Trabajadores rurales de Uruguay: “La vivienda, un sueño hecho realidad”

Trabajadores rurales de Uruguay: “La vivienda, un sueño hecho realidad”

La Unión de Trabajadores Rurales y Agroindustriales del Uruguay (UTRAU) cuenta con una importante base sindical en el departamento de Salto, fruto de la unificación con el Sindicato de Trabajadores de la Citricultura y Afines (SITRACITA), artífice de un proyecto habitacional inédito en el país.

Delcio Aguirre y Héctor Piedra Buena cuenta más sobre la cuestión. Aguirre es trabajador jubilado del sector del citrus, específicamente del packing, y uno de los pioneros en el proyecto de viviendas para los trabajadores y las trabajadoras zafrales, que hoy es una realidad.

El Complejo Sitracita, denominado así porque quienes gestaron el proyecto fueron los dirigentes e integrantes del entonces Sindicato de Trabajadores de la Citricultura y Afines, se inauguró en mayo de 2018, después de años de esfuerzos para concretarlo.

“Yo formaba parte del sindicato del packing en aquel entonces y con Piedra Buena, que era del sector rural, nos juntamos y tuvimos la idea de promover ante las autoridades competentes un plan de viviendas para los trabajadores y las trabajadoras zafrales”, recuerda Aguirre.

Una industria dinámica

Según datos relevados por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), la citricultura es el rubro hortifrutícola más importante del Uruguay, Se trata de una agroindustria dinámica dedicada fundamentalmente a la exportación de naranjas, mandarinas y limones, para consumo en fresco, hacia los principales mercados del mundo.

Ocupa una superficie efectiva de 14 mil hectáreas, con casi siete millones de plantas e involucra aproximadamente 20.000 puestos de trabajo, en su mayoría trabajo zafral.

“Cuando comienza la reconversión varietal de la citricultura, a partir del 2010, los principales pilares eran de orden social: recuperar las empresas, sanear las plantas y mejorar la exportación. Quedábamos los trabajadores, y ahí nos planteamos el tema de las viviendas”, apuntó Piedra Buena.

Al menos 10.000 de los trabajadores y las trabajadoras del citrus viven en los departamentos del litoral norte, Salto y Paysandú.

Sorteando obstáculos

“Luego de tocar muchas puertas, de realizar varios viajes a la capital para reunirnos con autoridades de los ministerios de Vivienda y Ganadería, de sortear las trabas impuestas por alguna asistente social de Mevir* logramos dar inicio al sueño de la casa propia”, dijo Piedra Buena.

Además de Mevir y Sitracita, el proyecto contó con la participación de la Intendencia local, que donó el terreno; el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma); y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), como articulador de los esfuerzos.

La empresa Caputto se sumó al proyecto pagando los jornales a aquellos trabajadores y trabajadoras que tuvieran que faltar para ir a construir sus casas, pues el sistema fue por ayuda mutua.

El Complejo comenzó a construirse en febrero de 2016 y fue inaugurado en mayo de 2018. Se edificaron 42 viviendas ubicadas en el barrio Uruguay de la capital salteña, de 2, 3 y 4 dormitorios, una vivienda acondicionada para personas con discapacidad y un salón de usos múltiples con parrillero.

“Es un sueño hecho realidad”, dicen al unísono Piedra Buena y Aguirre. “Lo que uno gana como trabajador rural o como zafral no alcanza para acceder a una vivienda. Ahora tenemos estas casas propias con una cuota accesible”, destacan.

El éxito de este primer proyecto ha impulsado a que la organización sindical presente una segunda etapa del plan de viviendas dignas para los trabajadores y trabajadoras rurales de la citricultura.

Piedra Buena adelantó que están elaborando un nuevo proyecto habitacional con la misma base y ya cuentan con 40 aspirantes.

“Estamos en la etapa de conseguir el terreno y ya mantuvimos una reunión con el ministro de Ganadería que vio con buenos ojos la propuesta. Esta vez incluimos en el proyecto una guardería para las madres solteras”, enfatizó.

Comentá la nota