El denominador común en este último año fue el marcado aumento en los combustibles y la fuerte devaluación del peso: el alza del gasoil ya superará el 53%, debido a los dos incrementos continuos registrados en agosto. “El petróleo y el gas mayorista se constituyen en el segmento que lidera los ajustes, con aumentos muy significativos: un alza del 80.5 % y del 97% en el transcurso del año y en los últimos doces meses, respectivamente. Bajo este escenario, estos precios del combustible y su esquema ‘desregulación-alineamiento con los precios internacionales’ que rige en el mercado de hidrocarburos desde el 1 de octubre de 2017, dejan al transporte en una situación cada vez más comprometida, al igual que el resto de la economía”,señala el informe de la Federación.

Con respecto al segundo factor que impulsó el incremento de la inflación, fue el salto del dólar por encima de los $30, acumulando una suba del 50% en apenas cuatro meses y de un 65% si se tiene en cuenta desde noviembre de 2017. “En el transcurso de 2018, en efecto, se sucedieron cuatro fuertes devaluaciones (marzo-18 TC: $ 20.5.-; mayo-18 TC: $ 25.5.-; julio-18 TC: $ 28.5.-; agosto-18 TC: $ 30.5.-) que denotan una marcada depreciación, incertidumbre cambiaria y posterior traslado a precios internos”, indica el comunicado.

El informe reitera que la suba de precios se transmite y afecta a todos los sectores que participan de la actividad económica, no sólo al transporte, que ya se encuentra en una situación de emergencia, peligrando su competitividad.