Las altas temperaturas y la falta de lluvia produjeron la merma en el caudal de la perforación de la que se extrae el agua para los vecinos del barrio El Porvenir II, ubicado al sur de la capital provincial, donde desde diciembre último sólo se puede bombear cada dos o tres días y durante algunas horas. Para paliar la compleja situación son asistidos en puntos específicos, donde cargan cinco tanques, con camiones cisternas.

El Porvenir II es sólo un reflejo de lo que está sucediendo en diversos puntos de la provincia, donde el agua escasea y contar con el vital líquido a toda hora es una bendición para los vecinos.

Desde la comisión de la Cooperativa de Agua El Manantial LTDA, presidida por Iris Viera, comentaron que de repente se encontraron con el faltante de agua en la cantidad habitual en la perforación y para poder paliar el problema consiguieron que la comuna y el Ente Provincial Regulador de Agua y Cloacas (EPRAC) los asistan con camiones de agua a diario, “sino esto sería insostenible”, indicaron.

Si bien en el barrio son 1.700 familias, 900 de ellas registradas en la Cooperativa, solamente pagan mensualmente por el servicio unas 60, en gran medida a raíz de un conflicto que viene de años atrás con la comisión barrial y que no obstante la actual comisión directiva comenzó a regularizar ante Personería Jurídica, Acción Cooperativa y Energía de Misiones.

“A nivel Cooperativa estamos un poco mejor, porque desde afuera las instituciones observan nuestro trabajo y ven que queremos hacer las cosas correctamente. Lamentablemente hay muchos vecinos que no quieren pagar la cuota de 100 (cien) pesos porque aducen que no tienen un buen servicio de agua y eso conlleva a que no podamos finiquitar algunos trámites por los que hay que pagar impuestos, sellados, gastos administrativos”, explicó Carlos Sosa, integrante de la Cooperativa, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.

Agregó que “necesitaríamos que desde Acción Cooperativa nos ayuden a concientizar a la gente que debe pagar por el servicio del agua para que podamos salir adelante porque hay costos de funcionamiento de las bombas, del servicio para que llegue a las casas que se niegan a ver. Incluso a través de las gestiones que se llevan adelante se consiguió que se construya un tanque de reserva más grande, de 25 mil litros, a través de la EBY (Entidad Binacional Yacyretá) que está casi listo pero que tendrá que afrontar el mismo problema actual, de la falta de caudal en la perforación, como está ocurriendo en otros barrios con los cuales estamos en contacto”.

“Chupa aire”

Sosa apuntó que “son pocas las horas que se puede bombear y no se alcanza a completar un tanque de diez mil litros que ya la bomba empieza a chupar aire, lo que nos obliga a para el funcionamiento para evitar la rotura o daño del motor. Entonces se larga la cantidad de agua que puede juntarse cada dos o tres días porque no da abasto el caudal. En Navidad fue cuando se agudizó la situación que empezó a principio de diciembre”.