Pese a revisión de la meta con el FMI, advierten por una "manta corta" que impactará en la actividad

Pese a revisión de la meta con el FMI, advierten por una

Analistas destacan que la flexibilización de las metas "no garantiza mejoras en las expectativas económicas", con foco especial en el nivel de reservas.

Por Andrés Randazzo

Mientras avanzan las negociaciones entre el Gobierno y el FMI para flexibilizar las metas del acuerdo, y no se descartan posibles anuncios al respecto este mismo lunes, un informe privado analizó el impacto que esta revisión puede tener en la economía argentina.

De acuerdo a un estudio del IERAL de la Fundación Mediterránea, las nuevas metas “no garantizan mejora en las expectativas económicas”. Al ahondar, sobre todo, en las reservas, sostienen que la “manta corta” puede impactar en el nivel de actividad económica, “por falta de insumos y partes”.

Al respecto, el informe destacó que mientras en el primer bimestre de 2022 “la liquidación de exportaciones de CIARACEC alcanzó a 4,94 mil millones de dólares corrientes, en igual período de 2023 el ingreso de divisas por este canal se achicó a 1,57 mil millones, una merma de casi 3,4 mil millones de dólares, atribuible al cambio de estacionalidad que disparó el ‘dólar soja’”.

“Aun cuando la Argentina no tenga que cumplir al pie de la letra lo inicialmente comprometido en materia de acumulación de reservas, las expectativas de los agentes económicos seguirán afectadas por la fragilidad del balance del Banco Central, con activos externos que se contraen y pasivos en moneda local que se expanden a toda velocidad”, subrayó.

En ese sentido, desde IERAL aseguraron que “la ‘manta corta’ seguirá restringiendo las autorizaciones a importar y, por ende, afectando la marcha del nivel de actividad por la falta de insumos y partes”. “Hacia fin de 2022 habíamos estimado que las importaciones no energéticas de 2023 podían estar cayendo un 10 % interanual, y todas las novedades ocurridas en los últimos dos meses no alcanzan para modificar ese escenario, que obviamente conlleva un marcado ajuste del nivel de actividad”.

A la espera de datos oficiales sobre los nuevos lineamientos del programa acordado con el FMI, el estudio estimó que el relajamiento de las metas de reservas habrá de evitar ‘incumplimientos’ en este plano para el momento de la revisión del primer trimestre. “Sin embargo, este hecho puntual difícilmente permita ampliar el horizonte para la toma de decisiones económicas en este año electoral. Los desequilibrios externos de la economía son un reflejo de los desajustes de la macro, y lo que se ha observado en los últimos trimestres es más bien una búsqueda de financiamiento, pero no de corrección, de esas inconsistencias”, remarcó el estudio.

“En 2023, no sólo se sufrirá una merma posiblemente superior a los 13,0 mil millones de dólares en la cosecha agrícola por factores climáticos; habrá saldo negativo en las operaciones crediticias con los organismos mientras que, en préstamos comerciales externos, no podrán repetirse los guarismos de 2022, más allá de lo que pueda lograrse en las negociaciones con China y Brasil”, agregaron desde IERAL.

“Para este año, el hecho que el FMI acepte relajar las metas de reservas no aporta demasiado a las expectativas. Los números del sector externo son tan ajustados, que aun cuando la meta de acumulación de reservas sea sólo testimonial, de todos modos, no habrá divisas suficientes para financiar importaciones del nivel de las registradas en 2022. La falta de insumos y partes ya comenzó a afectar el funcionamiento de las actividades productivas y no hay como evitar que este fenómeno domine el escenario de 2023”, concluyó el informe.

Proyecciones

Al analizar cómo puede evolucionar el nivel de actividad este año, luego de que el EMAE registrara un crecimiento anual del 5,2% en 2022, las consultoras que participan del REM proyectaron una variación real del PBI del 0%, reduciendo su pronóstico respecto al valor contemplado en el relevamiento previo en 0,5 p.p.

En ese escenario, el Índice General de Actividad que elabora la consultora Orlando Ferreres registró en enero un crecimiento de 1,8% anual y una contracción de 1,2% en la medición desestacionalizada frente a diciembre. “Vale aclarar que la medición de los dos primeros meses del año está sujeta a una volatilidad mayor a la del resto del año, por lo que la baja del primer mes no resulta representativa de la tendencia que anticipamos para el resto del año, que es el de una actividad con tendencia levemente negativa”, destacaron desde la firma.

Por su parte, desde Ecolatina señalaron que “uno de los principales factores que impactará negativamente sobre el PBI será la caída en los volúmenes de producción agrícola producto de la sequía y las heladas (tempranas y tardías)”.

“Además, se mantendrá el esquema de administración de las escasas divisas, donde continuarán los controles a las importaciones (o incluso aumentarían), poniéndole un límite a la expansión potencial de la producción y del consumo, vía complicaciones en el abastecimiento de insumos y bienes finales”, detallaron desde la firma.

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