Día del Trabajador Lechero

En un nuevo aniversario de su constitución Atilra reafirma la unidad y la solidaridad como piedras basales de la actividad gremial. Sin unidad y solidaridad cualquier proyecto es ilusorio y cualquier realización, transitoria.

El espíritu pionero que llevó a todas las asociaciones del sector a conformar Atilra en 1944 permanece intacto en estos tiempos difíciles que vivimos. Ese espíritu tuvo y tiene relación directa con sobrepasar y vencer las dificultades.

A nadie escapa que, en medio de la actual pandemia, con todos los riesgos existentes, las trabajadoras y los trabajadores de la industria láctea cumplen día tras día sus tareas como protagonistas de un sector esencial para la sociedad argentina. A ellas y ellos deberá dedicársele un capítulo a escribir en un futuro cercano: la de aquellos que pusieron sus almas y sus manos en la noble tarea de elaborar la leche y todos sus derivados para que productos tan necesarios para el crecimiento y la buena salud no falten en las mesas de los argentinos.

Aquel espíritu ha trascendido en el tiempo y hoy Atilra, conduce unidades y proyectos diversos, de importancia sustancial para la comunidad, tales como los Centros de Salud Ospil ambulatorios, la Clínica Diez de Septiembre, los Centros de Formación Profesional, el Centro Educativo Tecnológico, la Clínica de Alta Complejidad, el Centro Oncológico Sunchales (que cuenta con el Tomotherapy, único en el país) y Centros Recreativos y Turísticos. Asimismo, Atilra es miembro activo de la Confederación de Asociaciones Sindicales de Industrias Alimenticias (CASIA). Forma parte de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación (UITA) en la cual preside la División Internacional del Sector Lácteo. Coopera con la Fundación Padre Luis Farinello y Fundación La Higuera, para proporcionar salud y alimentación a niños y adultos, así como patrocina a artistas y deportistas profesionales y amateurs.

Consustanciada con la realidad nacional e inserta en el marco internacional, a 76 años de su nacimiento, Atilra sigue joven, inspirada e inspiradora, en la búsqueda de ese país mejor, que a veces nos duele y que siempre amamos.

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