El intendente de Bahía Blanca quedó, otra vez, al filo de reivindicar la última dictadura militar

El intendente de Bahía Blanca quedó, otra vez, al filo de reivindicar la última dictadura militar

Héctor Gay lamentó los índices de inseguridad que tiene el país y remarcó que se incrementaron “apenas recobrada la democracia”. No es la primera vez que declara al filo de la apología: hace un año habló de “subversión” y de “restaurar valores”.

El intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, de Cambiemos, lanzó esta semana una declaración muy polémica que lo pone al filo de reivindicar el accionar de la última dictadura militar, que asesinó, torturó y desapareció a miles de argentinos, una actitud que ya había tenido en el pasado.

Gay caracterizó a la última dictadura como "una época de no democracia" y remarcó que en esos tiempos no había inseguridad.

Esta semana, según publica el portal Infosexta a partir de declaraciones al canal 9 de Bahía Blanca, Gay reparó en que “apenas recobrada la democracia tuvimos un incremento paulatino de los índices de inseguridad”. Al borde de la nostalgia, Gay caracterizó a la dictadura como “una época de no democracia” en la que “la preocupación y la inseguridad era otra”.

Los antecedentes no ayudan al Jefe Comunal. Durante los actos del 25 de mayo de 2016 desempolvó la terminología de los viejos genocidas a la hora de hablar -según aclaró después- del narcotráfico. En esa ocasión, pidió durante su discurso "unidad" ante los "enemigos de adentro y de afuera" y aseguró que hay "grupos organizados" que buscan "subvertir valores y adueñarse de nuestros ideales y de nuestra juventud".

Para Gay, había entonces “enemigos importantes, de adentro y de afuera, los que responden a intereses personales y los que integran grupos perfectamente organizados que no tienen patria ni bandera, pero que sí quieren subvertir valores y adueñarse fundamentalmente de nuestros ideales y de nuestra juventud".

Sus dichos le merecieron el repudio de la oposición y de organizaciones de Derechos Humanos, lo cual motivó una rectificación: “Yo sé que la palabra enemigo es fuerte, pero de ninguna manera fue dirigida a un adversario político. El que trafica y está lucrando con la vida de los jóvenes sí es un enemigo para mi y para la sociedad”, aclaró.

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