Las negociaciones paritarias entre los representantes de la Federación de Trabajadores de Industrias de Alimentación y la Federación de Industrias de Productos Alimenticios y Afines, concluyó con un acuerdo que busca una retribución a las trabajadoras y trabajadores del sector en el corto plazo.

Desde el sector gremial reclamaron que  los salarios se actualicen en función de la pérdida de poder adquisitivo resultante de la inflación del último año y que se compense el sacrificio que realizan los trabajadores alimenticios que fueron exceptuados de cumplir el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio decretado por el Ejecutivo.

Por su parte, los representantes de la patronal argumentaron con fundamentos que hay muchas pequeñas y medianas empresas que no pueden afrontar un aumento de salarios en medio de la crisis y que para muchas, la obligación de subir los salarios sería una condena de cierre.

A pesar de que la negociación no fue la esperada,  los paritarios de Alimentación se mostraron aliviados por lograr poner dinero en el bolsillo de los trabajadores en el corto plazo y poder retomar las negociaciones en dos meses.

El acuerdo posible

El  aumento salarial alcanzado por la FTIA beneficiará a los trabajadores alimenticios con un bono no remunerativo de $ 6.000  a cobrar por única vez en el mes de julio.

En el mes de agosto habrá un incremento de los básicos del 6%, y en el mes de septiembre se sumará un 0,5% más a los salarios.

El punto positivo del acuerdo, es que el 22 de septiembre del 2020 el sector empresario tendrá la obligación de sentarse nuevamente a conversar sobre los salarios de las trabajadoras y trabajadores de Alimentación.

La FTIA cerró las paritarias de Alimentación

De esto modo, el acuerdo conseguido por la FTIA, puede considerarse una paritaria corta que viene a resolver la urgencia de actualizar los salarios y plantear una nueva negociación en dos meses.

La paritaria corta es toda un novedad en el marco de las negociaciones salariales en el contexto de crisis en el que muchos sectores directamente suspendieron las paritarias.

Paritarias condicionadas

Las paritarias de este año fueron muy complicadas para todos los sectores.

Según un informe del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU-UIA) publicado días atrás, sólo en el mes de abril se perdieron más de 9.000 empleos formales.

Los registros actualizados al mes de abril, revelan una acumulación de empleos destruidos desde el inicio de la pandemia de coronavirus de casi 175.000 puestos privados.

STIA Buenos Aires informó sobre las paritarias 2020

El presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios, y representante empresario en las negociaciones paritarias, Daniel Funes de Rioja, argumentó a los medios que, «pese a que se trata de un sector esencial, hay plantas con apenas el 50% de actividad».

Además, Funes de Rioja informó que  “en esas mismas empresas o en otras, las líneas de producción están al 20 o 30%” e inclusive “algunas cierran porque no tienen volumen de producción. “La gente está consumiendo los productos esenciales, es decir, los de la canasta básica”, explicó.

Con empresas bajo riesgo de cierre, la recomposición salarial parece una utopía para la mayoría, donde el escenario está dominado por atrasos en los pagos, rebajas salariales, acuerdo por bonos en reemplazo de paritarias  y negociaciones con casi todos los sindicatos para suspender trabajadores.

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Pocos sectores negocian paritarias

La crisis que golpea al entramado productivo y comercial es tan grave, que sólo aceiteros pudo alcanzar un acuerdo salarial positivo en relación con el  aumento inflacionario.

El gremio de aceiteros logró un acuerdo para aumentas los salarios en un 25%.

Sin embrago, dicho acuerdo fue resuelto antes del impacto de la pandemia, en el mes de abril, y beneficia a unos pocos trabajadores de un sector ligado a la exportación de bienes básicos dolarizados.

El alcance de la crisis económica puede caracterizarlo el caso de Comercio, el sindicato más numeroso de la Argentina, que registra en la actualidad que el 80% de los trabajadores está sin tareas.

En situación similar, se encuentra uno de los sectores “no esenciales” más castigados, el de la construcción.

Desde la UOCRA, descartaron  reclamar aumentos salarial en momentos en que, según estimó la cámara, “hasta mayo se han perdido 150.000 empleos directos registrados en un año, con una caída del 40% interanual”.