Rosca del FdT en Provincia: nombres en danza, candidatos sin boleta y el factor sorpresa CFK

Rosca del FdT en Provincia: nombres en danza, candidatos sin boleta y el factor sorpresa CFK

Quiénes podrían estar en las listas, y quiénes jugarán pero desde afuera. Las líneas de la campaña y la repartija interna. Definiciones e incógnitas del Gobierno bonaerense a una semana del cierre de listas.

Pasan los días y la cuenta regresiva se va acercando al cero. Con las candidaturas y las internas prácticamente definidas al otro lado de la grieta, el Frente de Todos bonaerense mantiene un cierto halo de misterio alrededor de cuáles serán sus cartas para jugar la partida clave de este año, que marcará el futuro de todo el Gobierno y determinará las agendas hacia el 2023. Con el 37% del padrón electoral nacional, la Provincia de Buenos Aires es siempre considerada la madre de las batallas, mucho más en las elecciones de medio término  donde es más complejo establecer un resultado único a nivel país. A una semana de la definición de candidatos, algunas definiciones y varias incógnitas colorean el mapa sobre el cual el FDT necesita construir una victoria que le de aire para los dos años que vienen.

La rosca se cocina en la llamada “mesa de los lunes”, encuentros semanales en los que Axel Kicillof oficia de anfitrión en La Plata y que reúnen a representantes de los tres espacios que conforman el frente. El “Albertismo” concurre en las figuras del Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el Ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. El Presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, es su propio vocero en las reuniones, mientras que por el Kirchnerismo puro acompañan a Kicillof el Ministro de Hábitat Jorge Ferraresi, de Interior, Wado de Pedro, de Desarrollo a la Comunidad (y Secretario General de La Cámpora) Andrés Larroque, y el Diputado Máximo Kirchner. Los Intendentes Juan Zabaleta (jugador de Alberto Fernández), Fernando Espinoza y Martín Insaurralde (jugadores de CFK) también son parte de la mesa.

EJES DE CAMPAÑA

Desde este espacio, y fundamentalmente desde las decisiones del Gobernador Kicillof, cada vez con más peso interno en el frente, se van delineando los que serán los ejes de la campaña. Lógicamente, la campaña de vacunación será el principal. La consigna “vacunar, vacunar y vacunar” es cada vez más una realidad palpable para todos los bonaerenses, y el Gobierno buscará capitalizar el mayor plan de vacunación de la historia de la provincia. Las recientes declaraciones del Ministro de Salud Daniel Gollán, en las que afirmó que para septiembre esperan tener vacunados con una dosis a todos los bonaerenses mayores de 18 años, auguran un escenario más que favorable en este ítem para el FDT. Con la llegada de millones de vacunas en las semanas pasada, las que vendrán y el avance de la producción local de la Sputnik V por el laboratorio Richmond, la campaña camina a toda máquina. Incluso ya se habilitaron postas de vacunación libre en varias estaciones de ferrocarriles. Las pintadas que empiezan a verse en las afueras de La Plata y otros distritos marcan el eje por el que irá el discurso del oficialismo: “Axel te cuida” dicen las paredes bonaerenses.

Pero Kicillof tiene claro que, en el contexto de crisis económica que atraviesa el país, sin la vacuna no se puede pero sólo con la vacuna no alcanza. Es así que el Gobernador tiene enfocados todos sus cañones en mostrar gestión y aliviar los bolsillos bonaerenses. Y sus movimientos de la última semana así lo demuestran.

En primer lugar, se anunció a principio de semana el adelantamiento del 8% de la paritaria para el mes de julio, medida que impacta directamente a unos 385.000 trabajadores estatales bonaerenses. Con la inflación ya por encima del 25% en lo que va del año, esta decisión busca poner más dinero en el consumo y la rueda de la economía, y le permite al Gobierno sostener su línea discursiva de que los salarios le ganarán a la inflación. Justamente la economía y la pérdida de poder adquisitivo frente a la escalada inflacionaria  son los ítems que lideran el ranking de las preocupaciones de los argentinos todas las encuestas, incluso por encima de la vacunación y la pandemia, y el Gobierno bonaerense sabe que tiene que ofrecer no solo una narrativa, sino respuestas concretas a esa preocupación de la ciudadanía.

 

Al adelantamiento de las paritarias lo acompañará la efectiva suspensión de los pagos de retenciones y percepciones sobre adelantos de Ingresos Brutos desde julio a noviembre. La medida había sido anunciada en mayo y comienza a regir a partir del mes en curso, y afecta directamente a un millón de monotributistas, autónomos, cuentapropistas y comerciantes bonaerenses. A la par, el oficialismo envió un proyecto de Ley  a Diputados para derogar la  Ley jubilatoria de trabajadores del Banco Provincia que en su momento fuera modificada por la administración Vidal. Unos 15 mil jubilados de la banca pública provincial verían restituido el régimen del 82% en sus haberes a partir de la sanción de la nueva Ley.

