Abad pidió bajar subsidios y empleo público, y no esperar tanto de la reforma tributaria

Abad pidió bajar subsidios y empleo público, y no esperar tanto de la reforma tributaria

Consultado sobre los cambios impositivos, consideró que aún hay subsidios y empleo público para recortar, porque las alternativas del gasto son presión tributaria o deuda

 

Tras el resultado de las primarias del domingo pasado, el titular de la AFIP, Alberto Abad, reafirmó que el Gobierno enviará al Congreso la reforma tributaria antes de fin de año, aunque también reiteró que será gradual y dijo que no están definidos "los tiempos" para la reforma de los distintos impuestos, "Ganancias, IVA, el impuesto al cheque, Ganancia Mínima Presunta", entre otros. No obstante, pidió a un grupo de empresarios "no poner el eje" en los cambios impositivos, sino mirar el gasto, y comentó que en gran parte es "gasto social", pero también "subsidios que faltan" y "empleo público que tiene que ir a empleo privado".

 

 

Abad añadió que las únicas alternativas para reducir el déficit son bajar el gasto, aumentar la recaudación y, consiguientemente, la presión tributaria, o tomar deuda, por lo que se necesita "una discusión adulta y madura", ante preguntas que le formularon luego de una exposición en el ciclo de conferencias "Qué pretendo para la Argentina", organizadas por el Rotary Club de Buenos Aires.

 

 

Por otra parte, recordó que en el tema impositivo es clave el rol del Congreso, y enfatizó la necesidad de crear "consensos" mirando a las elecciones legislativas de octubre, y que las campañas electorales sean "propositivas" y no contra el adversario.

 

 

Ante una pregunta sobre la posibilidad de que en la reforma se reduzca el IVA a los alimentos, negó esa posibilidad porque "se neutraliza su efecto dentro de la cadena de comercialización".

 

 

Abad recordó que el Gobierno ya estableció la devolución del impuesto a personas que cobran la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la jubilación mínima, si compran con tarjeta de débito. "Pero la gente va al banco con la tarjeta y saca la plata, para luego pagar en efectivo, con lo que pierde el beneficio y nosotros una herramienta de formalización", se quejó.

 

 

"Lo ideal con el IVA es que no haya ninguna exención y que sea la misma alícuota para todos los productos", remató. Hoy los bienes primarios pagan 10,5%, por ejemplo.

 

 

También le preguntaron por el blanqueo laboral, y subrayó la importancia de lograrlo, ya que afirmó que la informalidad en el empleo es hoy del 33%, y esto "desfinancia la seguridad social". Antes en su exposición había hablado del envejecimiento demográfico y la robotización que aumentan los beneficiarios de jubilaciones y disminuyen los aportantes.

 

 

Abad recordó que en dos meses empiezan a entrar en vigencia efectiva varios acuerdos para el intercambio automático de información con una serie de países, por lo cual "comenzarán a llegarnos datos de los bienes en el exterior no declarados o declarados parcialmente en el blanqueo", enfatizó.

 

 

Al concluir esa exposición en la que habló de la globalización y de problemas locales como la desigualdad, la apatía política y la desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones, pidió a "los sindicatos que empiecen a pensar en la productividad y la robotización, y a los empresarios, en invertir e innovar".

 

 

"El sinceramiento fiscal se pudo llevar adelante porque supimos alinearnos a una agenda global, particularmente de la OCDE y el G-20 que pusieron el tema sobre la mesa; el GAFI, que estudió como hacer para aprobar el blanqueo desde el punto de vista del lavado de dinero; más los bancos internacionales que pidieron aclaraciones a sus clientes sobre el origen de los fondos depositados en sus cuentas" con la amenaza de cerrarlas, señaló Abad.

 

 

Al respecto, añadió que desde el punto de vista local "mucha gente, con más de 50 años, hijos y nietos, decidió blanquear porque sentían que su patrimonio se estaba desarmando en el exterior", y tenía que organizar su herencia.

 

 

En otro orden, realizó una comparación entre los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales, en las que a su juicio hay "narcicismo que alimenta la tensión social".

Comentá la nota