Al día 12 de paro de los aceiteros pueden verse los barcos estancados desde la ribera del Paraná desde Tambúes hasta la ciudad austral de Bahía Blanca. Las cámaras patronales prefieren perder 100 millones de dólares por día y no dar el brazo a torcer y van con todo para intentar aleccionar a los trabajadores. El gobierno nacional y el provincial son cómplices silenciosos: prefieren perder divisas y no pronunciarse antes que enfrentar a estos especuladores. Claro, mientras tanto el gobierno está ocupado aplicando un ajuste a los jubilados y tijereteando un presupuesto a la medida del FMI. Es decir, seguir pungueando a los laburantes y no discutir la nacionalización de los puertos. En este contexto, la federación, la seccional Rosario y Urgara, tuvieron que unificar el reclamo con la seccional San Lorenzo. La lucha dio un salto en los últimos días, convirtiéndose en una importante discusión política a nivel nacional.

“Yo al conflicto lo veo con fuerza de parte nuestra y con tristeza también porque pienso que lo que se está pidiendo nos corresponde. Veo la intransigencia de parte de la patronal y del gobierno que no nos está ayudando” nos comenta un trabajador que participó del acto de ayer en las puertas de Dreyfus, en General Lagos. Convocada por la federación aceitera, la seccional de Rosario y Urgara, la comitiva realizó una caravana desde Cargill en Villa Gobernador Gálvez, hasta la puerta de Dreyfus, donde hubo música en vivo, choripanes y agite.

“Yo pensé -continua- que con este gobierno nosotros íbamos a ser locales porque siempre dicen que defienden al trabajador. Bueno, estoy viendo que no. Si vuelvo atrás al 2015, con el mismo gobierno, nos pasó lo mismo, entonces esa es la bronca que tengo, porque este sindicato apoyó a Fernández, y ahora es como que estamos solos.”

Del acto participaron también delegaciones de Amsafe Rosario, Empleados de Comercio, la UOM Villa Constitución. También estuvieron trabajadores que vienen peleando contra los despidos en Hey Latam, y repartidores de La Red de trabajadorxs precarizadxs y el Movimiento de Agrupaciones Clasistas y el PTS en el Frente de Izquierda.

Cuando consultamos sobre qué opinaba sobre que la CGT llame a un paro regional para que se juegue a que triunfe el conflicto, responde que “a mí me gustaría que pare la CGT”, pero que “Moyano esta abrazado con Cristina y con Fernández y cuando necesitó que el sindicato de aceitero lo apoye se han hecho movilizaciones y hoy no lo veo a Moyano solidario con nosotros”.

Luego consultamos a otro trabajador respecto a cómo veía la unidad de acción del conjunto de los trabajadores aceiteros “la verdad que es genial, es la primera vez que se unen todos los aceiteros. Tanto los de San Lorenzo como los de acá”. Y luego otro nos decía que “la unidad es fundamental, y más ahora que estamos con los URGARA y el SOEA de San Lorenzo, es como que tenemos más fuerza. Ojalá esas tres patas sigan unidas como para tener más fuerza. Desde mi punto de vista no tenemos que aflojar porque lo que se está pidiendo no es nada del otro mundo”.

Ya van 12 días de conflicto con las cámaras patronales más importante del país, con bloqueo de portones, piquetes y actos en el marco de una crisis económica que se profundiza y pauperiza cada día las condiciones de vida del conjunto de la clase trabajadora. El conflicto aceitero actúa como testigo para medir los demás conflictos en pugna. Como bien define Cuyén Perretta de La Red de trabajadorxs precarizadxs: “consideramos que la lucha aceitera es un ejemplo porque si ganan nos dejan mejor posicionados para pelear por nuestras demandas y por eso invitamos a todos los trabajadores informales y precarizados que se sumen a todas las convocatorias para sumar fuerzas. La unidad de acción de los aceiteros es una medida fundamental para vencer, pero también es necesario un paro regional de la CGT que aglutine y coordine también a los sectores precarizados, en negro y que no tienen representación sindical”.

Y continuó “solo la coordinación y la unidad entre los distintos sectores en lucha pueden abrir otra perspectiva; rediscutir el complejo agroindustrial. Las agroexportadoras, los puertos y las aceiteras nunca pararon de ganar ni en crisis, ni en periodos de tasas chinas. Es necesario discutir la nacionalización de los puertos y de las aceiteras, y que haya monopolio estatal del comercio exterior, para frenar a estos especuladores como Vicentin o Cargill, que juegan a hacer ganancias devaluando los salarios y encareciendo alimentos. Basta”.