Pobreza: el Gobierno admitió que la situación es “crítica” y atribuyó los altos índices a los precios de los alimentos

Pobreza: el Gobierno admitió que la situación es “crítica” y atribuyó los altos índices a los precios de los alimentos

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, remarcó la “estabilidad” con respecto a igual período del año anterior y destacó las ayudas a través de planes. Aseguró que el objetivo este año será “reconstruir el empleo”

Tras conocerse el índice de pobreza que publicó hoy el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) -42%- el Gobierno admitió que se trata de una situación “crítica”, remarcó que se mantiene “estable” con respecto al período anterior y destacó las ayudas económicas que distribuye el Ministerio de Desarrollo Social. También comparó la cifra -por la positiva- con el escandaloso 47% que marcó el primer semestre del año pasado.

Hoy se conoció que el nivel de pobreza en la Argentina ascendió al 42% en la segunda mitad del 2020, con un incremento de casi siete puntos porcentuales respecto del mismo período del 2019. Además, la indigencia se ubicó en el 10,5 por ciento, frente al 8 por ciento del mismo período del año previo.

En diálogo con Infobae, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, atribuyó la alta cifra de pobreza a la inflación y la situación “estructural”. “El problema es el precio de los alimentos. En los últimos meses hay más changas, un albañil gana entre 700 y 800 pesos por día”, señaló. Ante la consulta sobre una solución, el funcionario señaló como principales herramientas los programas de congelamiento de los valores de venta directa en los supermercados, Precios Cuidados y Precios Máximos. Y agregó: “La resolución estructural de la pobreza tiene que ver con ampliar la torta productiva, con el crecimiento y con la inversión pública y privada”, expresó.

A pesar de que consideró “crítica” la situación social en el país con el 42 por ciento de la población en la pobreza, el Ministro señaló también la “estabilidad” de la cifra con respecto al último semestre. El 2020 fue un año devastador para la economía y por la cuarentena -en sus distintos grados- llegaron a recibir el Ingreso Federal de Emergencia 11 millones de personas. Pero a medida que se retomaron las actividades por la progresiva apertura a partir de la baja de casos de coronavirus, el Gobierno eliminó el IFE.

Hoy, el Gobierno confía en mantener contenida a la masa de pobres con los planes y programas que siguen vigentes, como la Asignación Universal por Hijo (AUH), y especialmente, Potenciar Trabajo. El Ministerio de Desarrollo Social cree que el año que empieza, a diferencia del 2020, que calificó como un año de “supervivencia alimentaria” será de “reconstrucción del empleo”. “Vamos a extender Potenciar Trabajo, eso va a ser clave para ampliar la cobertura alimentaria y urbanizar los barrios con empleo e ingreso”, sostuvo.

“La lógica de trabajo, este año, va a ser distinta que el año pasado, cuando el cierre fue total para tener las camas de terapia intensiva y los servicios hospitalarios que faltaban. Hoy, eso ya está. Y este año, mientras haya rebrote, los cierres van a ser focalizados”, sostuvo. Ante la consulta sobre una situación que obligue a suspender actividades, el ministro contestó: “En ese caso, analizaremos las medidas que haya que tomar, pero esa no es la situación hoy”.

En el año electoral, mantener al margen la inflación, lograr mejoras en la percepción de la economía y vacunar a la población son los ejes principales del Gobierno.

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