Tensión en UOM por elecciones y paritarias

Tensión en UOM por elecciones y paritarias

Por Mariano Martin

El líder del principal gremio industrial fue objeto ayer de una manifestación de protesta.

La Unión Obrera Metalúrgica, el principal sindicato industrial y el más emblemático del movimiento obrero argentino, quedó envuelto en un clima de tensiones cruzadas: a nivel interno, por las elecciones que arrancan el lunes con 11 seccionales donde disputan más de una lista, incluso la principal del país, Avellaneda, y también por la paritaria que ayer tuvo su segundo capítulo sin mayores avances con el sector empresario. El escenario amenaza el esquema de poder del secretario general nacional, Antonio Caló, al frente de la organización desde 2004 y que ayer debió asistir a una manifestación de protesta frente a la sede central del gremio.

De todos los frentes abiertos de Caló el de Avellaneda se presenta como el más problemático. Allí, el oficialismo encabezado por el dirigente Daniel Daporta marchó ayer al Ministerio de Trabajo y luego a la sede de Alsina 477 para protestar por un supuesto intento de intervención de la seccional por parte de la jefatura nacional. Daporta pondrá en juego desde el lunes y hasta el viernes su cargo de secretario general, que ocupa desde apenas mayo pasado cuando el anterior líder de la seccional, Armando Leyes, murió a causa del coronavirus. Le hará frente la lista Celeste y Blanca, compuesta por una escisión del oficialismo (lista Rosa) con dirigentes veteranos y delegados de base de fábricas que habitualmente confrontan con la UOM nacional.

En el gremio cuentan que apenas se hizo cargo de la seccional (antes era secretario adjunto) promovió a delegados jóvenes y corrió de sus lugares a otros históricos que terminaron por montar una lista opositora. La disputa electoral subió de tono cuando la oposición planteó reparos a los padrones y a la composición de la junta electoral (armada por Daporta) y logró que el Ministerio de Trabajo llamara ayer a una audiencia con el alegado propósito de conciliar posiciones. La lista Rosa sospecha, en cambio, que fue el paso previo a una impugnación del proceso electoral impulsada por Caló con el aval del ministro Claudio Moroni. La audiencia continuará hoy y se teme una escalada de tensión interna.

La seccional Avellaneda es una pieza clave de la UOM. Además de ser la de mayor número de afiliados, con más de quince mil, su mapa de representatividad ocupa una extensión geográfica muy amplia: incluye distritos como Lanús, Lomas de Zamora, Ezeiza y Spegazzini, y llega hasta Lobos. Se trata de la filial que, por peso propio y tradición histórica, pone al secretario adjunto a nivel nacional del gremio. Lo fue Rosendo García, asesinado a balazos en 1966 y su muerte reflejada en el libro ¿Quién mató a Ronsendo? de Rodolfo Walsh. Ese cargo lo ocuparon en los últimos años Juan Belén (falleció en 2017) y Leyes.

El gremio también tendrá desde el lunes elecciones con más de una lista en otras once seccionales como Quilmes (Francisco “Barba” Gutiérrez se enfrentará a un delegado que cuenta con el aval de la intendenta local, Mayra Mendoza) y Morón, y en ciudades de provincias como Córdoba y Mendoza. La otra particularidad del comicio es que será el primero, según prometió el propio Caló, en el que se respetará la ley de cupo femenino. De hecho hubo conflictos e impugnaciones en el armado de listas que no cumplían con el número de mujeres mínimo, del 30%. Puertas adentro del sindicato se excusan en que no hay aún cantidad suficiente de delegadas, condición para presentarse a elecciones.

En paralelo ayer se realizó la segunda audiencia de la paritaria. El gremio planteó acoplarse a la pauta oficial de aumentos para este año con un 40% de suba por siete meses. La propuesta incluyó un escalonamiento de 20% por abril, 10% en julio y el 10% restante en octubre, para iniciar en ese mes una nueva etapa de negociaciones. Las cámaras empresarias rechazaron por ahora el plan por entender que la primera cuota conlleva un porcentaje alto.

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