Cristóbal López hizo los deberes: destruyó 140 años de historia del periodismo libre

Cristóbal López hizo los deberes: destruyó 140 años de historia del periodismo libre

No es un hecho casual, es la matriz desplegada durante más de una década en la cual el mayor objetivo de Néstor, primero y luego de Cristina Fernández, fueron los medios y de ellos, especialmente los más libres e independientes. Había que combatirlos y destruirlos.

Si no se podía, se los compraba. Si no se lograba esto, abrían otros con todo el presupuesto para neutralizarlo. Paralelamente, se los usaba para apoyar la campaña propagandística del gobierno, operar y lavar fondos públicos. Cristóbal López lo logró. No fue el único en el país, pero sí el único en demoler 140 años de historia del Buenos Aires Herald, que ni las dictaduras lograron cerrar. (Por Rubén Lasagno)

La historia es tan irreversible como triste. Allá por el año 2008, cuando arreciaba la compra de medios por parte del kirchnerismo, nos animamos a ver el futuro: todo lo que toquen lo van a destruir. Medio que logren cooptar, perecerá, lo depreciarán a tal punto que le quitarán el alma, expresamos. Eso, recuerdo, lo expusimos ante algunos periodistas de gran renombre nacional que por aquellos años llamaban a OPI tratando de saber lo que había pasado en Santa Cruz, para entender lo que pasaría a nivel global del país.

No pocas veces, quienes después terminaron reforzando y ampliando nuestras teorías premonitorias, creían que el encuentro del kirchnerismo con los medios era una especie de serendipia; nosotros, por el contrario, le advertíamos la existencia de una estrategia planificada sesudamente por Néstor quien odiaba a la prensa, pero, contradictoriamente, ansiaba tener bajo su control a todas y cada uno de las bocas de expendio de información, para que nadie se descarrilara y dijera cosas “no controladas” por el régimen, algo absolutamente impensable que él pudiera tolerar y esto, lo mantenía desvelado.

Cristobalito

De todos los testaferros que eligieron Néstor y Cristina, solo uno sobrevive, porque antes de integrarse a la banda, tenía un cierto plafón propio, producto del capital desarrollado por años a través del juego, donde arreglaba negocios poco claros con gobernadores y tangencialmente con algún funcionario de segunda línea del menemismo, el duhaldismo o los delaurristas, según transcurrieran los gobiernos. Era Cristóbal López, el hombre conocido por Néstor a tiempo para facilitarle la instalación de todos los casinos en Santa Cruz y años después regalarle el juego a nivel nacional, sin límites y en sociedad en el “vamos y vamos” con el chubutense.

Pero como las condiciones estaban dadas, el matrimonio, pensando en perpetuarse más allá de los 20 años en la presidencia, lo incluyeron dentro del armado “comunicacional” de la banda y con el tiempo, le facilitaron el fraude de los 10 mil millones al Estado, para que “reinvirtiera” en medios y de esa manera generara otro núcleo “de resistencia” a multimedios como Clarín, dado que Néstor Kirchner no había podido cerrar la compra del diario con Magnetto, la Nación, se resistía con el peso de su historia y Telefé, canal en la mira K, el cual finalmente Rudy Ulloa no pudo adquirir como palo blanco.

Así Cristóbal compró los medios al Grupo Hadad y se quedó con Radio 10, C5N y después creó CN23 más fm, medios digitales aleatorios, etc. Y así como Spolsky, Garfunkel y tantos otros recurrieron a crear medios para lavar plata, otros apostaron a la pauta K como 6,7,8 y se enriquecieron a costa del Estado, tal el caso de Radio del Plata de Electroingeniería (Ferreira), Página 12 y otros; el ex pollero se encargó de poner bajo su mano a diarios como Ámbito Financiero, El Ciudadano y el Buenos Aires Herald.

Bajo la teoría de que cuanto más medios compraban iban a ampliar más la audiencia (¿?) y poder direccionar el mensaje, se encargaron de unificar voces y reacciones, pero cuando el kirchnerismo se retiró de poder, se desmoronaron como castillos de naipes arrasados por el viento.

Así llegamos a este triste anuncio, donde el Buenos Aires Herald, único diario de habla inglesa que se publica en Latinoamérica desde que en 1876 lo fundara el escocés William Cathcart, lo fundió en el 2017, Cristóbal López.

Tuvo editores célebres como el británico Robert Cox, en 1978 obtuvo el premio María Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de Columbia y en el 2011 Cox fue galardonado con el Gran Premio a la Libertad de Prensa concedido por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) por su “larga trayectoria y valentía” en la defensa de la libre expresión. “El Buenos Aires Herald fue el primer medio de comunicación en informar, de manera abierta y sistemática, que el gobierno militar secuestraba personas y las hacía desaparecer”, dijo entonces Prensa Interamericana.

Si bien hace un tiempo estaba reducido a un semanario, ahora anunciaron su muerte definitiva. La caída en desgracia de este medio histórico que sobrevivió a las dictaduras, comenzó en el 2007 cuando lo compró otro palo blanco K, Sergio Szpolski y, un año más tarde, Orlando Vignatti. A principios de 2015, el grupo Indalo de Cristóbal López, lo adquirió para darle muerte de forma definitiva. 

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