En los tres meses del año, la Ciudad de Buenos Aires perdió más de 80 mil puestos de trabajo

En los tres meses del año, la Ciudad de Buenos Aires perdió más de 80 mil puestos de trabajo

Antes de la pandemia, la desocupación en territorio porteño creció un 20 por ciento respecto el último trimestre del 2019, según un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP). La situación se agravó por el aislamiento social, por lo que los números pueden ser más severos. “La Ciudad es expulsiva en el tema productivo”, sostuvo José Peralta, de la CTA Autónoma Capital Federal”.

Diego Lanese.

Por efectos de la pandemia, se espera que en los próximos meses se pierdan en el mundo millones de puestos de trabajo. El aumento del desempleo es uno de los efectos más notorios en la economía de los países, y la Argentina no es la excepción. Los índices de puestos de trabajo destruidos por la crisis crecieron en casi todas las zonas del país, incluyendo en lugares donde no suele ser un problema relevante, como la Ciudad de Buenos Aires. En la capital del país, el índice de desempleo está cerca de los 15 puntos, según los últimos datos del Instituto de estadísticas porteño. Los números de la caída del empleo son elocuentes, y vienen incluso antes de la pandemia. Es que un informe asegura que en los primeros tres meses del año se perdieron unos 80 mil puestos de trabajo en CABA. Así lo afirma el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que analizó el mercado de trabajo de la Ciudad en el primer trimestre del 2020.

Con estos datos, la desocupación creció 20,7 por ciento si se lo compara con el último trimestre del 2019. La zona sur del territorio porteño es el que más sufrió este fenómeno. Además, el trabajo determinó que la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 20 por ciento.

El trabajo del instituto que lidera el economista y ex diputado nacional Claudio Lozano analizó el mercado laboral en los primeros tres meses del año, comparado con los últimos tres del 2019. En esta comparación, se detectó un impacto de la recesión económica en los puestos laborales en la Ciudad de Buenos Aires, que experimentó “una caída trimestral de la tasa de empleo del 5 por ciento y un aumento de la desocupación del 20,7 por ciento”.

“En total 80 mil personas dejaron de tener empleo, 27 mil pasaron a la desocupación y 53 mil desactivaron la búsqueda de trabajo ante la falta de oportunidades”, explicó el informe del IPyPP, al que tuvo acceso Gestión Sindical. “Si bien la pérdida de puestos de trabajo fue explicada principalmente por la caída de tasa de empleo masculina, las mujeres tuvieron mayor presencia en la reanudación de actividades de búsqueda de empleo en el trimestre”, analizó el trabajo.

El aumento de la desocupación en el distrito más rico del país es una muestra del impacto de la recesión que enfrenta el país desde el 2018, que se vio agravada por la pandemia. “Para nosotros la Ciudad de Buenos Aires es expulsiva en el tema productivo hace muchos años, como política general, sostuvo al respecto José “pepe” Peralta, secretario Adjunto de la CTA Autónoma de Capital Federal.

Ante la consulta de Gestión Sindical, el dirigente remarcó que en suelo porteño “la mayoría de la actividad económica se desarrolla en el ámbito de servicios”. En su último informe, la Dirección de Estadística y Censos porteña coincidió con el IPyPP y destacó el aumento de la desocupación, y remarcó que “la limitada dinámica del mercado de trabajo debido a la restricción severa para circular afectó los niveles de empleo, así como también la búsqueda y disponibilidad para trabajar”. Al respecto, Peralta resaltó que “por lógica, a partir de la pandemia y del aislamiento los sectores de servicios son los que más sufren la pérdida de empleo y la más difícil de recuperar”.

La caída de la tasa de empleo, explicó el trabajo, “se concentró en la zona sur de la ciudad (-9,7 por ciento)”, que también explicó “la mayor parte del aumento de la tasa de desocupación y el efecto desaliento”. En este sentido, es evidente “el diferencial impacto de la crisis laboral en términos territoriales”.

“Si reparamos en la caída trimestral promedio de la tasa de empleo porteña (-5 por ciento), vemos que el grueso de la caída se concentra en la zona sur de la Ciudad, mientras que la merma es relativamente menor en el centro (-4,7 por ciento) y el norte (-2 por ciento)”, subrayaron los datos actualizados por el IPyPP. “Las variaciones interanuales nos devuelven un panorama similar: una mayor caída del empleo (-4,8 por ciento) y refugio en la inactividad (-6,1 por ciento) relativos en la zona sur, respecto al resto de las jurisdicciones”, agregó el informe.

Con estos números, la Ciudad de Buenos Aires profundiza un “proceso de desasalarización” en su mercado laboral, según el instituto que lidera Lozano. “En el primer trimestre continuó con una mayor caída del segmento de los asalariados, aunque ahora sin la posibilidad de compensación que ofrecía el autoempleo ante un contexto de retracción del mercado interno”, agregó el informe.

Además, se estableció que el ingreso medio de los ocupados porteños “es de 41.871 pesos durante el último año no logró compensar el aumento de precios y sumó una nueva pérdida del poder adquisitivo de casi -3 por ciento”. “La brecha de ingresos entre hombres y mujeres es del 20 por ciento, la brecha entre el decil de ocupados mejor pago y el más pobre es de 21,7 veces y entre la comuna más favorecida y la más empobrecida es de 2,6 veces”, concluyó el trabajo.

Los datos de este informe responden a los meses previos a la pandemia, por lo que desde la CTA Autónoma porteña sospecha que en la actualidad la situación empeoró. “La crisis sanitaria de este tiempo desnuda la falta de políticas de empleo y producción de un gobierno cuyo principal objetivo es la especulación y la exclusión de sectores del mundo del trabajo y de la actividad social en beneficio de las minorías privilegiadas”, destacó Peralta. Por eso, desde la central obrera siguen exigiendo “comités de crisis y funcionamiento real del Consejo Económico y Social para la salida de la crisis y la elaboración de políticas de Estado que favorezcan a las mayorías”.

Comentá la nota