“Los compañeros están con miedo, como cualquier chico que se enfrenta a esta situación de ver armas”, explicó María Rosa Sfeir, de la Dirección General de Escuelas, sobre el ambiente que se vive en el colegio Paula Albarracín de Sarmiento, donde dos menores de 14 y 16 años fueron descubiertos con armas en su poder.

El hecho, que el viernes tomó estado público, ocurrió durante la mañana del jueves y fue descubierto gracias a las preceptoras que notaron actitudes raras en los estudiantes.

Una vez que la dirección fue notificada, se llamó a la policía, que intervino y secuestró un revólver calibre 38 y un cuchillo de tipo carnicero, con una hoja de 23 a 30 centímetros.

Al parecer, los jóvenes habrían llevado las armas para defender a una compañera que había sido atacada días atrás por estudiantes de otro colegio cercano, y se esperaba un nuevo enfrentamiento de bandas. De todas maneras, desde la Comisaría 10ª de Maipú aseguran que esa es una de las posibilidades pero que siguen investigando.

Los alumnos asisten a primer y 2º año y están suspendidos temporalmente, pero la situación parece no tener marcha atrás.

Ahora deberán esperar la decisión del Consejo de Convivencia Escolar, que analizará el caso y les propondrá a los padres distintas alternativas para el futuro de sus hijos, seguramente en otra institución.

Sergio Acordino, padre de una alumna de primer año, compañera de curso de uno de los chicos, contó cómo vivió su hija la situación. “Me llamó totalmente asustada para que la viniera a buscar. Todos los chicos estaban asustados”.

El menor de 16 años quedó a disposición de la oficina fiscal, donde se le tomó declaración y luego fue remitido a la Comisaría del Menor. Además, se secuestró el arma y fue llevada a peritaje. El de 14 años fue derivado al Órgano Administrativo Local (OAL), para establecer las medidas que se tomarán.

El jefe de la Policía Distrital, Víctor Loyola, informó que hasta el momento sólo el joven de 16 años declaró. “Lo único que manifestó es que él compró el arma con sus ahorros y que días antes la estaba llevando al colegio, pero no nos dijo para qué la iba a utilizar. El revólver estaba cargado, así que si gatillaba o percutía, se disparaba”.

El funcionario policial especuló con que “debió comprar el arma en la calle”, porque no podría hacerlo legalmente, y confirmó que ninguno de los dos tiene antecedentes. Los padres se mostraron sorprendidos por lo que ocurrió y no hicieron declaraciones.

“Son conscientes”

Luis Reginato, psicólogo integrante del equipo técnico de la DGE, consideró que a esa edad “los jóvenes son conscientes del peligro y las consecuencias que puede causar portar un arma”. Aseguró que trabajarán con el gabinete del colegio para abordar la situación.

Muchos colegios

Raúl Álvarez, director de Tránsito y Prevención de Maipú, explicó que “en la zona hay un grupo grande de escuelas estatales a las que concurren aproximadamente 1.000 estudiantes por turno a cada uno de los institutos. Destacó que desde el miércoles, hay preventores trabajando en la zona.