Lammens consolida su desembarco porteño y negocia la vuelta a Boedo con Larreta

Lammens consolida su desembarco porteño y negocia la vuelta a Boedo con Larreta

El presidente de San Lorenzo tantea el terreno en la Legislatura para avanzar con la mudanza del estadio. El PRO busca dilatar el debate hasta después de las elecciones. La campaña troll en su contra. 

El presidente del Club Atlético San Lorenzo de Almagro (CASLA), Matías Lammens, consolida su intención de competir por la Jefatura de Gobierno. Mientras arma equipos pensando en la campaña, consulta a economistas y acumula recurrentes reuniones con referentes políticos porteños y nacionales. Días atrás fue foco de críticas por la relegada vuelta a Boedo de CASLA y se volvió a poner en primera plana su deseo de desembarcar en la política capitalina.

Sin embargo, el ansiado regreso de esa institución al terreno de la Avenida La Plata acaba de recibir apoyo político. Al menos, una promesa de “no obstruir” por parte del Gobierno porteño. El tema fue el menú principal de un almuerzo que compartieron Marcelo TinelliLammensHoracio Rodríguez Larreta y Diego Santilli.

El encuentro fue en los primeros días de diciembre y el anfitrión fue el conductor de televisión, que abrió las puertas de su casa para una charla “amistosa”. Lammens se fue de esa reunión con un eventual apoyo del Gobierno porteño para mudar el estadio hacia Boedo, pero Rodríguez Larreta quiere sepultar ese proceso hasta después de las elecciones. En la cabeza del alcalde anida una intención de evitar conflictos con los vecinos de la zona, renuentes a la construcción del estadio en un barrio residencial. Sin embargo, la razón de búsqueda para dilatar la cuestión es política: a sabiendas de su intención de competir por la Jefatura de Gobierno, el alcalde no quiere entregarle un triunfo político en plena campaña electoral.

Tanto en la gestión de Mauricio Macri como en la de Larreta, San Lorenzo gozó de un fuerte apoyo del oficialismo porteño y ahora va por el broche final: conseguir el aval de la Legislatura porteña, que controla el PRO, para obtener la rezonificación y empezar a construir. En paralelo, CASLA apura los trámites económicos y espera cancelar la deuda con Carrefour,

El proyecto entró a la Legislatura y, por la misma puerta y en cuestión de horas, viajó hacia la oficina del ministro de Desarrollo Urbano y Transporte, Franco Moccia. La Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura pidió que el Ejecutivo porteño observe la iniciativa. El oficialismo acudió a esa herramienta burocrática para ganar tiempo, a la espera de una decisión final del Gobierno. Larreta le prometió a Lammens que sus legisladores acompañarán la rezonificación, pero le advirtió que ningún edil del bloque Vamos Juntos. Esa faena quedará para la oposición y todo indica que quien tome la iniciativa sea el diputado kirchnerista Leandro Santoro, hincha y socio del cuervo. A la hora de la votación en el recinto se descuenta un apoyo del resto de los bloques opositores y también del oficialismo.

De hecho, fue Santoro quien le recomendó a Lammens esperar hasta marzo para presentar el proyecto. San Lorenzo avanzó y el expediente ingresó a fines de diciembre ¿Ya contaba con el respaldo de Juan Nosiglia? El radical y el empresario bodeguero se conocieron hace años en los pasillos del Nacional Buenos Aires donde ambos estudiaron. Santoro teje con los ediles opositores y piensa retomar la discusión cuando se inicie el año parlamentario, aunque hay diálogos avanzados con la Unión Cívica Radical (UCR) porteña. Sin embargo, el proyecto se aprueba con mayoría simple, aunque Larreta también le aclaró a Lammens que la iniciativa debe cosechar el máximo consenso posible. De todas formas, su aprobación depende de un procedimiento de doble lectura: una vez que consigue sanción inicial debe pasar por instancia de audiencia público y, finalmente, vuelve al recinto para obtener luz verde.

