Roces en la 10ma, periscopio del PJ Capital

Roces en la 10ma, periscopio del PJ Capital

Tenso lanzamiento del comando de campaña de la seccional 10ma.

Por: Felipe Osman.

En un raid de actos que arrancó en los últimos días de abril y se prolongó durante las últimas dos semanas, el PJ lanzó los comandos de campaña de cada seccional, y el jueves de la semana pasada llegó el turno de la décima, en evento esperado por el peso específico que tiene la secciona, no sólo por ser una de las más pobladas de la capital, sino también por su valor simbólico para el peronismo.

Además, el acto serviría para medir cómo quedaron acomodadas las cargas después de las internas del año pasado y cómo llega el aparato de la seccional a la triple campaña del PJ.

Vale recordar que en las internas de marzo de 2022 hubo muchos roces en la seccional. El concejal Diego Casado, que entonces la presidía, reclamaba mantenerse en ese lugar por ser el dirigente con más capacidad territorial de la zona, pero quien finalmente se quedó con la conducción de la seccional fue Freddy Magallanes, un hombre de Diego Hak. Casado, en contrapartida, se quedó con el control de la gran mayoría de los sub-circuitos y la promesa de integrar el consejo capital. El camino hacia ese acuerdo fue friccionado.

El jueves en el lanzamiento del comando de campaña hubo varias ausencias y también algunas tensiones. Algunos de los que estuvieron ahí refieren que al momento de subir al escenario para acompañar a Daniel Passerini, el presidente de la seccional no quiso permitir que Casado subiera acompañado de algunos de sus principales colaboradores, aunque el asunto no pasó a mayores ya que el propio Hak intercedió.

En cuanto a la concurrencia, la mayor parte de ella alzó banderas que llevaban el nombre del concejal, que habría hecho el mayor despliegue territorial para garantizar el acto.

Sorprendieron las ausencias de dos dirigentes gremiales encolumnados detrás del proyecto municipal del peronismo: Sergio Fittipaldi, titular de las 62 Organizaciones Peronistas, y Franco Saillen, integrante de la conducción del Surrbac.

Según a quien se consulte, hay más de una forma de explicar esas ausencias. La más difundida es que ninguno de ellos fue para evitar que pudiera sucitarse un enfrentamiento entre sus seguidores. Debe recordarse que, en los últimos meses, Saillen ha incursionado en el Soelsac con el objetivo de arrebatarle el gremio a Fittipaldi, y esto ha llevado a que, en más de una ocasión, las huestes del Surrbac y el Soelsac hayan estado muy cerca de tener un encontronazo. Es, a todas luces, una situación que el PJ debe evitar durante la campaña.

Otros dicen que, en realidad, ni Saillen, ni los presidentes de centros vecinales que se cuentan dentro del esquema territorial que administra el clan fueron parte del evento desencantados con la inclusión de Fittipaldi en la lista de legisladores, donde ocupa el puesto 31. Más aún, refieren que el dirigente del Surrbac está muy ofuscado por una serie de afiches que aparecieron cerca de su vivienda en la que se hacía un racconto de las causas judiciales en las que está implicado. Sospechan de Fittipaldi.

En cualquier caso, el clima de tensión que se vive en la décima no es extraño al resto del PJ Capital. No es que las rencillas de la seccional se multipliquen en el resto de la estructura, pero hay algo más que preocupa a los dirigentes de la ciudad: la ampliación del espacio.

Si el desembarco de Javier Pretto en la fórmula ya inquietaba a los peronistas de la ciudad, que no sólo querían ese lugar para un dirigente del partido, sino que además temen que su llegada tenga consecuencias en la lista de concejales, la declamada intención de Schiaretti de construir un “frente de frentes” aumenta ese temor.

Es, en cualquier caso, algo anecdótico. Ningún peronista sacará los pies del plato en un momento en el que la dinámica es de crecimiento y las perspectivas de retener provincia y municipio crecen. Ni hablar en el caso de que aquel “frente de frentes” llegue a concretarse antes del 24 de junio, día en que cierran las listas nacionales. Si eso sucediera, acarrearía consigo una estocada prácticamente fatal para las pretensiones de la fórmula Juez-Carasso.

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