El plan de Alberto para descristinizarse y los poderes de la misteriosa cinta roja

El plan de Alberto para descristinizarse y los poderes de la misteriosa cinta roja

Alberto Fernández ayer cumplió 62 años. Tiene 15 kilos de más desde que asumió y un notorio desgaste en su estética. Luego de un año y medio de gestión, el poder le pasa la cuenta. Pero AF alienta un sueño. Volvió a mirar la cinta roja que luce en la muñeca izquierda, junto al reloj (foto) y piensa que aún tiene posibilidades de ser reelegido por otro período. Pero antes, debe romper el vidrio grueso de la burbuja K. Sabe que Cristina de Kirchner y Mauricio Macri volvieron a la arena para intentar arrastrar un país hacia el reducido núcleo que representan. Ambos son dueños de sus minorías, en cambio la ciudadanía está esperando un cambio que la saque de la pesadumbre económica.

Aunque el desgaste es grande, el Presidente tiene posibilidades de escapar del cepo que le ha construido su socia polìtica, que virtualmente le ha copado el gobierno ocupando casilleros claves con sus generales de La Cámpora. Los gobernadores son los que más desean que Alberto vuelva a empuñar la lapicera como legítimo dueño. Le temen al efecto negativo de la imagen de CFK en el electorado del interior. El haber asumido como presidente del PJ, le da la llave para emprender  un camino hacia la moderación, alentando políticas progresistas, pero de centro orientadas hacia la clase media..La pandemia y el largo confinamiento tuvieron efectos devastadores en la sociedad argentina. No sólo cayeron en la pobreza más de tres millones de personas, dejando al 42% de las personas en esa situación. También se le complicó, y mucho, la situación para millones de personas que integran la clase media. La caída de ingresos y la elevada inflación provocan que ese segmento de la sociedad en buena medida se haya transformado en una suerte de sector empobrecido o más coloquialmente “venido a menos”.

En un año electoral y después del envión que le dio Sergio Massa a la coalición gobernante con la suba del tope al impuesto a las ganancias, AF puede aún rescatarse. Retomar su tarea específica de capitán del barco, como cuando arrancó la pandemia y su aceptación escaló a niveles históricos.Las primeras espadas de la Casa Rosada se aferran a un dato clave: AF sigue siendo el dirigente que mejor mide de los cuatro o cinco que integran la primera línea del Frente de Todos. Tiene la imagen negativa más baja. Apoyado en esos números, el jefe de Estado se prepara para tomar ímpetu. La idea es poner una pata firme en la provincia de Buenos Aires rumbo a las elecciones legislativas.Los albertistas comentan que  "Alberto va a liderar la campaña bonaerense, ya que mide más que el gobernador Axel Kicillof".

La jugada es riesgosa, pero si el oficialismo triunfa en ese territorio donde Cristina tiene su base electoral, el domingo mostrarán ese resultado y dirán que Alberto ganó la elección nacional. El plan ya está pergeñado. Lo que empezará a verse en las próximas semanas es la disputa por la paternidad de un triunfo que los peronistas consideran probable.

"Si ganamos en octubre, Alberto va a decir que ya son dos las elecciones en que triunfó y se va a parar en ese resultado para hacerse fuerte", analizó uno de los funcionarios cercano al Presidente.

Más vacunas y los signos de recuperación económica serán además las llaves de la nueva estrategia. La llegada de dosis empezó a tomar ritmo en las últimas semanas y en la Casa Rosada creen que el objetivo de un vacunado por familia para octubre es alcanzable.

En cuanto al rebote económico, ya se siente en industria, campo y construcción. El comercio sigue muy castigado y con la segunda ola difícil que mejore. La cuenta es vidriosa, pero aún los economistas de Cambiemos reconocen que este año habrá un rebote de 5 a 7 puntos del producto, después del naufragio del 2020.

No obstante, para los observadores políticos, la discusión es interna y es por el alto mando en el 2023. "Si no hay reelección para Alberto, estamos muertos y el próximo presidente es Larreta", sintetizan en la Casa Rosada. Tiene su lógica: si el Gobierno llegó a tal nivel de fracaso que el Presidente no puede reelegir. La jugada de reemplazarlo por otro candidato oficial y retener el poder, asoma complicadísima. Para esa travesía, el Presidente encuentra como aliados a gobernadores y un grupo de intendentes importantes del Conurbano. También la presidencia del PJ va a jugar un papel importante.

El acuerdo con el FMI es otro dato a tener en cuenta. Pese a los dardos envenenados que mandaron desde el oficialismo, sin acuerdo con el Fondo no hay futuro, reflexionan en el área económica."Se va a terminar consensuando y se alinearán los planetas", aclaró una fuente confiable.

En cuanto a la aparición de cintas rojas en en la conferencia de prensa que brindaron el domingo el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, dieron mucho que hablar."Exijo una explicación no conspirativa de esto", comentó un usuario de Twitter en un posteo que se hizo viral. A eso se sumó la imagen del presidente Alberto Fernández en la entrevista que brindó al canal C5N, también con la cinta roja puesta.

¿El mandatario y sus ministros son parte de algún tipo de secta exclusiva cuyos miembros se identifican mutuamente mediante el uso de ese accesorio? ¿Se trata de una forma se reivindicar disimuladamente a la Mazorca de Rosas?. Los enigmas que se barajaron fueron de diferente tenor. Pero en verdad hay otra explicación, que parte de lo que relató alguna vez el propio jefe de Estado.

Fue cuando en agosto de 2019 brindó una charla en el Malba organizada por el Grupo Clarín y contó la anécdota de por qué lleva la cinta roja.

"Hace unos tres o cuatro años estaba en un acto en Villa Lugano. Cuando terminé de hablar bajé del escenario y había un grupo de vecinos. Entonces les dije 'tengo un dolor de cabeza...', y una señora me respondió: 'Tenés mal de ojos'", relató.

Entonces, Fernández dijo que al poco tiempo "volvió la señora con una cintita y me dijo 'ponete la cintita que así te vamos a resolver el mal de ojos'".

"La verdad es que detesto la cintita -agregó el actual mandatario-, pero a ver si tiene razón la señora. Así que ahí sigue".

Al parecer, Cafiero y Vizzotti decidieron seguir la costumbre del Presidente y también  colocaron sendas cintas rojas en sus muñecas izquierdas para ahuyentar el "mal de ojo".

De hecho, no son los únicos. Se ha visto al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y al ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, utilizando este accesorio distintivo. Por fuera del Gobierno y del país, la cinta roja fue usada por famosos como Madonna, Britney Spears, Michael Jackson, Angelina Jolie o Ashton Kutcher.

Más allá de que la idea no tenga ninguna validez científica, mucha gente le atribuye poderes especiales al uso de la cinta roja.

Estos van, según la creencia popular, desde curar el "mal de ojo" hasta bloquear las malas energías o simplemente atraer el éxito, el dinero, la suerte o la prosperidad. Alberto necesitará de todas esas propiedades para volver a repetir en el 2023.

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