Pero la campaña económica y de gestión no solo rondará el ámbito de los bolsillos bonaerenses. Otro eje central, que ya comenzó a ser fuertemente trabajado las pasadas semanas, será el de la obra pública. En principio, la polarización y el contraste con la gestión de María Eugenia Vidal. El concepto de “obra neutralizada” se escucha cada vez más en los discursos del Gobernador, para hacer referencia a los contratos que dejaron de pagarse y por lo tanto se paralizaron en la gestión anterior. La “tierra arrasada” que Kicillof describió al inicio de su gestión incluía 255 obras en este estado, por un monto total de 11 mil millones de pesos.

Como contracara, el Gobernador bonaerense viene recorriendo el interior de la Provincia y los municipios del conurbano a pura inauguración de obras y anunciando nuevas inversiones. El pasado miércoles fue el turno del anuncio de $1.800 millones en obras de infraestructura durante la inauguración de obras cloacales en el distrito de Lincoln. El viernes se inició el tercer tramo del Fondo Provincial para la Reactivación Cultural y Turística, unos $500 millones para el sector. Son solo algunos ejemplos, y de acá hasta las elecciones vendrán muchos más, siempre con el eje puesto en la reactivación económica y el contraste con los resultados del gobierno de Vidal. Dato relevante la centralidad del Ministro Katopodis en este punto. Durante la semana acompañó a Kicillof a la ya mencionada inauguración en Lincoln, a una entrega de viviendas en General Pinto, el anuncio de la reconstrucción de un tramo de la ruta 6 y la inauguración de una planta depuradora de Aysa en Presidente Perón. Con su nombre sonando entre las posibles candidaturas y la centralidad que tendrá la obra pública en la campaña, hay que prestar atención a estos movimientos conjuntos de Kicillof y Katopodis.

 

CANDIDATOS POR AFUERA DE LAS LISTAS

Con la campaña trazada en esos ejes, el FDT bonaerense también parece haber avanzado en algunas definiciones importantes. La primera tiene que ver con la división de roles en la campaña, y la centralidad de referentes en la misma. Así, más allá de definición de quiénes sean los candidatos que encabecen las listas, hay una decisión tomada alrededor de la idea de que lo central será la gestión, una especie de actualización de “el candidato es el proyecto” de 2015. Y habrá responsables de llevar esta idea adelante. Algo así como candidatos que no estarán en las boletas pero jugarán de titulares el partido principal.

El primero, por supuesto, será el propio Kicillof. Con el respaldo explícito de CFK y la tarea de hablarle al núcleo duro, el Gobernador saldrá a plesbicitar lo actuado en estos casi dos años de gestión y será “la cara de la campaña”. Fundamentalmente orientará su discurso a quienes fueron más golpeados por la pandemia y recibieron mayor asistencia del Estado para sostenerse, con un fuerte anclaje en la tercera sección electoral. En tándem con Kicillof, Sergio Massa también tendrá una participación activa en la campaña a pesar de no estar en las boletas, pero se dirigirá hacia otro público. Su territorio será la primera sección, el terreno más hostil para el kirchnerismo en el conurbano bonaerense, y donde la oposición buscará hacerle más daño. Massa intentará interpelar la clase media, a quien ya le viene hablando y para quien impulsó iniciativas de la talla de la modificación del impuesto a las ganancias. Seguridad será otro de sus grandes ejes.

Por último, restará ver cuánta presencia ejercerá CFK en la campaña. Por ahora la Vicepresidenta y principal figura del Gobierno viene jugando al factor sopresa, apareciendo de improvisto y sin hacer anuncios previos. La decisión se justifica en que, en pleno contexto de pandemia, un acto anunciado con la presencia de CFK podría generar una congregación de gente que podría resultar contraproducente al pedido gubernamental de mantener los cuidados y evitar las aglomeraciones. Pero también el impacto de sus apariciones de esta manera, en la que siempre termina marcando la agenda de toda la política del país, hace suponer que se trata de una decisión estratégica.

Así como María Eugenia Vidal resultó una pieza clave en la campaña de Esteban Bullrich en 2017, estos candidatos sin boleta del actual oficialismo buscarán inclinar la balanza electoral a favor del Gobierno, independientemente de los nombres que la ciudadanía vaya a votar.

LOS LUGARES EN LAS LISTAS Y LOS NOMBRES EN DANZA

“El Frente de Todos es muy diverso y la idea es que eso quede reflejado en las listas” expresó este viernes Kicillof, adelantando lo que va a terminar siendo una repartija interna entre los tres sectores antes mencionados. Albertistas, Massistas y Kirchneristas deberán acomodarse en los pocos lugares que hay para repartir, manteniendo intacto el principal pilar que sostiene al Frente hoy: la unidad.

