Los trabajadores formales no recuperan poder adquisitivo

Los trabajadores formales no recuperan poder adquisitivo

Un informe del Centro de Economía Política Argentina detalló que, en agosto de este año, los ingresos de la mitad de los asalariados registrados privados quedaron 12,4 puntos porcentuales por debajo de la línea de pobreza por ingresos medida para un hogar de 4 integrantes

 

 

El poder adquisitivo del salario de los trabajadores sigue corriendo muy por detrás del indicador de la inflación, tanto en el segmento formal como en quienes no gozan de protección social. El fenómeno se percibe desde fines de 2017, con un agravamiento durante la pandemia que aún persiste debido a la escalada inflacionaria no resulta por la actual administración.

En agosto de este año, con una variación de precios del 7%, mientras que la interanual ya llega al 78,5%, los ingresos de la mitad de los asalariados registrados privados quedaron 12,4 puntos porcentuales por debajo de la línea de pobreza por ingresos medida para un hogar de 4 integrantes, según un análisis realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Es decir, el 50% de los trabajadores formales solo puede costear el equivalente al 87,6% de una CBT.

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El trabajo al que accedió BAE Negocios compara el salario individual de un empleo registrado privado contra un indicador (CBT) para una familia tipo, lo que supone que ese hogar sería pobre solo si en dicha vivienda el único ingreso es el mencionado ingreso. El análisis, con su serie histórica, sirve para comprender la dinámica en la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores registrados, que ni los shocks de paritarias pudieron emparejar.

La relación de la mediana de ingresos respecto de la Canasta Básica Total, entre finales de 2017 y hasta el cierre de 2019, se redujo más de 28 puntos porcentuales al pasar de un 112,7% al 84%. Macri lo hizo. Con la pandemia, ese proceso se profundizó y la relación de la mediana con la CBT cayó al 81,8%. Alberto Fernández lo hizo.

Según el análisis realizado por el CEPA, entre finales de 2021 y comienzos de este año hubo una recuperación en el poder adquisitivo del salario que pasó de cubrir el 82% de una CBT al 88,8%, aunque por debajo del inicio de la debacle macrista.

Esta mejora se explicó, en parte, por el efecto del congelamiento de tarifas, ya que los subsidios energéticos jugaron el rol de salario diferido. Para agosto de este año, con el indicador de inflación actualizado, la mediana de los asalariados formales volvió a perder poder adquisitivo. Si la CBT se ubica cerca de los 110.000 pesos (para un grupo de 4 personas, ya actualizada luego de la inflación de agosto), la mitad de los trabajadores formales cobraría alrededor de 104.000 pesos (87,6%).

En julio, el dato del RIPTE que mide la variación salarial de los sectores formales se actualizó un 5,3%, frente a una inflación de 7,4%. En agosto, la actualización salarial no alcanzará los 7 puntos porcentuales de la inflación. Para el resto del año, con una variación de precios que marcha hacia el 100 por ciento anual, sumado a los aumentos de tarifas vía eliminación de subsidios, es de esperar un empeoramiento de la capacidad adquisitiva para la mediana de los trabajadores formales.

Si se toma el promedio de los asalariados formales, que incluye para el cálculo tanto el salario de un CEO y de un kioskero en relación de dependencia, el resultado arroja que en agosto obtuvo ingresos equivalentes al 109,4% de una CBT. Según el análisis de CEPA, este promedio permanece casi invariable en relación al inicio del Gobierno de Alberto Fernández, ya que la media daba un poder adquisitivo equivalente al 108,1% de la CBT de entonces.

Y en relación al inicio de la debacle macrista, el promedio de los trabajadores formales respecto de la canasta básica total, entre finales del 2017 y agosto de este año, se redujo 28 puntos porcentuales.

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