La Provincia pretende imponer el expediente electrónico

La Provincia pretende imponer el expediente electrónico

Desde el Gobierno aseguran que en 2018 ya no habrá ningún trámite en papel. El bono de sueldo y el Boletín Oficial ahora en soporte digital.

Todo empezó con el bono de sueldo de los estatales, que en diciembre de 2016 se dejó de imprimir; un mes después fue el turno del Boletín Oficial, que en enero de 2017 también empezó a tener vida sólo en internet.

La idea original de Alfredo Cornejo era que el 1 de julio pasado todas las tramitaciones del Estado fueran en formato virtual, sin usar papel. El día llegó y no estaban las condiciones para arrancar; por eso lo prorrogó al 31 de diciembre de 2017. 

Es decir que a partir del primer día de este año, el Gobierno no hará ningún trámite en papel. Los que ya están hechos en papel, terminarán en la vieja forma. Los que se inicien nuevos serán en la vía electrónica. Al menos es lo que jura el entusiasta subsecretario de Gestión Pública y Modernización del Estado, Ulpiano Suárez.

En voz baja se indica que por un tiempo sobrevivirán las viejas formas del papel, porque sobre la marcha se van viendo los desacoples del nuevo sistema que son salvados a la vieja usanza. Pero todos los consultados juran que en poco tiempo ya no existirá el papel en la administración.

En el Gobierno disparan que ya tienen 26 mil expedientes electrónicos conformados con 252 mil documentos electrónicos que contienen información equivalente a la que contendrían unas 750 mil hojas de papel. Son 1.500 resmas que pesan tres toneladas y media; que representan unos 100 árboles.

A 140 pesos por resma (precio estimado, aunque se pueden conseguir más baratas), son más de 200 mil pesos los que se han ahorrado en esos trámites iniciados por la vía virtual, sin contar el costo de toner de impresora.

En la mira del Gobierno hay dos proyectos a cumplir en 2018: el trámite a distancia, por computadora desde la casa o por smartphone y la ventanilla de atención única, algo así como una gran mesa de entradas que servirá para iniciar cualquier trámite y ahorrarse el paseo por distintas dependencias públicas. 

La nueva ventanilla única ya tiene ubicación proyectada: cuando la Administración Tributaria Mendoza (ATM) se mude al nuevo edificio ubicado al lado del Centro de Congresos y Exposiciones, en el espacio liberado se ubicará la nueva dependencia.

La historia empezó con el decreto 1.756 del 5 de diciembre de 2016. Allí Cornejo estableció los primeros pasos para avanzar en este nuevo paradigma de gestión y los primeros objetivos para llegar al expediente electrónico en toda la Administración pública para el 1 de julio pasado. Pero la tarea se demoró.

El 30 de junio del año pasado Cornejo firmó la prórroga en el decreto 1075. Allí se fijó la nueva fecha para que toda gestión de la Administración Pública se realice sin papel: el 31 de diciembre pasado.

Hasta ahora las dependencias que han adherido y deberían cumplir con la eliminación del papel son los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, además también de Irrigación. 

El ahorro de papel es uno de los estandartes. La cuenta del Gobierno dice que para Boletín Oficial se ahorraron 300 hojas de papel de diario, unas 1.900 resmas, unas 4,75 toneladas, unos 71 árboles se mantuvieron en pie por eso; en plata son 260 mil pesos. 

Para bonos de sueldo 1.650.000 hojas por año, unas 3.300 resmas que representan 8,25 toneladas, unos 124 árboles sobrevivieron. En costo de resmas, 460 mil pesos.

Estos 195 árboles se suman a los 100 que se salvaron con los expedientes electrónicos ya iniciados.

A eso hay que sumar lo que se ahorraría de acá en más. Cada año en la Administración Pública se hacen tres millones de pases de expedientes de una dependencia a otra; cada uno de esos pases, con dictámenes u otra información, implica el uso de unas tres hojas de papel; es decir unas 9 millones de hojas dejarán de usarse, equivalentes a 18.000 resmas que pesan 45 toneladas: para elaborar esa cantidad de papel deben talarse 675 árboles. En plata, 2,5 millones de pesos por año.

Si se suman los 295 árboles que se salvaron con anterioridad a los 675 de lo que se salvarán este año, serán unos 970 ejemplares que no serán talados para obtener la celulosa con la que se hace el papel.

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