Vuelve a crecer la interna a la UTA con varias denuncias en la elección de delegados de base

Vuelve a crecer la interna a la UTA con varias denuncias en la elección de delegados de base

Los sectores opositores a Roberto Fernández acusan al dirigente de boicotear listas opositoras en empresas donde tienen chances de ganar.

La interna en el gremio UTA comenzó a tomar temperatura nuevamente, luego que en varias empresas se denunciara la suspensión de las elecciones de delegados. El enfrentamiento entre el titular de la entidad, Roberto Fernández, con la agrupación Juan Manuel Palacios vuelve a ser noticia, esta vez por la decisión de dejar sin efectos estos comicios, en especial en firmas donde la lista opositora tenía chances de triunfar.

Por eso, desde el entorno del dirigente Miguel Bustinduy asegura que hay varios casos que se decide evitar la votación, ya sea con la complicidad de las patronales o incluso a través de la justicia, como sucedió en Lomas de Zamora. La puja en el sindicato de choferes tuvo su punto más alto en febrero del año pasado, con la toma de la sede y acusaciones cruzadas.

En las últimas semanas, varias empresas de colectivos debían elegir delegados de la UTA, y ante la posibilidad de varios triunfos opositores, se comenzaron a ver maniobra para frenar los comicios, denunció la agrupación opositora en declaracioens a Gestión Sindical.

Según fuentes de la agrupación Palacios, esta forma de operar se constata «sobre todo en el conurbano bonaerense y en las líneas donde hay fuerte presencia de nuestro espacio». En algunos casos, la suspensión responde a la decisión de la empresa de no permitir que se vote, como ocurrió en la empresa General Roca (Línea 108, entre otras), que en la zona de Liniers interpuso presencia policial para evitar la votación.

Los sectores opositores a Roberto Fernández acusan al dirigente de boicotear listas opositoras en empresas donde tienen chances de ganar.

La interna en el gremio UTA comenzó a tomar temperatura nuevamente, luego que en varias empresas se denunciara la suspensión de las elecciones de delegados. El enfrentamiento entre el titular de la entidad, Roberto Fernández, con la agrupación Juan Manuel Palacios vuelve a ser noticia, esta vez por la decisión de dejar sin efectos estos comicios, en especial en firmas donde la lista opositora tenía chances de triunfar.

Por eso, desde el entorno del dirigente Miguel Bustinduy asegura que hay varios casos que se decide evitar la votación, ya sea con la complicidad de las patronales o incluso a través de la justicia, como sucedió en Lomas de Zamora. La puja en el sindicato de choferes tuvo su punto más alto en febrero del año pasado, con la toma de la sede y acusaciones cruzadas.

En las últimas semanas, varias empresas de colectivos debían elegir delegados de la UTA, y ante la posibilidad de varios triunfos opositores, se comenzaron a ver maniobra para frenar los comicios, denunció la agrupación opositora en declaracioens a Gestión Sindical.

Según fuentes de la agrupación Palacios, esta forma de operar se constata «sobre todo en el conurbano bonaerense y en las líneas donde hay fuerte presencia de nuestro espacio». En algunos casos, la suspensión responde a la decisión de la empresa de no permitir que se vote, como ocurrió en la empresa General Roca (Línea 108, entre otras), que en la zona de Liniers interpuso presencia policial para evitar la votación.

En otros casos, las elecciones se realizaron sin inconvenientes, como sucedió en la Empresa General Sarmiento, que tiene las líneas 176-448 en el oeste del conurbano bonaerense y pertenece al Grupo Metropol, donde l oficialismo que responde a Fernández ganó los delegados en juego.

Incluso en líneas donde hubo triunfo de los sectores clasistas, referenciados en la Lista 2 dentro de la UTA, se permitió votar, como en la empresa Almafuerte. «El problema es con nuestra agrupación», afirmaron desde el espacio que varias veces desafió la conducción del actual secretario general.

Judicialización

Uno de los casos más confusos se dio en Lomas de Zamora, donde los choferes de las líneas 540 y 553 no pudieron votar, luego que la justicia laboral suspendiera los comicios ante la baja de las listas contrarias al oficialismo.

Cuando no les permitieron participar de los comicios, los referentes locales de la agrupación opositora se presentaron ante el Tribunal de Trabajo N°4 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, y denunciaron la situación, pidiendo que determine los motivos respecto a la suspensión de su lista.

A los pocos días, la presidenta del tribunal Teresa Lening suspendió las elecciones, al comprobar «prima facie» el reclamo de los referentes de la agrupación opositora, hasta que «se resuelva el fondo de la cuestión», según la notificación, al que tuvo acceso Gestión Sindical.

La presentación judicial paralizó el proceso electoral desde comienzos de septiembre, y ahora la justicia investiga la documentación presentada.

Pese a esto, desde la UTA rechazan estas acusaciones, y recuerdan que la lista Verde y Blanca, que también está enfrentada a la conducción del gremio, si tenía su lista habilitada. Al parecer, el problema es que luego de la toma de la sede del gremio en 2020, cuando se pudo ver a seguidores de Bustinduy ingresando al local del barrio porteño de Constitución, este espacio fue procesado por la Justicia y apartado del gremio. Pero en estas elecciones volvieron a tener participación.

Larga interna

El desafío de la agrupación a Roberto «el Gallego» Fernández viene de larga data, y en febrero del 2020 llegó a su punto máximo, cuando se tomó la sede de la UTA y se exigió su renuncia. En 2019, en tanto, Bustinduy intentó armar una lista opositora, pero la Junta Electoral del gremio, dominada por el oficialismo, decidió no avalarla.

El dirigente opositor fue un aliado de Fernández, pero quedaron enfrentados hace un tiempo. En un principio, la agrupación «rebelde» estaba centrada en el grupo Dota, poderoso holding del transporte que tiene unas 60 líneas de colectivo. Pero en la actualidad la influencia del sector se expansión al conurbano bonaerense y el interior del país.

En la interna de la UTA existe un tercer actor, que gana peso entre los choferes, y que se mantiene alejado de esta disputa. Se trata de un espacio denominado «Choferes autoconvocados», integrados por agrupaciones y delegados clasistas, que buscan salir de esta puja y alertar sobre los graves problemas que existen tanto en el sindicato -la situación de la obra social es la principal preocupación- así como las condiciones de trabajo.

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