 

Otro de los acuerdos a los que había arribado la mesa de los lunes es que esa repartija no será proporcional a los espacios. Es decir, no habrá un 33% para cada uno, como podría indicar una solución matemática a la cuestión. El criterio de las designaciones tendrá que ver con los ejes a los que se termine definiendo darle más peso en la campaña. Pueden suponerse entonces nombres ligados a la salud, la economía, la obra pública y la gestión, como los que ya vienen dando vueltas hace unas semanas.

En materia sanitaria, el nombre sería el del Viceministro de salud bonaerense, Nicolás Kreplak. De fuerte perfil político, Kreplak ha sido en lo que va de la pandemia uno de los principales voceros de las decisiones del Gobierno bonaerense, y no solo las referidas a la salud. Además, se dice que cuenta con un visto bueno fundamental: a CFK le gusta como posible candidato. Pero, por otro lado, Kicillof no quiere que le desarmen su equipo antes de tener la posibilidad de probarlo en una gestión sin pandemia, por lo que habrá que ver qué termina pesando más. Esto último corre también para el Jefe de Gabinete Bonaerense, Carlos Bianco, quién también fue mencionado como un candidato posible, aunque él mismo se encargó de aclarar que está cómodo en sus funciones actuales y no piensa en dar ese salto.

Otro representante del sector kirchnerista del FDT que suena fuerte es el Intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Cuenta, como Kreplak, con el aval de CFK, quien hace unas semanas aceptó su invitación a un acto por la entrega de 10.000 tablets a estudiantes de escuelas públicas del distrito que gobierna, justo en el aniversario del día en que se completó la entrega de 5 millones de netbooks a través del plan Conectar Igualdad en 2015. CFK, que cerró el evento, le reconoce a Insaurralde haber puesto el cuerpo como candidato en 2013, en la elección que el kirchnerismo perdió con Sergio Massa. Además, el jefe comunal de Lomas de Zamora fue un aliado clave para Máximo Kirchner en el cierre de listas de 2019, y también fue su impulsor como conductor del PJ bonaerense el año pasado. “En la vida hay que elegir” fue el slogan de aquella campaña que encabezó Insaurralde en 2013, y habrá que ver si el núcleo kirchnerista se la juega eligiéndolo como cabeza de lista una vez más.

Por el “albertismo” los nombres que suenen son los del ya comentado Ministro Katopodis, el del Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, y el del Ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. Katopodis sería la cara de la reactivación económica planteada desde la obra pública, viene teniendo una importante presencia en los medios de comunicación, y además representaría un contrapeso a una eventual candidatura de Insaurralde para los intendentes del PJ del Oeste y la primera sección electoral, donde mandatarios como Juan Zabaleta o Alberto Descalzo intentaron infructuosamente constituir un polo que tenga cierta autonomía frente a las decisiones del núcleo K. Cafiero, por su parte, sería el que mejores números de aceptación y conocimiento presenta en el electorado bonaerense, pero Alberto Fernández lo considera una pieza clave y no quiere desprenderse de él. Algunas versiones giran en torno a que, si efectivamente Cafiero dejara su puesto, sería reemplazado por un jugador más propio del riñón K, algo que no estaría por ahora en los planes AF.

Entre tanto candidato varón, la que viene trabajando fuerte por su candidatura y que también responde al sector del Presidente, es la platense Victoria Tolosa Paz. Concejala de La Plata y Presidenta del Consejo Nacional de Coordinaciones de Políticas Sociales, Tolosa Paz viene recorriendo incansablemente tanto el país como los medios de comunicación, y en las mediciones aparece con números interesantes de imagen positiva. Cabe recordar aquí las diferencias con el sector del kirchnerismo duro que en 2019 la enfrentaron en la interna platense con Florencia Saintout, quien fuera la elegida por CFK para esa elección. La pregunta entonces es si al núcleo K le caería bien su eventual candidatura. Fotos recientes de una mesa de trabajo que la encontró con Nicolás Kreplak tenderían a marcar que las diferencias quedaron en el pasado. Desde el entorno de Tolosa Paz afirman, sin embargo, que nadie le ofreció ninguna candidatura. Con pocas mujeres entre los principales nombres en danza, cabe anotarle alguna posibilidad.

Así trazado el panorama bonaerense y con tan solo siete días para el cierre de listas, se viene una semana a pura rosca y definiciones. Lo que está claro y nadie discute es que no habrá internas, y que la marca Frente de Todos saldrá a ganar la elección clave haciendo eje en haber cuidado a los bonaerenses en los peores dos años que se recuerden en mucho tiempo.

Comentá la nota