Desde mayo del año anterior la explotación está a cargo de la empresa Playa de Camiones Quequén Sociedad Anónima (grupo Guillermo Martínez) que habría procedido en incumplimientos. Esos son los darían lugar a municipio que conduce Facundo López para proceder a anular la concesión, evaluando que los costos por la rescisión no serían tales de verificarse aquellos incumplimientos del privado. Tan avanzada está la idea que ya hay un hombre de confianza de López conociendo cómo es el funcionamiento y la logística de dicha playa. El funcionario está anotado en un cuaderno todo tipo de detalles de la operatoria del establecimiento, donde ya constan iregularidades varias como por ejemplo: no entregar documentación con barra de seguridad a los transportistas y a cambio darles un ticket casero para su ingreso. En caso que el camionero les pida una mayor formalidad le extienden una factura de monotributista, por ejemplo.

No se han cumplido algunas obras previstas para este tiempo de concesión y muy poco ha cambiado del chiquero original a este privatizado donde, el primer perjudicado es el camionero.

La movida de la gestión López sería audaz, pues interrumpiría una explotación que debe extenderse hasta el ejercicio 2045 (es decir por 30 años), con un canon de 125.000 pesos mensuales. El municipio, ahora, considera que teniendo la explotación a cargo esa suma sumaría muchos pesos más y sería dinero fresco a las empobrecidas arcas municipales. Las correspondientes actas de traspaso a manos privadas se registraron el 11 de mayo del año anterior firmando por el municipio representantes de la anterior gestión Vidal: Juan Carlos De Francisco como secretario de Gobierno: Ernesto Povilaitis subsecretario de Asuntos Legales e integrantes de Patrimonio de la comuna.

El pendular futuro de la playa de estacionamiento volvería a cobrar vida pues desde que se revocara la añeja concesión a la firma Laime  y que este el servicio quedara en este lapso a cargo de la comuna de Necochea, la playa de camiones municipal de Quequén retornó a una administración privada (por parte del monopolio G. Martínez) durante un mefítico (maloliente) proceso de adjudicación. A menos de un año de la privatización, el municipio analiza municipalizar nuevamente dicha explotación. No habría que pagar indemnizaciones, pues los actuales trabajadores pertenecen a la empresa Playa de Camiones, lo que habilitaría a dar otro paso firme en pos de recuperar el chiquero.