La Encuesta Permanente de Hogares correspondiente al segundo trimestre de 2015 reveló que la informalidad laboral se estancó en términos relativos, pero volvió a expandirse en cantidad de personas, involucrando ahora a más de 4,4 millones de trabajadores de los casi 13,5 millones ocupados como asalariados.

Uno de los factores que impiden romper con el núcleo duro de uno cada tres asalariados que se ocupa en la informalidad, muchos en condiciones precarias, pero también otro tanto como complemento de una tarea formal, es la persistencia de leyes laborales que imponen enormes costos a las empresas, como las contribuciones patronales.

Una alternativa que advierte la dirigencia empresaria como mecanismo para alentar la formalidad, en particular en el sector donde tiene mayor relevancia, como en el caso de las pequeñas y medianas actividades productivas, es permitir contabilizar a cuenta de impuestos a las Ganancias e IVA esos cargos.

Pero también se agregó en los últimos tiempos la decisión de una creciente presión tributaria sobre la nómina salarial, porque induce a parte de los trabajadores a "negociar" con sus empleadores ajustes "en negro" para no tener que sufrir la cuasi confiscación de la AFIP de parte del fruto del trabajo.

LAS LEYES LABORALES Y LA CRECIENTE PRESIÓN TRIBUTARIA IMPIDEN BAJAR LA INFORMALIDAD LABORAL

Cabe recordar, que la EPH había detectado un modesto aumento del empleo total en 1,18%, desagregado en una expansión en casi 2% del segmento asalariado y destrucción de 1,4% de los trabajadores independientes, principalmente pequeños emprendedores que no pudieron prosperar en sus actividades como autónomos.

Esos movimientos determinaron que la legión de asalariados se expandió en el último año, a junio, en 261 mil personas, de los cuales 175 mil lo hicieron en la formalidad, esto es con aportes al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, Obra Social y regularmente cubiertos por el Sistema de Accidentes de Riesgo del Trabajo, y 86 mil en negro.

Si se agregan los trabajadores independientes, se estima que el empleo no registrado afecta a casi 7 millones de personas, repitiendo la cantidad de un año atrás, pero eleva el total de los excluidos de las leyes laborales a 39,5% de los ocupados.

CON LOS TRABAJADORES AUTÓNOMOS EL EMPLEO EN NEGRO SE AMPLÍA A UNO CADA 2,5 OCUPADOS

La EPH mostró que en el segundo trimestre se incrementó el empleo asalariado en negro respecto de un año atrás en las regiones del Gran Buenos Aires, de 32,6 a 33,3%; Cuyo de 35,2 a 36,5% y en el Noreste de 35 a 35,5 por ciento.

Por el contrario, se redujo la informalidad de los ocupados en relación de dependencia en las regiones del Noroeste de 41,5 a 39,5%; Pampeana de 32,2 a 31,3% y en la Patagónica de 19,1 a 18,4 por ciento.

En el desagregado por la magnitud de los aglomerados urbanos, el sondeo del Indec dio cuenta de que el empleo asalariado en negro se expandió en los de más de 500 mil habitantes de 33,7 a 33,8% del total del segmento; mientras bajó de 30,4 a 30,2% en los distritos más pequeños.