Todo se transforma: envases, pelo de mascotas y hasta la borra de café

Todo se transforma: envases, pelo de mascotas y hasta la borra de café

Matías Fornero Vardé recupera materiales y brinda charlas de capacitación en diferentes municipios. ¿Podría Bahía Blanca sumarse a esta oleada verde que generó la Ley de Basura Cero en CABA? 

 

Por Laura Gregorietti

"Mi trabajo es recuperar materiales, en su mayoría de locales gastronómicos que, de otra forma, terminarían todos juntos enterrados en el basural", cuenta Matías Fornero Vardé.

En 40 bolsones de recolección chicos repartidos en cocinas, salones, clubes, catering, supermercados, locales de comida y cafeterías de CABA -previa capacitación al personal- se juntan residuos que son reciclables en un 85 por ciento y que Matías retira dos veces por semana a bordo de su triciclo eléctrico.

"El 60% de esos residuos eran ampliamente contaminantes y después de la charla con los empleados y cómo distribuir la basura, se logró recuperar la mayoría. ¿La clave? Capacitar a la gente", agregó.

Matías Fornero Vardé en sus recorridas

En esta cadena de favores ecológica, participan varias empresas más.

"El  material que levanto lo pasa a buscar por mi casa la cooperativa RUO que acopia, y una vez obtenido 1000 kilos, se lo envía a EasyBrick para que fabrique ladrillos y cañerías. Aún no alcanzamos la tonelada, pero estamos cerca, recuperamos 50 kilos por semana y cada vez aumentamos mas los volúmenes", dijo Matías.

A su vez, la organización Módulo Sanitario recibe donaciones de la empresa EasyBrick para hacer casas y baños para gente que carece de eso servicios básicos.

"Pero, para que la empresa pueda seguir donando se necesitaba recuperar dos plásticos (PP 5 y HDPE 2) que justamente son los que menos se reciclan por falta de conocimiento del consumidor. Este trabajo lo hago solo, me ocupo de la gestión, capacitación, logística y clasificación de estos desechos".

El triciclo eléctrico que usa Matías de @torkymobility

Entre las cosas elaboradas con PP5 se encuentran las tapas plásticas de las botellas, productos de bazar, cajones de bebidas, baldes de pintura, film de cocina,  envases de snacks, golosinas o panificados. Mientras que el logo HDPE 2 representa a las bolsas plásticas, botellas de detergente, shampoo y algunos potes y postres lácteos.

"Yo invito a la gente a empezar a dar vuelta los envases y ver las etiquetas y símbolos que tienen grabados. Se van a dar cuenta la falta de información que hay en los recipientes y cómo perjudica el posterior reciclaje y separación. Las cooperativas tienen que quemar con encendedor para saber qué material es, ¡una locura! Pero hacen eso para poder identificarlo y no mezclar los plásticos, porque si pones en un molino dos variedades diferentes arruinas el material, no sirve, no te lo compran y va de una al CEAMSE".

Después también está el plástico importado (juguetes, tecnología, bazar, tuppers) al que Matías define como una "mezcla letal", imposible de identificar sin prueba de laboratorio, algo que solo pueden costear las empresas privadas.

Las bolsas que deja Matías en los comercios

"Los recuperadores que no se toman el trabajo de identificar los materiales venden ese plástico como chatarra (también llamada "scrap"), logrando anular su valor y sin chances de trazabilidad. En el caso de Matías, su trabajo es remunerado de manera completa por los locales de comida.

"Porque en CABA rige la ley de Basura Cero, donde obliga a los gastronómicos a la separación y entrega de reciclables y gestión de residuos. Los reciclables son de las cooperativas (que hacen el servicio sin cargo) pero resulta ineficaz porque los gastronómicos necesitan que pases todos los días, y ellos no pueden hacerlo. Entonces es ahí donde entro yo, porque los locales prefieren pagar un costo accesible (cobro entre $5.000 y $30.000 por mes) y la competencia cobra a partir de 60.000$, con muy pocas frecuencias".

Al trabajar de manera particular, Matías genera convenios con Cooperativas.

"Yo no vendo los materiales, se los doy a las cooperativas. Cobro el servicio de capacitar, gestionar, logística y trazabilidad. No hay nada igual en el país y no genero CO2 (Dióxido de Carbono). Lo ideal sería hacer un convenio entre Torky (triciclos eléctricos), las cooperativas, empresas y el gobierno porque podríamos generar más de 100 puestos de trabajo en 24 horas y con un precio fijo para que no se genere especulación, porque no queremos nada raro. Parece que cuanto más transparentes las cosas, más difícil es".

Entre las diferencias de este proceso de reciclado y una recolección de basura normal, es que los servicios de recolección entierran la basura en el CEAMSE, no hacen separación.

"Nosotros generamos un feedback con la gente, trabajamos juntos, no le retiro la bolsa y listo. Me ocupo de ver qué cosas gestiona, desecha y cómo lo hace. Una vez recuperado gestionamos el mejor destino final enfocándonos en la economía circular y su reciclaje".

