Las vacaciones de invierno dejaron en Mar del Plata un saldo “aceptable” si se las compara con tiempos de prepandemia y “positivo” o “superior a lo esperado” si se toma en cuenta la escasa actividad que el sector turístico ha tenido en el último año y medio. La afluencia de visitantes en estas dos semanas fue la más importante desde el verano.

Sin sobresaltos -hasta ahora- en el escenario sanitario, la ciudad vivió sus primeras vacaciones de invierno con miles de turistas en el marco de la pandemia de Covid-19. Con protocolos y los cuidados incorporados en cada sector, la hotelería alcanzó niveles de ocupación cercanos -y en algunos casos superiores- al 50 por ciento, la gastronomía trabajó “bien” en general y “muy bien” en algunos casos, “se movió” el mercado de alquileres temporales y el comercio también sintió el movimiento.

Según un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Mar del Plata -en primer lugar-, Bariloche y Córdoba fueron las ciudades más visitadas, seguidas por Salta capital, Carlos Paz, San Martín de los Andes, Mendoza, Merlo, Rosario y Ushuaia.

 

Desde el Ente Municipal de Turismo (Emtur) coinciden en que “el saldo ha sido bueno” y que “el movimiento fue mayor los fines de semana” pero también durante la semana “en cierta forma se mantuvo”.

“El 9 de julio fue el punto de partida para la reactivación del turismo en la ciudad. Pero en vacaciones de invierno se avanzó un importante escalón más. Es un camino continuo, de ahora en más con los fines de semana hasta llegar al verano”, analizó con optimismo el presidente del Ente, Bernardo Martín, quien destacó que a nivel institucional surtió efecto la promoción de Mar del Plata como “destino seguro”, a sabiendas de que “los protocolos se están cumpliendo” y que la ciudad ofrece “una amplia gama de actividades y recreación al aire libre”.

En las últimas dos semanas el turismo “se movió”, coinciden operadores del sector. “Venía todo parado, muy flojo y hubo demanda, quizás no como había antes de la pandemia en esta fecha, pero se alquiló”, confió un martillero del microcentro en relación a los alquileres temporarios que cerró durante el receso, en general por estadías de entre cuatro y siete días.

 

Considerando un relevamiento llevado a cabo por el Emtur, más de la mitad de los visitantes que arribaron a la ciudad en vacaciones fueron propietarios no residentes. “Muchos se alojaron en casas particulares, propias o prestadas por un familiar. Eso permitió estirar la estadía en muchos casos”, apuntaron.

Hotelería: “Aceptable” y “desparejo”

Una minoría de los turistas se alojó en los hoteles, pero el receso “movió la aguja”. Desde la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica definieron al saldo de las vacaciones como “aceptable” aunque “mejor de lo esperado” y al mismo tiempo “desparejo”.

Lo último, aclararon, es debido a que si bien los hoteles de cuatro y cinco estrellas trabajaron -los fines de semana- con una ocupación de al menos el 50%, los establecimientos de las categorías más bajas no corrieron la misma suerte y el movimiento allí, en general, fue “flojo”.

“Entendemos que tiene que ver con el tipo de gente que se lanzó a viajar. Quizás algunos que no pudieron irse afuera vino y se hospedaron en hoteles de cuatro y cinco estrellas”, apuntó Eduardo Palena, vicepresidente de la entidad.

De todos modos, aseguró que en la hotelería “hay optimismo” porque el receso “fue mejor de lo que se pensaba”, aunque el saldo favorable de estos 15 días “no salva a nadie del año y medio que estuvimos parados”.

“Tuvimos una ocupación aceptable considerando que solo un tercio de la hotelería está abierta. Sí es cierto que abrieron algunos hoteles más por las vacaciones. Pasamos de 14.000 camas a 19.000. Pero ahora volvemos a lo mismo: el poco movimiento, las deudas y los altos costos fijos para sostenernos”, analizó.

Desde la Asociación insistieron en la necesidad de que la hotelería reciba “mayor ayuda estatal” para evitar más cierres y señalaron que el sector reclama la condonación del impuesto inmobiliario de este año, mientras se avanza en un acuerdo con el Municipio para obtener una exención en el pago de la Tasa de Servicios Urbanos y se espera “mayor acompañamiento” por parte de la Provincia de Buenos Aires.

 

Gastronomía: “Muy positivo”

En la gastronomía marplatense también “se ha notado el movimiento” con “miles de turistas que nos han elegido para pasar las vacaciones”, señalaron desde UTHGRA.

La secretaria general, Nancy Todoroff, indicó que mientras que el sector hotelero “ha tenido una ocupación importantísima, sobre todo en los establecimientos de mayor categoría, aunque la mitad continúan cerrados lamentablemente”, los bares, restaurantes, cervecerías, parrillas y cafés de Güemes, Olavarría, Alem, Constitución e incluso del centro “trabajaron muy bien” y algunos “han convocado a más personal”, por lo que el receso “terminó con un resultado positivo”, considerando el impacto de la crisis en el sector.

 

“Destino seguro” y foco en los fines de semana largos

Este lunes regresan las clases presenciales y la ciudad deberá esperar al menos hasta el fin de semana previo al feriado del 17 de agosto -cuando se conmemora el paso a la inmortalidad del General José de San Martín- para volver a percibir movimiento turístico.

Es que de ahora en más, la hotelería, el comercio, las inmobiliarias, los locales gastronómicos e incluso los balnearios se mantienen expectantes por la actividad que pueden registrar en los fines de semana largos que separan al receso invernal de la temporada. La sensación en general es que Mar del Plata tendrá “un muy buen verano”, pero habrá que esperar para comprobarlo.

 

“Seguiremos con una fuerte promoción de Mar del Plata como un destino seguro frente a otros, con prestadores que cumplen el protocolo y una variedad de opciones para disfrutar que hace la diferencia”, apuntaron desde el Emtur en ese sentido.

Si de expectativas se trata, estas mejoran para octubre. Se espera que a partir del avance de la campaña de vacunación, el fin semana largo que coincidirá con el Día de la Diversidad Cultural genere un “fuerte” arribo de turistas, con mejores condiciones climáticas para esa fecha.

Un mes y días después, por el Día de la Soberanía Nacional, que se trasladará del 20 al 22 de noviembre, habrá otro fin de semana largo, en la previa del comienzo de la temporada, para el cual también se espera un buen nivel de arribos.

En tanto, hay expectativas también por la reapertura del turismo de congresos y convenciones, que suele “mover” a la hotelería en el segundo semestre. Desde el inicio de la pandemia el turismo de reuniones se encuentra suspendido. La posible reactivación de estas actividades es esperada con ansias por los operadores locales.