Desde que se formó el Sindicato, en 2018, la empresa solo se ha reunido dos veces con dirigentes de nuestra afiliada que tiene más de 600 afiliados y que apunta en lo inmediato a llegar como mínimo a los 800.

Los directivos de la compañía no han dado atención a por lo menos tres pedidos de audiencia formulados por el Sindicato.

Negarse a abrir una mesa de diálogo violenta el marco legal nacional e internacional, sobre todo porque hay muchos problemas dentro de las plantas de cerveza, aguas y Coca Cola, en los centros de distribución y en el departamento de ventas.

A los trabajadores de ventas los están maltratando, haciéndolos trabajar los domingos, poniéndoles metas inalcanzables que les impiden ganar comisiones, mandándoles a recoger envases sucios vacíos y otras discriminaciones, violando su tabla de vacaciones y de salarios.

También hay maltrato verbal a los trabajadores de las diferentes líneas de producción, acoso laboral y acoso antisindical.

La empresa ha lanzado una campaña para que los trabajadores se desafilien del sindicato, lo que constituye una violación a la libertad sindical, que está prohibido por la Constitución de la República, el Código del Trabajo, los convenios 87 y 98 de la OIT, ratificados por el Estado de El Salvador.

La acción del lunes, que consistió en un plantón de dos horas, apuntó a montar una mesa de trabajo lo más urgente posible para resolver las diferentes problemáticas que ocurren en los 14 departamentos del país.

Los medios de comunicación se hicieron presentes.

“Si la empresa no reacciona, el Sindicato pedirá la intervención del Ministerio del Trabajo para convocar a una tripartita, tal como lo hizo con los trabajadores del ingenio La Cabaña”, dijo a La Rel Noé Nerio, secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Azucareros y Bebidas de El Salvador.