Con 45 años, Matías cuenta que trabaja 6 horas por día, ya sea con frio o calor, retirando residuos en su triciclo eléctrico.

Materia prima: plástico reciclado

"Recupero residuos desde hace 12 años. Empecé con las botellas de vidrio de una famosa discoteca de la costanera. El dueño es un amigo que veía la cantidad que tiraban y buscó quien pudiera hacer algo con todo eso. Allí conocí mi primera Cooperativa, El Ceibo, y las pasaban a buscar sábado y domingo a la mañana. Salíamos del local y estaban los recuperadores con los bolsones esperando. ¡Sublime! Desde ahí no paré, hasta cabello de peluquerías rescato porque es el material que mejor absorbe el petróleo y sirve para mantener humedad, tanto el de humanos como el de mascotas".

La recuperación de materiales reciclables plantea un interrogante: ¿Se trata también del trabajo del futuro?

"En argentina solo recuperamos el 12% de lo que generamos. Hay tanto plástico como para hacer cientos de casas. Solo depende de nosotros", cerró.

 

La "Cadena Verde" de reciclado de Matías

-- En su triciclo eléctrico "Eco Torky" Matías (@matiasfornerovarde) puede transportar cargas de 1,5m³, 200kg a pedal o 350kg con asistencia eléctrica.

-- Borra de café: @cafe.responsable divide los 200 kilos por semana en compostaje @hidrocomp.compost, producción de hongos @setas.alcafe y jabones exfoliantes @malezacosmeticanatural

-- Sachet de leche: lavamos, secamos, repartimos y acopiamos para @alma.reciclada y @lasachetera

-- Plásticos: son tantos que nos permite repartirles a 3 cooperativas, @coopunionytrabajo @elceiborsu y @ruooeste aparte también van para @easybrickoficial que fabrica ladrillos y tuberías.

-- TetraBrick: empezamos hace poco, hoy lo acopia RUO, pero nos encantaría trabajar con @tetrapakargentina.

-- Cartón: el 70% se lo entregamos a los “cartoneros” o mejor dicho, recuperadores urbanos fuera del sistema, aquellos que no pertenecen a una cooperativa y trabajan, venden y son independientes. El otro 30% se reparte entre las cooperativas.

-- Cabello: va directo a @mot_argentina al igual que el pelo de las mascotas que por un tema de higiene lo acopiamos sellado por 15 días para matar pulgas.

-- Orgánicos: teníamos espacio propio en chacarita y ya habíamos compostado 2 toneladas junto a @club___circular, pero ahora lo hacemos con GCBA (Centro reciclaje de la ciudad - Varela) que otorga certificado.

-- Todo lo hacemos con los triciclos eléctricos de @torkymobility y esperamos que este 2023 podamos alquilar un espacio propio y pueda dejar de usar mi casa como lugar de transferencia, hay días que tengo el living lleno de bolsones.

 

Una casa de plástico en 60 días

"Obtenemos el plástico de los recuperadores urbanos, acuerdos con empresas, cooperativas de trabajo, las tapitas de botellas que junta el Hospital Garrahan y algunos Municipios. En la planta de reciclado se procesa hasta tener los pellets, materia prima para fabricar los ladrillos", detalló Bautista Giménez Zapiola del área de Marketing y Comunicación de EasyBrick (@easybrickoficial).

Además de comercializar este producto, la empresa destina una parte al trabajo social que realiza con Matías Fornero Vardé.

"La producción de ladrillos que donamos se destina a la empresa Módulo Sanitario, que se encarga de armar baños en los hogares de comunidades que no tienen acceso a este servicio básico de higiene", agregó.

Caños y ladrillos de plástico reciclados, en un futuro baño

El ladrillo, que tiene un costo de 425 pesos cada uno, permite la construcción de una casa hasta 6 veces más rápido que una realizada con los ladrillos tradicionales.

"Podemos entregar una vivienda de 48 metros cuadrados en 60 días de obra. Después de fraguada la platea podemos ensamblar todo de manera más rápida y eficiente energéticamente, porque el polipropileno en sí es un mal conductor térmico pero el diseño del ladrillo lo convierte en un gran aislante térmico. Entonces la vivienda, que es de un peso muy reducido -unos 2500 kilos-, no necesita una gran platea, y es mucho más térmica y eficiente, ya sea para calentarla o enfriarla, según la época del año".

Casas hechas con ladrillos de plástico

Si bien en la comparativa el ladrillo de plástico resulta más caro que el tradicional, es el resultado y los tiempos los que hablan por sí mismos de sus ventajas.

Ladrillo de plástico

"Si hacemos la suma de los tiempos en la obra, ingeniería, albañiles, consumo de agua tradicional y hacemos un cálculo por metro cuadrado, estaríamos hablando de un 30 por ciento más económico. Es una obra ecológica también, evitamos el uso de agua potable donde no se necesita, ponderamos el uso de revestimientos en seco para no utilizar agua, porque la construcción en sí no la necesita. En el plan de obra se hace con la constructora el cómputo de materiales para que no falte ni sobre un ladrillo, tornillo y reducimos así también la cantidad de materiales desperdiciados en obra", concluyó.

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