El FMI analizará el impacto fiscal de nueva moratoria previsional

El FMI analizará el impacto fiscal de nueva moratoria previsional

Los técnicos del Fondo esperarán hasta cruzarse con los altos funcionarios argentinos que viajen para participar de la cumbre conjunta del FMI y el Banco Mundial de Primavera de Washington. El Gobierno asegura en este tema que no habrá que aumentar el gasto previsional (ya quebrado entre ingresos y erogaciones) más de un 0,2% del PBI.

Por Carlos Burgueño

Los negociadores argentinos ante el Fondo Monetario Internacional lograron en las últimas jornadas un objetivo no menor: que la moratoria previsional no sea objetada por el organismo, y que los técnicos que fiscalizan los números argentinos acepten esperar hasta abril o mayo para pronunciarse sobre el régimen que aprobó la semana pasada el Congreso Nacional. Los técnicos del Fondo esperarán hasta cruzarse con los altos funcionarios argentinos que viajen para participar de la cumbre conjunta del FMI y el Banco Mundial de Primavera de Washington para evaluar de manera definitiva la marcha de la meta de cumplimiento de un déficit fiscal para todo el año de no más de 1,9% del PBI. Y, si ese porcentaje va camino a lograrse, no se cuestionará la decisión de incorporar al sistema jubilatorio a las casi 800.000 personas que según la nueva norma podrían sumarse al régimen previsional vigente.

Mientras tanto, quieren saber dos cuestiones vinculadas con la decisión. Primero, el verdadero impacto fiscal de la medida. El Gobierno asegura en este tema que no habrá que aumentar el gasto previsional (ya quebrado entre ingresos y erogaciones) más de un 0,2% del PBI, y que recién a ese porcentaje se llegaría a mediados de 2024. Afirman además desde Buenos Aires que ese gasto podría incluso ser menor ya que habría menos personas que tramitarían sus jubilaciones a través de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) destinada a aquellos que no están en condiciones de jubilarse, la cual otorga un monto equivalente al 80% de la jubilación mínima.

El segundo capítulo a evaluar tiene que ver con una situación macro. El FMI está observando que la recaudación impositiva general está evolucionando por debajo de la inflación desde hace al menos tres meses, con lo que cada 30 días se pierde un 10% aproximado de ingresos. Desde el Ministerio de Economía se afirma que esa situación es coyuntural, y que para abril habrá otra vez una relación superavitaria entre recaudación y alza de los precios. Para el FMI, que se logre esta promesa será clave para no cuestionar la nueva moratoria ya que, afirman desde Economía, cuando se retome el ritmo positivo, el gasto para los nuevos jubilados distribuidos a lo largo de los próximos meses, será de impacto nulo en las cuentas fiscales.

Todo el tema previsional, incluyendo la moratoria, quedará en suspenso hasta abril, cuando las partes retomen el contacto directo, luego de la aprobación de las metas de 2022, algo que ocurrirá en los próximos días. Tal como adelantó este diario, los negociadores argentinos que discuten con los delegados del organismo que maneja Kristalina Georgieva recibieron en los últimos días la confirmación de que los términos y objetivos para el 2023 del Facilidades Extendidas vigente (tanto los generales como los particulares), no tendrán que ser definidos en estos días y de manera urgente. Y que no influirán en la definición sobre la nueva meta de reservas que deberá cumplir el Banco Central este año, la que seguramente será conocida esta semana; como tampoco en la aprobación por parte del Board del Fondo del ejercicio 2022.

Los objetivos económicos generales a los que el país tendrá que comprometerse este año (no las metas) tendrán un período algo más largo de negociación, y deberán estar resueltos para abril. Ese mes, entre la segunda y tercera semana, se concretará en Washington la siempre tradicional Asamblea Anual Conjunta del FMI y el Banco Mundial, a donde viajará Sergio Massa, el presidente del Banco Central Miguel Pesce y los principales funcionarios que tienen entre sus obligaciones la negociación del Facilidades Extendidas. Para cerrar los objetivos, habrá tiempo hasta ese momento. Pero no más.

Así, en lo que resta de marzo y la primera semana de abril habrá que definir, entre otros tópicos y además del costo de la moratoria, la política monetaria, la manera en que Argentina eliminará los subsidios a las tarifas de servicios públicos para los sectores de menores recursos (algo que fue reclamado personalmente por Georgieva ante Massa en la cumbre del G20 de la India), qué hará el país con el demorado revalúo inmobiliario, cómo se espera que se incremente el ritmo de liquidación sojera, cómo se manejará la cuestión de la deuda en pesos y la eventual emisión monetaria vinculada, cuál será la estrategia ante la aceleración inflacionaria (y cuál sería la nueva marca que las dos partes aceptarían para este año) y si Hacienda y Finanzas insistirán en recompra de deuda en dólares.

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