El intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, se ha caracterizado por mantener una particular relación con Cambiemos tanto en la provincia de Buenos Aires como en la Nación. Entre polémicos encontronazos y acercamientos con las máximas autoridades, ha desarrollo su gestión. Ahora, admitió que no tiene diálogo con María Eugenia Vidal luego de no ser invitado al encuentro de jefes comunales del oficialismo la semana pasada en Olivos.

En declaraciones a FM 102.1, cuando le consultaron sobre si habla con Vidal, respondió un con tajante “no”, y luego añadió “si ella no me llama yo no la llamo a ella”. Rápidamente, ensayó una particular acotación: “Debe ser que está conforme con cómo administro, porque hasta ahora no he tenido ningún problema”.

En cuanto a su no participación de la cumbre de intendentes de Cambiemos la semana pasada –porque no fue invitado-, lanzó: “se habrán equivocado, se habrán olvidado, no sé. No me invitaron, no fui”, resumió, pero dijo que no le molestó.

“Yo no tengo ningún problema con nadie. Tengo una excelente relación cada vez que viene a Mar del Plata con el secretario general de la gobernación”, añadió y sostuvo que “hay muchos políticos que viven pendientes de poder sacarse una foto, yo creo que eso es un error”.

Más adelante, dio a conocer que este jueves estaba invitado a “otra reunión” a la que debía viajar, pero que no fue por motivos de salud. “Tengo una afección en la cadera que me produce mucho dolor y si yo estoy mucho tiempo en un auto después me cuesta una barbaridad caminar. Y como no tengo ganas de sufrir y tengo muchísimo trabajo acá, estoy en mi escritorio trabajando”, agregó.

Luego recordó aquel episodio donde se retiró de un acto en el cual se encontraba con la gobernadora bonaerense, y relató que “me fui porque me ponen al sol; un funcionario policial de segundo orden me falta el respeto a la investidura”.

Finalmente, ratificó sus intenciones de ir por la reelección y dejó un mensaje en torno a su vínculo con la provincia: “Tenemos una relación normal. No le voy a decir que es una maravilla, pero tampoco es mala”.