La convocatoria a una reunión con el gobierno nacional permitió destrabar, por algunas horas, el conflicto sindical que frenó el pasó de la fruta del Alto Valle hacia el Puero SAE y, también, el ingreso de los camiones a la terminal marítima para cargar los buques. El conflicto generó "pérdidas millonarias", afirmaron desde las cámaras exportadoras.

La medida de fuerza realizada en los controles zoofitosanitarios del Senasa en la aduana de Villa Regina, en Centenario y en el puerto de San Antonio Este, generó un gran trastorno en la cadena comercial de peras y manzanas. El gremio ATE informó que por hoy fueron suspendidas las protestas por una convocatoria al diálogo.

A las 14, se reunirán los referentes sindicales con autoridades nacionales y de la regional Patagonia Norte, y tendrá como eje los reclamos que demanda el sindicato.

"Con el fin de frenar el daño que se está haciendo a la producción y exportación de frutas, abogamos a la mayor predisposición de las partes, Gobierno Nacional y representantes de los trabajadores, para que arriben a una solución consensuada en lo inmediato, atento a que cada día sin poder exportar representa millones de dólares de pérdidas", manifestó la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados.

El gremio reclama la apertura del convenio colectivo de trabajo para efectivizar el pago del 40% del salario por zona patagónica y el adicional para el personal que se desempeña en las barreras sanitarias y un aumento en el valor de la movilidad. Actualmente, el SENASA paga 12 pesos por kilómetro recorrido, en el caso de los agentes que usan sus vehículos personales para el trabajo. Mientras tanto, en sólo un año, YPF incrementó la nafta doce veces.

ATE demandará también un cupo fijo de horas requeridas y viáticos con distribución equitativa y transparente. Y un diseño de pase a planta de trabajadores en un organismo con altísimo nivel de irregularidad contractual.

La CAFI detalló que el sector "está sufriendo enormes y gravísimas pérdidas económicas" por el conflicto, que provocó que los camiones queden parados, imposibilidad de abordar buques de ultramar y mayores costos operativos y logísticos. Además, advirtió la cámara exportadora, los inconvenientes tienen "efectos comerciales muy negativos al no poder cumplir con los compromisos comerciales internacionales".