El esquema global en materia de infraestructura que tiene en ejecución el líder de Unión por Córdoba para el período 2016/2019 incluye erogaciones por 5.746 millones de dólares, con eje en la construcción de rutas y caminos (44 por ciento del total), la construcción y terminación de los gasoductos troncales (15 por ciento) y la ampliación de la red de cloacas para las principales ciudades (9 por ciento).

 

Ahora, al ingresar en la segunda y última mitad de su actual estadía en el Panal, el mandatario provincial muestra en su mapa de ruta de gestión la determinación de avanzar fuertemente con este plan de trabajos que, junto a la política de promoción y contención social, vienen siendo los pilares para mantener desde 1999 a Unión por Córdoba en el poder.

 

RELACIONADASPara los estatales de Córdoba, una suba del 12% es insuficienteEstán pendientes $ 5.554 millones de la Nación para financiar obrasLa buena noticia es que quieren seducirlo

 

De cumplir con el cronograma que tiene previsto el mandatario, las promesas emblemáticas de la anterior campaña electoral quedarán cristalizadas en 2019, precisamente justo cuando haya un nuevo turno electoral en la Provincia.

Esa mecánica replica la lógica de todas las administraciones, intentando coronar en el último año lo planificado para todo el período. Esta aceleración en la concreción de las obras está plasmada en el proyecto de presupuesto 2018 que esta semana el ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, presentó a la Unicameral.

La previsión del oficialismo es aprobar la “ley de leyes” en la primera semana de diciembre.

En esas planillas está desglosado el plan que se llevará a la práctica. En materia de infraestructura, se proyecta una inversión en obras por 40.485 millones de pesos.

En esa masa de recursos, la prioridad se asigna a la red vial. Con un total de rutas y caminos de 19.600 kilómetros, el 35 por ciento de los recursos (unos $ 14.170 millones) irán a la conservación, restauración y mantenimiento de las carpetas asfálticas.

Entre los trabajos detallados, se contemplan caminos de la red firme natural y tareas de rehabilitación y mantenimiento de tramos viales de distintas rutas provinciales, como la 3, la 4, la 14, la 16, la 30, y también nacionales, como la 9.

Dentro de ese paquete hay varias, en especial las más importantes, que son ejecutadas con promesas de aportes de fondos por parte de la Nación. Se trata, por ejemplo, de la reciente terminada autovía Córdoba-Río Cuarto, las obras del cierre de la avenida de Circunvalación, la autovía de la variante Costa Azul y el camino de la bajada de las Altas Cumbres.

El propio gobernador y algunos de sus principales funcionarios vienen reclamando por la demora en el envío de recursos y subrayan, sin confrontar, que confían que esos miles de millones de pesos llegarán y que, mientras tanto, los trabajos se afrontan con recursos propios.

Cloacas y gas

Otros dos puntos importantes en materia de infraestructura se llevan las cloacas y los gasoductos.

El plan de ampliación de la red cloacal está actualmente en obra en la ciudad Capital. Ese proyecto tiene un presupuesto de 4.049 millones de pesos, de los cuales la Nación se comprometió a aportar el 67 por ciento del total de la obra.

Además, en ciudades importantes como Río Cuarto, San Francisco y Villa Carlos Paz se proyectan las construcciones de desagües cloacales. En estos casos, el esquema de financiamiento es similar al de la ciudad de Córdoba: Nación debe poner el 67 por ciento, mientras que el 33 restante le corresponde a la Provincia.

En tanto, los gasoductos troncales, la principal obra y promesa de campaña de Schiaretti, tienen asignados en el presupuesto 2018 el 10 por ciento de los recursos totales proyectados, unos 4.050 millones de pesos. Esta obra también tiene comprometidos recursos de Nación (33 por ciento), aunque llegarán en la etapa de amortización de la obra, según lo acordado.

La construcción de los sistemas troncales de los gasoductos es un emblema para Unión por Córdoba, prometida y postergada por falta de crédito en gestiones pasadas. Ahora, con polémica incluida por la participación de la brasileña Odebrecht, los trabajos avanzan al ritmo acordado y Schiaretti confía en que podrá cumplir con la palabra de llevar más gas a la Capital, pero en especial a cientos de localidades del interior.