Seguridad privada: Últimos manotazos de Ángel García quien ahora intenta movilizar al Ministerio de Trabajo

Seguridad privada: Últimos manotazos de Ángel García quien ahora intenta movilizar al Ministerio de Trabajo

Penosamente, el diario La Nación recientemente ha comparado la maravillosa lucha de los trabajadores del neumático con el entreguismo del dirigente de la seguridad privada, Ángel García. No sólo esa inexacta comparación realizó el matutino, sino que en una coctelera manipulada de noticias a las cuales este diario nos tiene acostumbrados desde hace décadas a los argentinos, intenta meter por la ventana al mismísimo dirigente camionero y secretario general de la CGT, Pablo Moyano.

 

Mientras el conflicto entre las fábricas de neumáticos y el SUTNA, que llevó meses y arrojó mejoras insuperables para los trabajadores, el gremio que ocupa Ángel García desde hace 40 años mantiene a sus trabajadores bajo la línea de la pobreza, y nunca tuvo la capacidad (o la voluntad) de negociar ni siquiera un bono como los conquistados por el gremio que dirige Alejandro Crespo. Ni aún en pandemia cuando los vigiladores fueron decretados esenciales.

Ya que hablamos de la pandemia mundial que azotó nuestro país, sería bueno recordarle a los que quieren colgarse del renombre de otros gremios históricamente combativos, que miles de trabajadores de seguridad murieron gracias a la inacción gremial de García quien no puso coto ni control a la voracidad y avidez empresarial. Recordémosle al desmemoriado dirigente de la seguridad privada que en plena pandemia también su obra social fue intervenida por el Presidente de la Nación debido a las denuncias de abandono de persona y el faltante de $1.000 millones.

También resulta insultante para los trabajadores de seguridad que el matutino exprese falazmente a la opinión pública que el sueldo de nuestra actividad en octubre de este año será de $137.000 siendo que un vigilador durante ese periodo percibirá en mano un salario menor a $93.000. Probablemente el diario La Nación ignore la situación de los trabajadores de seguridad privada y, sin chequear la información, actuó como agente de propaganda paga de Ángel García quien en sus últimos manotazos de ahogado, dilapida los recursos de los trabajadores para blanquear su pésima imagen pagando una noticia que tiene un costo de 7 cifras en medios de tirada nacional.

La real situación de la paritaria de la seguridad privada

Allá a fines de febrero de este año y ante la escalada inflacionaria que estaba devorando el poder adquisitivo de los trabajadores, el Ministerio de Trabajo exhortó a los sindicatos y a las Cámaras Empresariales a negociar un adelantamiento de paritarias. Después de idas y vueltas que tuvieron como objetivo "comerse" un mes de aumento de los vigiladores, la cámara empresarial, García a nivel nacional, 2 gremios provinciales y 3 municipales, acordaron una paritaria larguísima en formato de hipoteca dividida en 5 cuotas, las cuales en ninguna de ellas, con la proyección inflacionaria que se preveía, llegaba a ganarle a la canasta básica de alimentos pese a los discursos y promesas de dirigentes mesiánicos que lo publicitaban. Aun así, con bombos y platillos se adjudicaron el “logro histórico” de un 85,71% obtenido en salarios que rozaban la línea de la indigencia. Lo sensato en este marco hubiese sido una paritaria corta, no un acuerdo eterno que estipulaba su vigencia hasta junio del 2023. A la realidad la intentaron negar descalificando a opositores y a los mismos trabajadores que se animaron a levantar la voz ante semejante entrega gremial, inclusive, el Bloque Nacional de Seguridad Privada que lideran Leónidas Requelme y Christian López alertaron ni bien se supo de la firma de la paritaria que la misma era inviable y advirtió a través de notas  y reiteradas denuncias que el sector empresarial no cumpliría con lo acordado y que la inflación se devoraría los salarios, sin embargo a la realidad la demostró el tiempo y el contexto económico nacional: hoy los vigiladores están $40.000 debajo de la línea de la pobreza y sus sueldos solo alcanzan para cubrir los alimentos de una familia tipo hasta el día 20 del mes, sin contar los gastos básicos de vivienda, indumentaria y otras necesidades fundamentales e irrenunciables.

Ante este panorama, hace escasos días los gremios del interior acordaron con los empresarios una especie de adelanto de las cuotas de enero y abril del 2023 que representaría un insuficiente incremento recién en diciembre de este año que llevaría el salario de bolsillo a $103.000 cuando la canasta básica hoy se sitúa en los $120.000 según cifras oficiales del INDEC. Por su parte, Ángel García, celoso de la trascendencia y los 5 minutos de fama que estos espacios del interior han ganado últimamente, se niega a acordar lo mismo con la cámara empresarial, algo que según sus allegados estrechos respondería más a un capricho de egos que al interés de lograr algo superador para los trabajadores. Ahora intenta movilizar al Ministerio de Trabajo por la misma paritaria pésima que el mismo firmó.

La convivencia de 40 años con los empresarios de García más la renuncia al derecho a huelga que hizo la autodenominada Federación de gremios del interior del país anunciando públicamente 'que jamás le realizarían un paro a los empresarios' resulta incoherente con lo que ahora anuncian. O es un caso para ser analizado por un profesional de la salud mental o de golpe recordaron despertarse de la siesta. Si es que de repente se despertaron, la situación actual de los trabajadores de seguridad nos indica que el despertador no es la intención de mejorar sus condiciones, de lo contrario, lo hubiesen hecho mucho antes.

Contrario a esta postura, y diametralmente en la vereda opuesta se encuentra el Bloque Nacional de Seguridad Privada. Compuesto por Los Custodios del moyanista Christian López, la organización que supo ganarse las calles a través de su presencia sindical, quien aunó fuerzas junto al barrionuevista Leónidas Requelme, un opositor acérrimo del oficialismo de Ángel García dentro de UPSRA, y al ala más combativa y disidente como lo son diversas agrupaciones como la Juan Manuel de Rosas, la 30 de Marzo, la 11 de noviembre y muchas mas. Y si era poco, el ingreso al Bloque de Juan José Tagliaferro, un histórico dirigente opositor a la burocracia de los gremios responsables de la desidia que afrontan los trabajadores de la rama de control de admisión y permanencia, aportó lo que faltaba para empezar a cerrar este tridente ofensivo  que sale a la cancha con todo.

Después de varias marchas y movilizaciones del Bloque Nacional al Ministerio de Trabajo, a la Corte Suprema de Justicia, a la Cámara de Apelaciones del Trabajo, la Superintendencia de Salud y tantas más, hoy la actividad  empieza a ver un norte. El Bloque de López y Requelme hoy ostenta la representación y la participación activa de los trabajadores como nadie mas. La normalización de la actividad inició su proceso de cara al futuro y es imparable.

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