Una planta de reciclado desarrolló un brazo mecatrónico para joven con parálisis

Una planta de reciclado desarrolló un brazo mecatrónico para joven con parálisis

Se trata de Junín Punto Limpio, cuya área de investigación llevó adelante el artefacto que ahora le permite a Martín Ferrer, estudiante de la UNCuyo, tener mayor autonomía.

El Área de Investigación y Desarrollo de la Planta de Reciclado Junín Punto Limpio, en la provincia de Mendoza, construyó un brazo mecatrónico para un vecino del departamento que tiene parálisis cerebral.

Martín Ferrer, de 24 años, es estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo. Desde hace un tiempo trabajaba vendiendo vinos de dos bodegas del departamento mendocino (Tierra de Barros y Santos Lugares) para poder costearse un brazo mecatrónico que le otorgara mayor independencia.

Los propietarios de la bodega y la planta de reciclado se contactaron y así comenzó un proceso que incluyó la participación de Matías Martín, técnico en impresión 3D y diplomado en gestión ambiental, quien se encargó del diseño y fabricación del brazo en la planta de reciclado, mientras que Luis Sura, técnico mecatrónico egresado del IES 9-021, estuvo a cargo de la programación del mismo.

"De este dispositivo solo existen dos en el mundo, uno en EE.UU. que tiene un nivel avanzado y con más de 10 años de desarrollo con el cual nos basamos. Como era muy excesivo el costo tomamos esa idea y con los materiales locales y lo hicimos en 10 meses", explicó a Cadena 3 Matías Martín.

El brazo mecatrónico es un elemento eléctrico al que se le anexa una cuchada y un tenedor y con un botón se genera un movimiento que levanta la comida.

Posee dos motores eléctricos que se accionan mediante un pulsador y levantan comida de una bandeja, dejándola a la altura de la boca de Martín. Esto le permite comer por sus propios medios.

A partir de la conjugación del conocimiento y valores como la solidaridad y el trabajo, fue posible alcanzar un nuevo logro que permitirá a Martín una mejor calidad de vida.

“Esto le dará independencia a Martín, sobre todo en un área donde más lo necesitaba: la alimentación. Ahora podrá hacerlo fuera de casa y le dará una mayor sociabilización. Es una persona de mucha voluntad y empeño en las cosas que desea. Ha logrado integrarse y hoy en día cursa en la facultad de agronomía. Es un paso más para seguir brindando una mejor calidad de vida”, destacó Diana, la mamá de Martín, quien también participó de la iniciativa junto al papá, Sergio.

“Estoy muy contento porque ahora no voy a depender de otras personas a la hora de alimentarme. Voy a poder salir con mis amigos y compañeros de la facultad sin tener que darle la responsabilidad a ellos de que me den de comer. Estoy feliz”, agregó.

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