Al margen de la negociación política, San Lorenzo tiene que resolver sus compromisos financieros y burocráticos ante el Estado porteño, como firmar la escritura que lo acredite como dueño del terreno de Avenida La Plata. En los próximos meses cancelará su deuda de dos millones de dólares con la empresa francesa, que aceptó abrir una tienda de mucha menor escala en la esquina en donde se planea construir un estadio "modelo, urbano e integral". El boleto de compra ya fue redactado, pero la oposición a Lammens denuncia que el dinero no alcanza y que el proceso de construcción se retrasará. Nadie arriesga una fecha, pero el presidente de CASLA quiere culminar su mandato con esos trámites resueltos y los primeros ladrillos de la nueva casa del club.

El gobierno de Larreta estudia abrir oficinas de Gobierno y un destacamento de la Policía de la Ciudad, El plan de Lammens consiste en construir un "estadio 365" que funcione todos los días del año y esté rodeado de centros culturales, comercios y una escuela. Un concepto que vio en su visita al estadio del Espanyol de la ciudad de Barcelona. Sin embargo, el Gobierno sostiene que es lo contrario a lo que se hace en Europa, como el estadio del Atlético Madrid (Wanda Metropolitano), construido a las afueras de la capital española. Durante años fue el argumento central de la gobernación porteña, que Lammens buscó rebatir ante Larreta cuando le adelantó que trabaja en una cancha que "no sea una mole de cemento", que pueda contribuir como un nuevo elemento de la zona.

La idea todavía genera urticaria en los vecinos, que advierten que la mudanza generará un caos de tránsito e inseguridad. Por esa razón, Rodríguez Larreta acompañará con los votos de sus legisladores una vez que culminen los comicios en los que buscará la reelección y, fundamentalmente, no quiere regalarle a Lammens un triunfo propio durante una campaña electoral que los pueda encontrar como rivales.

Los planes y los plazos de Lammens no coinciden con el diseño de la campaña de Rodríguez Larreta y Santilli, que prefieren estirar el debate para octubre. Tinelli, aunque el alcalde lo persuade para que espere, alimenta rumores de una eventual candidatura y también pide posponer la discusión para alejarla de la disputa electoral. Mientras el conductor de Showmatch recorre la provincia, el presidente de San Lorenzo está decidido a competir en 2019 y acumula reuniones con referentes nacionales y porteños. Se imagina como el candidato a jefe de Gobierno de un espacio que contenga al progresismo y al kirchnerismo y que se uniría por su cuestionamiento hacia el PRO. Una especie de antimacrismo no kirchnerista. A propósito: ¿en qué quedó su charla pendiente con Martín Lousteau? El economista lo busca, pero Lammens esquiva e incrementa sus diálogos con otro ex ministro de Economía: Roberto Lavagna, que hace días se fotografió con el socialista Miguel Lifschitz en Cariló.

El jueves 3 de enero, con la agenda política frenada, una cascada de mensajes en Twitter cuestionaba a Lammens por su gestión en el club y lo acusaba de utilizar a San Lorenzo como trampolín político. Lo que empezó como un reclamo genuino de hinchas en cuestión de horas fue la principal tendencia de conversación en esa red social dentro de la República Argentina. En las huestes del presidente sospechan de algún apoyo político para que el hashtag #LammensChanta superara los 12 mil tweets ese día. “Asomó la cabeza y se lo hacen pagar”, evalúan.

Al mismo tiempo, un grupo de dirigentes, referentes políticos y periodistas usaron la misma plataforma para defender al presidente de San Lorenzo. El oficialismo de CASLA aduce un presente futbolístico complejo como la razón de los cuestionamientos, pero la oposición en el club retruca con críticas por la demora en el proceso de la vuelta a Boedo y la gestión económica del club. Lammens responde con una encuesta de reciente elaboración en la que su gestión es aprobada por 65% de los socios y cree que esa ola de críticas en redes sociales comenzó como un descargo real de socios del club que dirige, pero luego devino en "ataque de trolls" que lo fortalecen y lo terminan instalando como figura política.

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