Dentro del paquete de leyes que se aprobó días atrás en la Legislatura bonaerense, Cambiemos logró sancionar modificaciones al Régimen Provincial de Responsabilidad Fiscal Municipal, una reforma que generó más rechazos por parte de los intendentes que el presupuesto 2018 en sí mismo y el endeudamiento pedido por la gobernadora Vidal. Esta norma obliga a los ajustes en las comunas, algo resistido por la mayoría de los jefes comunales.
La razón del enojo de los intendentes es sencilla: la norma votada explicita que los municipios que no adhieran al régimen de responsabilidad fiscal no podrán recibir "asistencia financiera provincial y/o nacional". En otras palabras, que no recibirán ni adelantos de la coparticipación provincial por parte de la Gobernación ni Aportes del Tesoro Nacional (ATN) de parte del Ministerio del Interior. El rechazo de los jefes comunales se basa en que entienden que el nuevo régimen limita su autonomía a la hora de contratar personal, fijar tasas municipales o aumentar el gasto, por citar sólo algunos ejemplos.
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