Las metalmecánicas cordobesas no ven recuperación en el corto plazo. Las señales cada vez más negativas que vienen desde Brasil obligan al sector a pensar que sólo saldrán adelante si rompen la dependencia con el gigante del Mercosur.

Así lo destacó Isabel Martínez, presidenta de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y Componentes de Córdoba (Cimcc), entidad que ayer festejó el 69 aniversario.

La entidad tiene cerca de 500 empresas socias, pero se estima que la industria metalúrgica en Córdoba reúne de 2.500 a tres mil firmas, que emplean entre 50 mil y 70 mil trabajadores.

Este sector tiene tres rubros: autopartistas, agropartes y materiales para la construcción. El primero está en su peor momento; el segundo, tras varios años de inversiones frenadas en el campo, recién empieza a recuperarse; el tercero, finalmente, espera la recuperación de la obra pública y privada.

A Brasil van 20 por ciento del total de las exportaciones argentinas, 40 por ciento de las industriales y 80 por ciento del complejo automotriz-autopartista. La crisis política y económica del vecino país hace que las metalmecánicas cordobesas tenga una capacidad ociosa del 40 por ciento al 50 por ciento.

Ahora, dependen exclusivamente de las automotrices en Argentina. Varias de ellas, dijo Martínez, preparan vehículos para exportación a todo el mundo, como es el caso del nuevo sedán que fabricará Fiat Chrysler Automobile (FCA) en Ferreyra, pero que recién empezará a producirse en 2017.

“Se puede salir de la ‘brasildependencia’. Es lento, pero se puede y es lo que debemos hacer”, explicó Martínez, quien recordó que varias empresas del sector cambiaron y empezaron a trabajar para industrias como línea blanca y productores de gas, minería y petróleo.

De todas maneras, la empresaria adhiere a la idea de que el segundo semestre será mejor. “No alcanza para una recuperación total, pero vamos por el buen camino”, indicó.

Hasta tanto se recupere, las metalúrgicas cordobesas seguirán “acomodando” sus planteles mediante suspensiones, cambios de horarios o cerrando contratos vencidos. También hay una decena de firmas que optaron por el procedimiento preventivo de crisis, mecanismo no muy querido ya que les baja la calificación bancaria, lo que genera más problemas.

En su discurso, Martínez se quejó del proyecto de doble indemnización, que ahora se discute en Diputados, al cual lo calificó como “un nuevo cepo”. “¿Quién va a querer incorporar un nuevo empleado si lo aprueban? Va a ser una traba para los nuevos empleos”, aseguró.