El sistema sanitario de Bahía Blanca está al borde del colapso

El hospital interzonal José Penna está al tope de su capacidad y, desde la región sanitaria, están intentando que privados colaboren con la tarea llevada a cabo desde el nosocomio provincial, ante la suba de casos en el marco de la emergencia sanitaria del COVID-19.

Bahía Blanca cuenta con cinco hospitales que pueden dar colaboración a la institución provincial que se encuentra al tope de sus posibilidades de atención. Entre estos, se encuentra el hospital municipal, en un estado similar al provincial, visto la gran cantidad de personas que no tienen cobertura asistencial y se acercan a espacios públicos. Por otro lado, en lo que respecta a entes privados de salud, el hospital Privado del Sur (HPS) y el hospital de la Asociación Médica (HAM) también se encuentran trabajando fuertemente y los problemas de personal y ocupación de camas empiezan a aparecer ya en otros espacios, además del público.

Precisamente, el director del HPS, el doctor Oscar Árias, elaboró un comunicado en donde “comunica a la población que nuestras unidades de atención de pacientes críticos están colmadas con uso de la totalidad de los respiradores disponibles”. A su vez, el texto vertido desde la institución detalla que “el resto del hospital presenta un alto porcentaje de ocupación” 

Finalmente, el escrito añade que el personal del sanatorio privado se encuentra al límite de su capacidad para asistir a los pacientes con COVID-19 porque los mismos se encuentran afectados o aislados por presentar síntomas y hay dificultades para lograr reemplazarlos. En este sentido, se ha determinado restringir las guardias y las internaciones por un lapso de diez días desde el sábado.

Asimismo, Bahía Blanca cuenta con otros dos nosocomios, vinculados a las colectividades. Hablamos del Español, donde hubo un importante brote de coronavirus entre el personal, que afectó el desarrollo de su actividad; y, el Italiano, donde las camas de terapia intensivas para pacientes con COVID-19 están repletas.

Este medio habló con el presidente de la asociación Hospital Italiano del Sur, Francisco Nardelli, quien explicó que “desde que comenzó la pandemia hemos llevado adelante obras que, si bien teníamos programadas, se fueron realizando en forma redireccionada a la atención de pacientes con COVID-19”.

Desde este aspecto se pudo lograr que la capacidad del nosocomio se ampliara en un 20 por ciento. Sin embargo, es el 25 por ciento del hospital que está dedicado a casos de coronavirus y hoy las terapias intensivas están al tope. El problema, según explicó el presidente de la asociación, radica en que los pacientes que llegan a terapia tardan mucho en reponerse para poder ser aislados en salas comunes, lo que los perjudica en la atención.

A su vez, explicó que, desde un primer momento, intentaron contar con contenedores para poder hacer la primera atención a casos sospechosos en un espacio aparte y ampliar la infraestructura. Ante la solicitud de la región sanitaria han advertido que cuentan con espacios para ampliar sus terapias, pero necesitan que desde provincia se los asista con la aparatología que las mismas demandan.

En este sentido, en el día de ayer redactó una nota donde ratifica la posibilidad de ampliar la capacidad de terapia intensiva en seis unidades siempre y cuando desde provincia se decida enviar el equipamiento necesario de monitores y respiradores. De esta manera, de las once camas de terapia -tres afectadas a pacientes con COVID- que actualmente tiene el nosocomio, se pasarían a diecisiete y así se daría un pequeño respiro al sistema público. 

Comentá la nota