Premiaron un proyecto de reciclado de la Escuela Técnica Nº 475 de San Jorge

Premiaron un proyecto de reciclado de la Escuela Técnica Nº 475 de San Jorge

"Tapitas al horno" recibió un millón de pesos de la Fundación Grupo Petersen y ahora compite en una instancia similar a nivel nacional

Por Luis Emilio Blanco

El proyecto de reciclado “Tapitas al horno” que desarrollan desde hace cuatro años los alumnos de la Escuela Técnica Nº 475 “Francisco Zimmermann” logró el primer premio en la categoría de ciclo básico del concurso “Innovación Educativa” que propicia el Banco de Santa Fe a través de la Fundación Grupo Petersen. La iniciativa también recibió menciones especiales en Ferias de Ciencias de 2018, 2019 y 2020 a nivel provincial, nacional y sudamericano.

“Todo empezó en 2018 cuando la escuela fue invitada para participar en Edufé, en Rosario. Era el Festival de la Educación y presentamos este proyecto que consiste en recolectar y moler tapitas plásticas de gaseosas, fundirlas en un horno y a través de distintos procesos, lograr una consistencia del material que puede reemplazar a la madera. Estas planchas se utilizan para la fabricación de varios objetos”, indicó a La Capital Ricardo Magnano, docente de taller y uno de los coordinadores del proyecto “Tapitas al horno”.

“Comenzamos utilizando un horno de tratamiento de materiales que tenía la escuela. Empezamos a hacer moldes, marcos para espejos y el primer trabajo externo que hicimos fue el armado de los respaldos y asientos de las sillitas de un jardín de infantes de San Jorge”, comentó el profesor.

“Se realizaron estudios de tracción, compresión y dureza al producto que obteníamos de la fundición de las tapitas y se determinó que tranquilamente puede utilizarse para reemplazar a la madera. Incluso tiene mayor resistencia porque es más flexible”, indicó.

En 2019 el proyecto participó en la Feria de Ciencias donde pasó las instancias regional y provincial y obtuvo una mención especial en la competencia nacional. “Luego en 2020, en pandemia, participamos de un concurso de la Fundación Solydeus, de Buenos Aires que se dedica a todo lo que es reciclado y protección del medio ambiente. En esa instancia también obtuvimos una mención especial y de ahí pasamos a representar a la Fundación en Expo Ciencia Chile, donde otra vez nos reconocieron con una mención especial”, detalló Magnano.

Expo Ciencia Chile también es organizada por una Fundación y aglutina a todos los países de Sudamérica más Canadá y Costa Rica.

El primer millón

“Los chicos que comenzaron con el proyecto están hoy en sexto año y en todo este tiempo siguieron trabajando. Además con los alumnos de segundo, este año nos inscribimos en un concurso de Educación Innovadora propiciado por la Fundación Grupo Petersen del Banco de Santa Fe”, explicó Magnano y agregó que “en ese contexto participamos la semana pasada en la muestra que se realizó en el Metropolitano de Rosario y donde obtuvimos el primer premio en la categoría de ciclo básico y por lo que se nos otorgó un millón de pesos que se destinarán a la compra de una extrusora o la reparación de la que ya tenemos, depende para lo que nos alcance”.

El producto obtenido se fue modificando de acuerdo a los elementos con los que disponían los alumnos. “Recibimos la donación de un horno pizzero y con él podemos fabricar planchas de 75 x 45 cm que se fueron usando para construir tachos de residuos y cuchas para perros”.

El docente explicó que “el proceso de fundición de las tapitas desprende humo y gases. Así que, con la instalación de un filtro de carbono, logramos reducir en un 80% la emisión de gases y a la vez cuidamos no pasar cierta temperatura para no generar otros gases más tóxicos que no absorbe el filtro”.

Certamen nacional

Este miércoles los alumnos competirán en la instancia nacional para tratar de conseguir otro millón de pesos. “La competencia será vía Zoom con otras cuatro provincias. Santa Cruz, Buenos Aires, San Juan y Entre Ríos. Nosotros representaremos a Santa Fe. Hay dos escuelas por provincia que participan”, indicó.

Este concurso también tuvo una capacitación para los docentes de matemática, ciencias y tecnología que se desarrolló a lo largo del año y que como trabajo final debían presentar un proyecto con un producto elaborado. “En nuestro caso participamos con “Tapitas al horno” y el producto fue un cesto de basura que construimos para poner en distintos lugares de la escuela”.

Microemprendimiento

El docente indicó que “esto es un proyecto institucional donde hay mucha gente involucrada” y que “la intención de la escuela es concretar un microemprendimiento más allá de las fronteras de la entidad. Estamos en conversaciones con la Municipalidad y con el Club La Emilia porque el proyecto dentro de la escuela ya alcanzó su techo. No tenemos mano de obra suficiente para ampliar la producción, pero por otra parte le vamos agregando valor con cosas que hacemos con otras disciplinas como con las impresoras 3D”.

“Hay mucho interés por parte de la gente del club para utilizar las planchas como cielo raso o como sustituto del durlock ya que este material tiene muchas ventajas al ser flexible, resistente, aislante acústico e impermeable entre otras cosas”, expresó Magnano y agregó que “el próximo fin de semana, en el club canario se inaugurará una placita cuyas hamacas y algunos bancos fueron realizados con las planchas de tapitas fundidas”

Valor agregado

Además de haber conseguido un producto que ofrece opciones ilimitadas de uso, algo que no hay que soslayar es el valor que tiene en cuanto a que reutiliza un material que, de otra manera, quedaría contaminando el ambiente y generando más basura. “Estamos recuperando este material para evitar que quede en los basurales y a la vez, evitamos que se sigan cortando árboles ya que reemplaza a la madera y eso también es un valor a tener en cuenta”, finalizó el docente.

El material es conseguido a través de campañas de recolección de tapitas que se realizan en la ciudad y localidades aledañas.

El proceso

Una vez conseguidas las tapitas el proceso comienza con su lavado y separación por color. Luego se muelen en una trituradora que fue armada por los alumnos y posteriormente el material se ubica en los moldes que irán al horno. Una vez que la plancha se enfría se mecaniza y se procede al armado del producto.

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