De reciclar tapitas a soñar en construir casas en una semana

Empezaron justo antes de la pandemia, pasaron momentos difíciles, pero el emprendimiento sobrevivió. Tienen un proyecto de reciclado en suspenso y se ilusionan con concretar una idea de construir una casa completa en una semana.

POR MARÍA PÍA MENDIBERRI

Agustín Schroh se recibió de diseñador industrial en agosto de 2019, rápidamente con un compañero de carrera, y desde ese entonces colega, montaron un estudio de diseño industial. Tenían metas bien claras querían diseñar y producir objetos pero también pensar en los desechos y cuidar el medioambiente. Vino la pandemia, los planes, como la vida misma, cambiaron. Hoy, más lejos del reciclado sueñan -y proyectan- a lo grande. Quieren construir casas en tan solo una semana. Claro, no están solos.

Estudio 618, «surgió casi de casualidad», cuenta Agustín. Aunque tal vez fue causalidad: «a los dos nos pasaba que teníamos un montón de herramientas, pero el las tenía en la chacra de sus viejos en Cinco Saltos y yo las tenía en el garage de mis viejos en Plottier y los dos vivíamos en departamentos en el centro de Neuquén».

«Se nos dieron un par de trabajos que pudimos tomar juntos, y que los hicimos en Plottier y Cinco Saltos, todo mezclado, hasta que pudimos juntar unos mangos y nos alquilamos el galpón», contó Agustín sobre como lograron montar el estudio.

Y siguió: «lo alquilamos en enero de 2020 y arrancamos con todas las ganas y toda la ilusión de dedicarnos al diseño, todos los proyectos que teníamos ganas de hacer y enseguida vino la pandemia y eso nos complicó la vida un montón, pero subsistimos»

La pandemia cambió los planes de estos dos jóvenes y flamantes diseñadores industriales pero no por eso les hizo bajar los brazos. «Muy de changarines hemos tenido que estar, tuvimos que hacer cualquier cosa para subsistir, pero se pudo«, confió uno de los dos motores del emprendimiento.

«Nosotros tratamos de incluir la mayor cantidad de tecnología en el diseño y en todo lo que podemos proveer como prototipos y ese tipo de cosas. Entonces se nos dan varios tipos de cosas, tenemos carpintería, herrería, tornería, y tenemos muchos socios estratégicos que completan las tecnologías que no tenemos», contó Agustín sobre los trabajos que pueden hacer desde el estudio.

Una de las grandes metas siempre fue, y sigue siendo, trabajar sobre el reciclado. «A nosotros nos importa mucho el tratamiento de residuos, del aprovechamiento de la materia, entonces en paralelo a otros trabajos empezamos a trabajar en el reciclado. Nos unimos a una comunidad internacional que se llama Precious Plastic, ellos se agruparon y empezaron a hacer diseños de maquinas para reciclar a pequeña escala y comparten todos los planos y todo. Nosotros no usamos esos planos pero nos basamos bastante y fabricamos nuestras maquinas. Lo que hicimos es una moledora de plástico, una inyectora y un horno para hacer planchas de plástico«, contó Agustín.

«Logramos generar un proceso de reciclado que está bastante bueno donde separamos los plásticos por tipo de plástico y lo molemos. Tenemos acopiado un montón de plástico molido y tenemos el proceso de inyección que lo hemos puesto en funcionamiento algunas veces, y el horno con el que podemos hacer planchas para después cortar y hacer cosas», comentó Agustín sobre el avance que pudieron hacer en el proyecto de reutilizar plásticos.

Sin embargo, confió que la baja rentabilidad no les permitió seguir haciéndolo de forma constante. «Todo esto del reciclaje ha sido mas moler plata que moler plástico, hicimos inversiones inmensas para nosotros que estamos recién arrancando. A la gente le encanta escuchar o leer de estas cosas, pero después lo único que quieren es traerte las tapitas. Hemos hecho convocatorias para que nos ayuden en el proceso y sembrar la semillita del reciclado, pero sin éxito».

Pero más allá de los contratiempos económicos, no dan el brazo a torcer y siguen pensando en el reciclado, en una industria sustentable, pero rentable. «Ahora estamos viendo si le podemos encontrar una vuelta más industrializada«, confesó el diseñador industrial.

Y amplió: «una idea que tengo es llevar esto de la molienda y reciclaje de materiales a una escala un poco mayor, fabricar maquinas y quizás alquilar el servicio a empresas para que puedan alquilar la maquina una semana, procesar lo que hayan ido acumulando y sacar los residuos ya achicados».

Mientras, el estudio no se detiene, claro. «Estamos fabricando el equipamiento para trailers petroleros, trabajamos para dos empresas que fabrican trailers y hacemos todo el mobiliario, sobre todo en lo que es proyectual», sostuvo Agustín sobre el trabajo más actual que tienen, que también es el que sentó las bases de su sueño, su próximo objetivo.

«Ellos fabrican las paredes enteras del trailer, no son contenedores marítimos que los aíslan, sino que ellos hacen todas las paredes y los techos y los pisos y después lo arman como si fuera un cubito, y eso es super aislado porque está todo relleno de telgopol y con una estructura metálica», contó sobre el trabajo de las empresas con las que se asociaron.

«Lo que estamos tratando de proyectar son casas que en una semana la puedas tener entera terminada y lista. La idea es que te llegue la pared entera con la terminación en un camión grúa, que se levanta y se pone. Eso podría ser una oferta interesante para la necesidad habitacional que hay. Es mitad un sueño, mitad un proyecto. Las ganas están, los dibujos están, pero está ahí latente», confió.

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