Las OSC y los adultos mayores

Las OSC y los adultos mayores
Hacia una nueva vejez. Representan una décima parte de la población argentina, pero son pocas las organizaciones que los tienen como destinatarios de sus proyectos. El aumento en la expectativa de vida hace que cada vez sean más, aunque muchos los consideren débiles e improductivos. Qué se hace por los ancianos desde el sector social.

Desde Argentina hasta Japón, desde Canadá hasta Sudáfrica, con distintas velocidades y proporciones, la gente vive cada vez más años. Por lo tanto, las personas mayores de 65 cada vez representan una parte mayor de la población de cada país. En Argentina, son más del 10 por ciento del total de los habitantes, y la tendencia se acentúa. Tercer Sector dialogó con distintas organizaciones que trabajan por los adultos mayores, que proponen cambios en la mirada que la sociedad tiene sobre los ancianos, para que dejen de ser vistos como inútiles, abuelitos o seres pasivos sobre los que se puede decidir sin consultarlos. Como los tiempos próximos mostrarán un planeta envejecido, hoy, hablar de adultos mayores es hablar de futuro.

La Fundación Navarro Viola (FNV), desde su nacimiento, en 1973, tiene como un eje central la promoción de los ancianos. La directora de la entidad, María Eugenia Herrera Vegas, asegura: “La temática de la vejez no es un tema muy absorbido por las OSC. El sector social no se ha interesado lo suficiente sobre esto y, en general, se sabe mucho más de los primeros cinco años de vida que de los últimos 30”. Esta Fundación organiza un premio bienal de proyectos para personas mayores, que en su edición de este año otorgó 250 mil pesos a 7 emprendimientos diferentes.

La edición 2012 del Premio Bienal de la FNV giró sobre el eje de la educación en y para adultos mayores. Fueron distinguidas iniciativas del Centro de Promoción del Adulto Mayor de Córdoba (Cepram), de Cruzada Patagónica, de la Universidad de Lanús, de la Municipalidad de Rosario, del Malba, de la Asociación Emilia Villeneuve de Lomas de Zamora y de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

“Priorizamos las organizaciones que tienen trabajo permanente con ancianos, que sea gente que conoce los tiempos y las formas de aprender de los viejos”, dice Herrera Vegas, quien recuerda que en otras ocasiones detectaron, por parte de algunas entidades del sector social, más “avidez por los recursos que interés genuino en los mayores”. Recibieron 25 propuestas de proyectos, cuya duración va de los 3 a los 6 meses.

El Cepram de Córdoba fue una de las instituciones premiadas, con su proyecto Derechos andantes, que implica realizar una campaña de conocimiento, difusión y empoderamiento de personas mayores. Grupos de voluntarios formados por ancianos y jóvenes, con materiales audiovisuales, gráficos, recursos escénicos y juegos llevarán adelante este plan de educación comunitaria para que la sociedad conozca y cumpla los derechos de las personas de edad avanzada.

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