“No nos podemos hacer los distraídos”, le contestó el funcionario a Jacinto Sampayo, secretario general del Sindicato de Empleados Municipales. El gremialista el lunes solicitó públicamente la renuncia de Salom y de Rodolfo Díaz, subsecretario de Control Urbano local.

Ambos funcionarios habían encabezado las inspecciones al Supermercado 2000 luego de que una exempleada publicaría una serie de fotos en la red social Facebook. En las mismas la joven contaba, como después ratificó a la prensa, que en el lugar “se ocupaban cosas vencidas, rotas y podridas” para confeccionar los plantos a la venta. Y además daban muestra de un estado calamitoso por la falta de limpieza del lugar.

Salom recogió el guante. Le dijo a Sampayo que mientras sea funcionario no se va a “hacer del distraído” y aseguró que Control Público, oficina que estuvo a cargo del hijo del gremialista, heredó “negocios” y “cosas turbias” que deben solucionarse.

El “Negro”, como se conoce a Sampayo, había criticado la clausura de los sectores Panadería y Confección de Comidas del súper. En una conferencia de prensa defendió al supermercado.

“No había motivos suficientes para la clausura”, expresó Sampayo en el contacto con los periodistas, en una inesperada defensa del comercio que realizó el lunes. Esto acentuó las sospechas públicas que relacionan al gremialista con éste y otros comercios.

“A mí también me sorprendió lo que dijo Sampayo. Nosotros accionamos a partir de una denuncia que se hizo pública e incluso nacional, no podemos hacernos de los distraídos”, lanzó.

Y agregó que “una situación tan clara” como la del Supermercado 2000 “no puedo soslayar ni como funcionario de gobierno, ni como vecino y tampoco como médico”.

“Uno ve esta circunstancia (las fotos conocidas en Facebook) y sabe que conlleva riesgos muy elevados de contraer enfermedades”, agregó Salom, que fuera concejal de Resistencia y desde 2013 es funcionario de la intendenta Aída Ayala.

Qué se clausuró

“Así como nosotros nos enteramos por los medios, al llegar al comercio nos encontramos que no existían la situación que se denunciaba, pero sí otras irregularidades”, contó Salom y explicó que antes de la clausura se dio un plazo de dos días para salvar estos problemas.

“Estaba todo en perfectas condiciones de limpieza, pero sí faltaban azulejos, malla metálica para el ingreso de moscas e insectos y también encontramos deficiencias en la instalación de agua para lavarse las manos. Estas irregularidades no daban para una clausura inmediata, entonces se intimó a los dueños a solucionar esta situación en 48 horas. Se trabajó de forma mancomunada con la Bromatología de la Provincia”, recordó Salom.

Según el testimonio que dio a través de “Palabra por Palabra”, un programa de Radio Libertad, el sábado los funcionarios e inspectores municipales regresaron a constatar si se había cumplimentado con las modificaciones necesarias. “No habían hecho nada, por ello se decidió clausurar las áreas de Panadería y Comidas”, dijo.

“Sigo sin entender a Jacinto Sampayo, tiene todo el derecho de criticar gestiones, pero lo que no puede hacer es involucrarse en la gestión municipal”, sentenció Salom.