década creció 30% la cantidad de alumnos entre privados al tiempo de registrarse una disminución en el sistema público, o sea que hay una migración evidente de un ámbito a otro siempre teniendo en cuenta el bolsillo de la gente.

Pero bien, en ese casi 40% de deserción del sector medio quería poner foco, porque ahí tenemos un problema que explica otras conductas sociales como mayor índice de delincuencia, crecimiento de las adicciones, exclusión, falta de oportunidades en el mundo laboral, aumento de la violencia intrafamiliar, y otros factores.

Ese porcentaje altísimo se está dando sobre todo en hogares de bajos recursos, y es ahí en donde el Estado tiene que colocar la mayor energía para frenar la sangría y empezar a hacer una reversión de la situación.

La deserción se debe a falta de incentivos en las familias, desintegración del grupo familiar, desinterés, desempleo o condiciones de pobreza.

Argentina debe abandonar esa postura dogmática que viene de hace décadas en querer sostener una supuesta gratuidad en la enseñanza universitaria cuando tenemos una tragedia en la educación media. Decimos que contamos con universidades públicas para todos y nos mentimos, porque termina siendo una cuestión elitista. Apenas un puñado logra acceder a la universidad que paga el presupuesto público porque la enorme mayoría se queda en el camino y ni siquiera entra a sus edificios. Sobre este tema profundizo más adelante.

Ese marco de situación se agrava porque no hay una presión social que le haga entender a la política en general que la educación tiene que ser una prioridad. O sea que acá hay responsabilidades compartidas entre quienes nos gobiernan y todos nosotros, los gobernados.

Por ejemplo, en la última elección presidencial de los seis candidatos, cuatro se comprometieron a presentar un proyecto educativo: Mauricio Macri, José Luis Espert, Roberto Lavagna, y Juan Gómez Centurión, en tanto que el actual presidente Alberto Fernández y Nicolás del Caño no aceptaron hacerlo.

Australia un día decidió tener una visión de país, estableció metas y absolutamente todos tocaron en esa orquesta con la misma partitura. Pasaron directores socialdemócratas, liberales y conservadores, pero la armonía musical fue la misma. 

Hay que ser disruptivos, y en esa idea voy a golpear una y otra vez. Hay que romper modelos, hay que crear nuevos paradigmas y convencer a cada habitante de ser protagonistas de ese cambio. 

Es necesario refundar el sistema educativo, hacer converger perfectamente entre lo público y lo privado, conseguir que cada peso destinado por alumno en la  gestión estatal valga la pena (hoy la inversión por alumno es de $ 9.500 en la estatal contra $ 6.500 de alguna opción privada de mucha calidad), terminar con la burocracia y la enormes cantidad de designaciones antojadizas (políticas y sindicales) y apuntar a la efectividad, terminar con el sindicalismo obstruccionista y parasitario que no deja que la educación se consolide y que no sirven para nada. Hay que sintetizar el número de sindicatos, no puede haber cuatro o cinco para lo mismo porque eso es demencial. Hay que transparentar el sistema de subsidios que hace el sector público a la educación privada para que no se maneje de manera política y direccionada.

El Estado tiene que apuntar a bajar la deserción en la educación secundaria. Las escuelas tienen que ser un lugar agradable para estudiar, con otra estética, más inclusivas en todo sentido. En las escuelas no puede seguir existiendo ese rol de gran comedor, sino que la asistencia social se debe genera en modo paralelo, que se constituya más integral, que proteja al niño y su familia que está pasando por un mal momento y no que se los estigmatice todo el tiempo, hay que lograr más dignidad.

No puede ser que hasta el año 2015 en La Plata se utilizaba 0 peso del Fondo Educativo en mantener y construir escuelas y jardines de infantes, mientras que ese dinero se desviaba para pagar artistas que actuaban en festivales masivos. Eso fue inmoral, y representó parte de una conducta de gobernantes caudillos que tuvieron a la gente distraída y le daban circo porque temían que algún día empezaran a pensar y hacer valer sus derechos ciudadanos. Eso es lo que no tiene que pasar más, nunca más. En los últimos años por decisión del intendente Garro se hicieron 12 edificios nuevos para que los chicos puedan estudiar mejor por la desplanificación histórica. También se levantaron cien aulas nuevas beneficiando a más de tres mil alumnos. Y se agrega como listado de hechos más de 120 escuelas puestas en valor, más de 250 aulas ya existentes que se acondicionaron, y más de 30 escuelas que se hicieron baños accesibles para alumnos con capacidades diferentes. (Fondo de Financiamiento Educativo. 2020).

Cuando hablo de ser disruptivo, de pensar en romper las reglas arcaicas y crear nuevas me refiero al Estado innovando como por ejemplo en La Plata con el Jardín de Infantes N° 14 en el que la Municipalidad invertirá 25 millones de pesos y se inaugurará en abril próximo. Está ubicado en 421 y 5, y la novedad es que será sustentable, ambiental y tendrá una combinación perfecta de tecnología, consumo equilibrado de energía, colectores solares para calentar agua y una serie de cuestiones de alta ingeniería.

Y en el gran paquete del sistema educativo también es preciso rediscutir la educación pública universitaria. Animarse a replantearla es romper el negocio de algunos vivos que la manejan y mezclan comité y unidad básica con planificación educativa. Además, quien se reciba en ella debe tener un compromiso mayor, hay que pensarla cíclica, en donde un egresado aporte para sustentarla con parte de los ingresos brutos que generará ejerciendo su profesión por la educación que recibió. Es necesario generar egresados universitarios más solidarios. Se tiene que terminar esa utilización política costosa, burocrática e inviable que se pensó hace cien años para otro momento y otras demandas. En la universidad no se debe hacer política partidaria. Basta de proteger a un status quo que liquidó sueños.

También hay que pensar en oficios, en carreras terciarias cortas en donde el estudiante se pueda recibir y tener una salida laboral, y seguir estudiando si lo prefiere para capacitarse y conseguir con esa base un título universitario.

El país necesita innovar, hay que repensarlo transformando el sistema educativo. Modernizarlo. Necesitamos más talentos, más líderes. La economía del futuro no será de grandes industrias con chimeneas ni estará signada por los abundantes recursos naturales únicamente, sino que el capital humano con sus talentos serán la diferencia entre países ricos y países pobres, entre comunidades felices y otras infelices.

La tabla anual de Competitividad Global nos debe tener más cerca del primer lugar que del 141. 

Seguimos pensando juntos.

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