La titular de la cartera de Educación porteña, Soledad Acuña, que lleva su segundo mandato al frente de ese ministerio se tomó licencia por maternidad, así lo anunció el jefe de gabinete porteño, Felipe Miguel. La reemplazará Luis Bullrich.

La designación de su jefe de gabinete al frente de un ministerio que da tela para cortar, se da en un contexto particular a nivel nacional ya que debido a la pandemia del Covid1-9 se declaró la emergencia sanitaria en todo el país y el aislamiento obligatorio, por ende, la suspensión de clases presenciales en toda las escuelas de la Ciudad.

La situación sacó a la luz los problemas que sufren las escuelas porteñas con las viandas que reciben los alumnos de esos establecimientos, es que se vieron obligados a cerrar las puertas de sus comedores para evitar que se propague el coronavirus, pero no dejaron de entregar los alimentos a los chicos.

El dato fue que sin previo aviso se cambió el menú escolar y las concesionarias que tienen a cargo la alimentación de los chicos comenzó a entregar, todos los días, un sándwich con una feta de fiambre y una de queso, más una barra de cereal y una fruta, es decir, lo que en el pliego de la licitación cuando las empresas se hicieron cargo de los menú escolares llaman "refrigerio". En ese contexto la comunidad educativa y la política opositora de la Ciudad puso el grito en el cielo por no cumplir con los nutrientes que los alumnos necesitan a diario. 

Luego de que la situación tomara público conocimiento, desde el ministerio de Educación decidieron volver a cambiar la modalidad y repartir bolsones de comida por familia para que puedan cocinar en sus casas. Esta semana comenzó la entrega de las casas, pero otra vez, la actitud que tomó esa cartera en relación a la alimentación de los alumnos dio que hablar.

Es que tanto directivos, docentes y padres comenzaron a difundir a través de las redes sociales, imágenes de la precariedad de las cajas con alimentos para quince días entregadas por el gobierno de la Ciudad y el faltante de cajas para el total de la población escolar.

En teoría desde el ministerio habían señalado que los bolsones contarían para el “Desayuno: Dos litros de leche larga vida, 5 unidades de té, 5 de mate cocido, 10 unidades de sólido (paquete de magdalena o de 4 galletitas o barrita de cereal)".

"Refrigerio: un sándwich, dos litros de leche larga vida, 5 unidades de té, 5 de mate cocido, 10 de sólido y 5 de fruta".

Mientras que el almuerzo será: "500 gr. de fideos, 500 de lentejas, 1 kilo de arroz, una lata de arvejas, 900 cm3 de aceite, 520 gr. de puré de tomate, 500 de zanahoria, 500 de cebolla, 1 kilo de zapallo, 5 unidades de fruta, 1 lata de conserva de pescado, atún, caballa o jurel según disponibilidad, 1 caja de flan o gelatina, 1 kilo de azúcar, 40 gramos de queso rallado”.

Pero no sucedió, las bolsas que entregaron, según las imágenes que recorren las redes sociales no coinciden con lo que se anunció desde la cartera de educación, "las familias estuvieron por horas bajo la lluvia para recibir bolsones de comida, que no alimentan y muchos menos alcanza", denunció la legisladora Alejandrina Barry que estuvo presente en una escuela de Lugano, uno de los barrios más postergados que tiene la Ciudad.

Cabe recordar que desde la Red de Cooperadoras de la Ciudad de Buenos Aires habían denunciado, a través de un comunicado, los cambios sin previo aviso en la entrega de las viandas en las escuelas, y la “pésima calidad”: “Detectamos una irracional distribución de los puntos de entrega (…) muchas familias, en plena cuarentena obligatoria, tendrán que circular más de treinta cuadras para buscar una vianda. ¿Cómo van a explicar el recorrido? ¿Cómo el gobierno que nos manda a estar en nuestras casas, nos manda a caminar semejante distancia para buscar una vianda de pésima calidad?”, cuestiona el texto difundido en su página web.