El temor a la muerte por coronavirus y los antecedentes

En la extensión del aislamiento social preventivo y obligatorio, el presidente destacó que sin confinamiento los decesos podrían llegar a 15 mil. Por año, desde 2015 a la fecha, fallecen más de 30 mil argentinos por enfermedades como la influenza y neumonía. El escenario y la perspectiva del ministerio de Salud.

"Si hacíamos lo que hizo Suecia hubiéramos tenido 13.900 muertos. Cuando escuchen decir 'sigan el ejemplo sueco', sepan que los 3 mil muertos suecos equivalen a 13.900 muertos en Argentina", lanzó hace unos pocos días el presidente Alberto Fernández. Lo hizo, al anunciar la nueva etapa de aislamiento social preventivo y obligatorio acompañado por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Vale recordar que, la fase que venció el pasado 10 de mayo y se extendió hasta el 24 de este mes, encontró a la provincia de Buenos Aires fragmentada en dos. Es decir, la región del Area Metropolitana Buenos Aires (sumado General Pueyrredon) mantuvo la fase 3 por la característica demográfica y de contagios, mientras que el interior bonaerense ingresó en la fase 4 con mayores flexibilizaciones.

En ese marco, los dichos del Jefe de Estado fueron sustentados por los mandatarios distritales que lo acompañaron en la toma de decisiones y en el anuncio de las medidas. El puntal de la decisión administrativa nacional hace hincapié justamente en la alta cantidad de decesos que se podrían producir. 

No es la primera vez que Alberto recurre a dicho paradigma. “Entre la salud y la economía, elegí la salud”, sostuvo el Presidente a los pocos días de la primera etapa de cuarentena, antes de finalizar el mes de marzo.

Con dicho escenario, el último estudio de Estadísticas Vitales del ministerio de Salud de la Nación, que incluso lleva la firma de Alberto Fernández, arrojó que en el año 2018 fallecieron más de 30 mil ciudadanos producto de enfermedades virales que atacan al sistema respiratorio como ahora ocurre con el virus COVID-19. En definitiva, en el último relevamiento realizado, en el país fallecieron 31.916 personas afectadas por Neumonía e Influenza. De ese número, en la provincia de Buenos Aires se produjeron 14.422 decesos, casi la mitad del total fueron en el territorio bonaerense.

Si bien los números oscilan en los últimos cuatro años, la cifra de decesos por Neumonía e Influenza ascendió de una base de 27 mil a superar la barrera de los 30 mil y llegar incluso a 33 mil. En la Provincia, el menor registro fue en el borde de los 12 mil para luego posicionarse sobre más de 14 mil fallecidos por año.

En ese escenario, desde la actual conducción del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Daniel Gollan, explicaron a LaTecla.info que “por el ciclo natural de la vida, todos los años mueren miles de personas en Argentina y una de las causas que desencadena el deceso es la gripe que, por lo general,  empeora un cuadro previo o una patología preexistente. La cantidad de muertes por influenza y neumonía es normal que sean 30 mil al año aproximadamente”.

Claro está, la situación actual que atraviesa el país y el territorio bonaerense, con una tormenta perfecta entre la pandemia viral y la crisis económica, deja el escenario un tanto más complejo. La caída de la actividad y la disminución en los ingresos de la sociedad se vuelven un factor clave.

Por caso, la Consultora Circuitos que conduce Pablo Romá, arrojó que durante la pandemia casi un tercio de la sociedad vio mermado su ingreso mensual. El 35, 6 por ciento no está recibiendo su ingreso, mientras que el 21, 3 por ciento solamente recibe parte de su ingreso mensual. Es decir, más de la mitad de la población empleada (56,9 por ciento), no recibe su salario de manera normal. En otras palabras, los ingresos mermaron y, entre otras cosas, la salud y prevención se torna más complicada en una situación de vulnerabilidad financiera.

En ese marco, desde la cartera sanitaria señalaron que “es probable que haya un sector que no pueda acceder por eso el Estado está desplegando grandes operativos de entrega de medicamentos. Igual, haciendo foco en las enfermedades respiratorias, el impacto de esa variable es mínimo porque son patologías que no necesitan grandes tratamientos”.

De esa manera, remarcaron que los números que manejan internamente y en comparación “con otros años de pandemia, lejos de hacernos pensar que vamos a tener más casos de enfermedades respiratorias, nos demuestra que puede haber menos por la cantidad de medidas poco habitual que toman los ciudadanos. En la última epidemia del 2009, bajaron las enfermedades respiratorias durante ese invierno”. En plena Gripe A, los decesos por Neumonía e Influenza fueron 18.755 en todo el país y 7.129 en la provincia de Buenos Aires.

Por su parte, el infectólogo Ricardo Teijeiro detalló a este medio que “la diferencia” entre la situación que se atraviesa con el coronavirus y otras enfermedades virales, es que el virus de COVID-19 “es totalmente desconocido lo que puede provocar. Nadie puede decir la cantidad de muertos o de contagios y conocer las secuelas que pueda presentar en quienes se hayan contagiado”.

“La gripe ya tenés determinado a las poblaciones de riesgo, hay tratamientos comprobados. Incluso si la influenza se torna más compleja, también tenés la manera de afrontarla. Los pacientes tienen la posibilidad de tener un tratamiento. Esos 14 mil muertos por año (en la Provincia) tuvieron tratamiento, hay que ver las causas de cada uno. Pero con el coronavirus lo desconocemos, no tenemos tratamiento, nadie puede decir cuántos muertos puede haber”, abundó.

Asimismo, el especialista señaló que el actual confinamiento que mantiene la sociedad comenzó a impactar en los índices de contagios de otras enfermedades. “Hay una disminución muy importante de las enfermedades virales al estar la gente encerradas en sus casas”, cerró.

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