Pues aumentan día a días situaciones raras, oscuras, violatorias de derechos individuales y colectivos, pero sobre las cuales las máximas autoridades educativas parecen no querer actuar.

Patiño Insistió que sobre estas cuestiones -a pesar de no tener licencia gremial- vamos casi diariamente a distintas oficinas y niveles del Ministerio a tratar de lograr solución a cuestiones simples agrandadas por la inacción e ineficiencia de algún funcionario muy bien pago y que dice defender el modelo del gobierno provincial. “Pero somos plenamente concientes que hay cuestiones de fondo y de política que ni siquiera se adecuan a lo que expresa el gobernador, a quien escucho atentamente cada vez que puedo”, dijo Nilda Patiño, “precisamente para conocer cuáles son los lineamientos que plantea”.

Agregó además que: “Podríamos exponer sobre muchísimas situaciones, pero solo mencionaremos algunas, como la de los docentes de la Escuela Normal que están trabajando desde febrero y hasta hoy no tienen la designación legal para estar en el aula, por lo tanto tampoco están cobrando y ni van a cobrar el sueldo y menos el aguinaldo que anunció el Gobernador. En estos casos, las calificaciones que estos docentes registren tampoco serían válidas, porque en el sistema no están registrados. En la junta de Clasificación que califica a los docentes está una persona que no tiene título docente y así podríamos seguir”.

Dijo también que: “En la Epet N° 2 hay docentes preparados y máquinas para que se dicte ya un secundario valioso donde los jóvenes egresen con título nacional que los acredite como profesionales en el diseño y confección del vestido. No demandaría más erogaciones, sería un golazo político del gobierno y un beneficio para todos, más allá de los jóvenes que tendrían esta formación cuando el rubro de la confección es el más crece en el país. Pero no se concreta por que hay funcionarios y la propia directora que no creen en el proyecto del gobernador, no quieren y tampoco cumplen lo que el gobernador ya habría ordenado, que se abra en el 2012”.

En otro orden de cosas afirmó que: “Es inexplicable, por que se “desarma” el taller de diseño y confección del vestido si está este proyecto, porqué se envía al personal a cumplir funciones administrativas y si se producen vacancias por renuncia o jubilación se “transforma” el cargo para dejar todo desierto si algún día se decide concretar. Mientras, uno lee en los periódicos que visitan nuestra ciudad, en emprendimientos privados, diseñadores de indumentaria que dictan cursos arancelados con éxito. Es decir, hay interés, y el estado se corre, no da respuesta y deja el lugar para que particulares hagan ganancias.

El caso llamativo de la EPES 33

La referente gremial dijo además que: “Otro caso muy llamativo es de la Epes 33 del Mariano Moreno, donde docentes-verdaderamente profesionales-preocupados por la calidad educativa se dirigieron a la directora interina por nota, solicitando información sobre la situación administrativa de algunos alumnos, preguntando concretamente sobre la regularidad y asistencia”.

Agregó luego que: “La respuesta de la directora fue ordenar prevención sumarial a cada uno de los docentes que firmó la nota. Todavía se están preguntando qué hicieron mal, si sólo preguntaron algo relativo a sus funciones y asumiendo todas las responsabilidades, más aún cuando lo conversaron previamente con la señora y fue sugerencia de ésta que se dirigieran formalmente, pues así le solicitó a una docente a quien fue a ver en su domicilio y luego al cuerpo de docentes en un recreo. Es más, habría sido la propia directora quien les enumeró una serie de irregularidades supuestamente cometidas en la gestión anterior, y que por ello necesitaba un documento para iniciar las investigaciones”.

Finalmente expresó que: “Esta actitud demuestra lo que venimos diciendo, en vez de ir a fondo a ver que sucedió, se culpabiliza a quien pregunta sobre una situación. La autoridad no asume su rol, quiere usar de escudo a los colegas, propicia la pelea entre su propio cuerpo docente, y pretende quedar como la buena de la película. Ella se habría visto obligada a investigar por culpa de los colegas preguntones. Los supervisores no deberían desconocer las situaciones, y su silencio los convierte en cómplices. Por eso, reflexionó Patiño es grave lo que nos sucede, vemos las irregularidades, sabemos que algo hay que hacer. Lo hacemos y los culpables somos quienes averiguamos como profesionales y ciudadanos. Mientras, quienes asumen cargos y cobran por ello se lavan las manos”.