Sigue la extorsión a los docentes: Juntos por el Cambio convoca a un reclamo por “aulas abiertas”

Sigue la extorsión a los docentes: Juntos por el Cambio convoca a un reclamo por “aulas abiertas”

En el medio de una campaña desde los gobiernos y los medios por la vuelta a clases presenciales sin haber garantizado en este tiempo las condiciones necesarias para la seguridad de docentes, familias y estudiantes, Juntos por el Cambio resolvió convocar a una jornada de reclamo por “aulas abiertas” en lugares simbólicos de las distintas provincias del país.

En las últimas semanas se vio el endurecimiento de una campaña por parte de los mandatarios nacionales, provinciales y de la Ciudad en pos de una improvisada vuelta a las clases presenciales. Apoyados en la legitima necesidad de las millones de familias por el retorno de sus hijos a las escuelas (al no estar garantizadas las licencias o ante la necesidad de salir a buscar un sustento) se lanzó una extorsión contra la docencia y los sindicatos por la vuelta a la presencialidad, sin garantizar las condiciones de infraestructura y sanitarias necesarias para preservar la salud de la comunidad educativa.

Este lunes, Juntos por el Cambio a través de un comunicado que sacó luego de una reunión virtual con referentes de los distintos espacios de ese frente, anunció una “jornada de aulas abiertas” para reclamar el inicio de las clases presenciales. Para esa jornada que será el 9 de Febrero intentarán reunir a algunas personas en plazas y lugares simbólicos en las provincias; en la Ciudad adelantaron que uno de los lugares será el Palacio Pizzurno, sede del Ministerio de Educación.

De la reunión virtual participaron Bullrich y Humberto Schiavoni por el PRO, Alfredo Cornejo, Mario Negri, Luis Naidenoff y Martín Lousteau por la UCR y Maximiliano Ferraro y Juan López por la Coalición Cívica. Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta esta vez no se conectaron, aunque transmitieron el aval al reclamo.

Según señalaron desde el espacio liderado por Patricia Bullrich, “la convocatoria está dirigida a alumnos, padres y docentes, y habrá referentes de Juntos por el Cambio”. De esta forma intentarán, seguramente con la ayuda de los medios de comunicación, torcer a la opinión pública contra el reclamo legítimo de docentes, padres y estudiantes que exigen que se garanticen las condiciones necesarias para un retorno seguro. Esas familias, trabajadores y estudiantes, señalan que son los primeros en querer volver a las escuelas, pero no dejan de lado la importancia de que sea en condiciones sanitarias seguras.

“Somos lxs principales interesadxs en el regreso a las escuelas, pero queremos debatir cuáles son las condiciones necesarias para un regreso respetando las condiciones sanitarias y epidemiológicas ante la incertidumbre que genera un posible rebrote o segunda ola de COVID que se agravaría con la circulación de millones de niños y adolescentes en las escuelas”, señalaban desde una agrupación docente, Corriente nacional 9 de Abril.

Vale tener en cuenta que no solo desde la oposición derechista de Juntos por el Cambio se está promoviendo el regreso improvisado a las escuelas poniendo en riesgo a toda la comunidad educativa, sino que también desde el oficialismo se viene llevando adelante la misma campaña sin escuchar la voz de los docentes, que son quienes garantizaron las clases virtuales durante 2020 a pesar de las desigualdades.

Por ejemplo, el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, inició una gira nacional militando la vuelta a la presencialidad. Visitó a provincias como Jujuy y Mendoza, gobernadas por Cambiemos, quienes están repentinamente “interesados” por la vuelta a las aulas. Lo mismo con la provincia de Córdoba de Juan Schiaretti. Fue el propio senador Cornejo de Mendoza quien recomendó a Fernández "seguir el ejemplo de Mendoza", provincia que estuvo al borde del colapso sanitario toda la pandemia. Justamente estas provincias son emblemas de ataques a la educación pública.

En el caso de la Ciudad de Buenos Aires el jefe de Gobierno Horacio Rodriguez Larreta ya puso fecha al inicio de clases, y Kicillof en la provincia de Buenos Aires habla del 1 de marzo. Pero ninguno de estos gobernantes tomó ninguna medida ni pedagógica, ni sanitaria, ni social para garantizar las condiciones de aprendizaje de millones de estudiantes. Si bien en el caso de Kicillof, éste habló de iniciar la vacunación, todavía no hay certezas de que así sea ni qué grado de vacunación logrará antes del supuesto comienzo de la presencialidad, ya que ni siquiera llegaron las dosis de vacunas previstas al país. Por su parte, Alberto Fernández llegó a decir que “perder un año de educación y conocimiento es muy grave para cualquier sociedad y eso es algo que no nos podemos permitir”.

Madres, padres y docentes reclaman entre otras cosas cuestiones básicas como la vacunación de todo el personal docente, un plan de obras públicas para refaccionar las escuelas, conectividad para todos para la modalidad mixta, testeos, protocolos claros, etc. También señalan los límites que tienen las “burbujas” que promueven las autoridades cuando son miles los docentes que tienen que viajar de una escuela a otra para dar clases y llegar a fin de mes. Y sobre todo reclaman que nadie decida por ellos y que los sindicatos llamen a asambleas abiertas virtuales con trabajadores de la educación, familias y estudiantes.

En las últimas horas el ex presidente Mauricio Macri, se sumó a la presión que se intenta ejercer sobre las y los trabajdores de la educación, y en sintonía con el anuncio de Juntos por el Cambio, señaló que “el daño causado sobre los alumnos es imperdonable y tal vez irreparable". Sin embargo su gobierno se caracterizó por un desprecio e intentos de ataque contra la educación pública. Y esa fue la política en la Ciudad desde que gobierna el macrismo.

Actualmente, en medio de la pandemia la ministra de Educación de Juntos por el Cambio, Soledad Acuña bajó el presupuesto educativo, recortó el plan de computadoras, no acondicionó las escuelas e intentó rebajar la calidad de los alimentos que se dan a los alumnos, entre otros ataques como el haber llamado a las y los docentes "viejos, pobres y fracasados".

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