El Surrbac reclamó la reestatización del servicio a través de Crese o del Esop

La audiencia pública realizada ayer en el CPC Monseñor Pablo Cabrera para debatir el pliego de condiciones bajo el cual la Municipalidad licitará la prestación del servicio de higiene urbana registró un inusual escenario favorable a la reestatización de ese servicio, que involucra al principal contrato del municipio.

 

Tales expresiones se concretaron por dos vías: en buena parte de las exposiciones –de vecinos, instituciones y ONG que se escucharon en el auditorio del CPC–; y también en las afueras, donde el Surrbac (gremio de recolectores) encabezó una ruidosa manifestación.

Se introdujo así al debate sobre la higiene urbana una variable que estaba fuera de todo cálculo, ya que las correcciones efectuadas al pliego habían girado todas en torno a las condiciones de participación de oferentes privados.

Las primeras especulaciones daban cuenta de que el Surrbac había ido al CPC a protagonizar una suerte de escrache a la concejala Laura Sesma (Juntos por Córdoba), quien había sido muy crítica del gremio y señalado que no estaba dispuesta a avalar “prácticas cuasi mafiosas”.

Eso le valió una querella por presuntas calumnias e injurias, que la Justicia provincial desestimó ayer mismo, aunque desde el Surrbac avisaron que seguirán esa pelea.

Respecto al motivo de la movilización, el titular del gremio, Mauricio Saillen, expuso una batería de argumentos.

Dijo que quieren defender el convenio vigente para su actividad y rechazó las permanentes sospechas que se lanzan sobre la tarea de la organización, pero también remarcó que el Surrbac quiere “ser protagonista” en la licitación.

“Queremos participar y tenemos todas las condiciones para hacerlo, bajando los costos. Con el Esop podemos cotizar la mitad que las empresas privadas, prestar mejor servicio y hasta podemos sumar 200 trabajadores más al servicio”, señaló.

También ofreció que, para comprobar esa propuesta, el municipio podría hacer “una prueba piloto” en la zona céntrica de la ciudad.

Desde el Ejecutivo no hubo manifestaciones públicas sobre el tema, aunque informalmente se dejó trascender que “no hay ninguna posibilidad material, ni legal” de que se ponga un freno al actual proceso licitatorio, que es el segundo intento de Ramón 
Mestre por concesionar la limpieza de la ciudad.

El argumento del Surrbac en favor de la reestatización fue similar al esgrimido en algún momento por concejales opositores.

“Si la Municipalidad dice que creó el Esop para hacer el barrido de calles y ahorrarse así mucha plata en impuestos, ¿porque no hacen lo mismo con la recolección y ahorran ahí también?”, desafió Saillén.

El dirigente fue más allá aún, al ofrecer que el propio gremio podría “armar contenedores” para abaratar costos en ese rubro, uno de los más polémicos de la licitación, porque demanda fuerte inversión de las empresas. “Estamos a favor de la contenerización y queremos hacerlo”, dijo Saillen.

El actual convenio de los recolectores contempla una bonificación salarial del 20 por ciento para quienes operan el depósito y retiro de contenedores.

Saillén también se despachó contra Lusa y Cotreco, a las que acusó de “no hacer inversiones” y prestar “un mal servicio”.

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