“Los pacientes se encuentran clínicamente bien, están internados en la Unidad Coronaria del hospital, en aislamiento como corresponde a estos casos, y con tratamiento inmunosupresor, es decir que se les administra un grupo de medicamentos para regular la respuesta inmunológica y así evitar el rechazo del riñón trasplantado”, explicó el nefrólogo, Ramiro Korsunski, integrante del equipo médico que intervino en ambas cirugías.

Los órganos fueron procurados desde Quilmes y La Plata, provenientes de donantes cadavéricos y todo el operativo de recepción fue supervisado por el equipo de especialistas del “Penna” que, en 7 años, realizaron un total de 24 trasplantes renales. En el año, explicaron, ese servicio realiza un promedio de 5 o 6 trasplantes y apunta a alcanzar las 12 intervenciones anuales.

La Unidad del “Penna” comenzó a funcionar en 2009, y realiza este tipo de procedimientos tanto con donantes vivos como cadavéricos. Allí mismo se efectúan los procesos de ablación, preparación del órgano y trasplante. Antes, para poder trasplantarse, los pacientes debían viajar al hospital provincial “San Martín” de La Plata.

Luego de la cirugía, los pacientes reciben el control y seguimiento de su evolución post trasplante por parte de los profesionales del Servicio de Nefrología del mismo hospital por consultorio externo. De esta manera, tienen la posibilidad de realizar el procedimiento completo; desde el trasplante hasta su posterior supervisión médica en el mismo establecimiento sanitario.