La paritaria 2021 de Sanidad vuelve al punto de conflicto

La paritaria 2021 de Sanidad vuelve al punto de conflicto

Termina la conciliación obligatoria el jueves y el gremio ya anunció que vuelve al paro. Las voces sindicales del sector esencial remarcan que la pretensión de sellar un acuerdo, con piso en el 43%, no puede ser considerada "ni descabellada ni sorpresiva". Recordaron que esta negociación comprende a "trabajadores claves en la atención de la salud en pandemia".

 

Se abre una semana decisiva para los trabajadores del gremio de Sanidad respecto a su paritaria 2021. El jueves vence la conciliación obligatoria dispuesta por la cartera laboral al mando de Claudio Moroni y la Federación de Trabajadores de la Sanidad (Fatsa) ya anunció un paro de 4 horas por turno para el viernes.

La decisión de la medida de fuerza está tomada y tiene el aval de los trabajadores de la salud, según lo ratificó Héctor Daer, titular de ATSA y cosecretario general de la CGT a BAE Negocios. "Lo concreto es que vamos rumbo al paro", resumió el sindicalista.

El escenario ofrece un conflicto tripartito, el cual como ya informó este diario en la puja de mejoras del año pasado, tiene tres vértices claves: el sindical, el empresario y el propio Gobierno, no sólo para monitorear la discusión paritaria.

También en esta mesa la pauta salarial del 40%, como piso, es un número a tener en cuenta.

Fatsa y ATSA pretenden firmar por no menos del 43% o 45%. Además de la corrosión salarial inflacionaria, sustentan la solicitud por la intensidad de labor que han tenido desde marzo de 2020 por la pandemia. Se traduce en una frase que ya es marca registrada: "Nunca trabajamos tanto y cobramos tan poco", que también fue eje de la resolución de la paritaria 2020.

"Que busquen fondos" 

Las organizaciones sindicales, a la espera de una oferta concreta, semblantearon en un comunicado que "los empresarios tiene la obligación de pagarnos lo que nos correponde y si no tienen los recursos, que los vayan a buscar".

Desde hace varias jornadas en el ministerio de Trabajo remarcaban a este diario que "para el ministro Moroni y todo su equipo una resolución satisfactoria de este convenio de salario es prioridad", incluso cuando se suspendió la audiencia convocada con empresarios y gremios.

El Gobierno aduce que también debió abocarse a solucionar los inconvenientes de financiamiento de clínicas y sanatorios, agravados por la crisis que trajo la pandemia. La tesitura de los empleadores es que impedidos de incrementar los aranceles de sus prestaciones no poseen recursos para aumento de sueldos.

Bajo la mirada gremial hay dos cuestiones para tener en cuenta: por un lado reconocen que en esta negociación Moroni deja sus mejores esfuerzos para lograr que se plasme lo declamado en cuanto a paritarias que no sean pulverizadas por la inflación; y, vinculado a esto, que el sector privado desarrolla su estrategia para lograr también alguna ventaja ostensible para sus economías.

Resaltan además que la pretensión del número para sellar un acuerdo no puede ser considerado "ni descabellado ni sorpresivo" ya que vienen manifestando que al compás de otros pactos paritarios en este caso se trata de, "un sector clave en la atención de la salud en pandemia no puede firmar por menos del 43%".

Dentro de esa tónica el comunicado por el cual se decretaba la medida de fuerza que tendrá lugar el viernes expresaba sin lugar a segundas interpretaciones que "no se aceptan más dilaciones ni demoras, ya que los salarios del sector se encuentran vencidos y se han depreciado considerablemente por la inflación".

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