Por: Nicolás Grande.

Carlos Reyes Terrabusi y Viviana Karina Novelle volvieron a la carga contra el proyecto de reconversión del Basural Municipal. Lo hicieron con una presentación ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) donde expresan diferentes objeciones a la iniciativa que ya se encuentra en proceso de licitación, luego de un primer respaldo del organismo internacional, para la construcción de un centro ambiental en el ex predio ferroviario de Sucre.

Desde hace varios meses Terrabusi y Novelle practicaron diferentes metodologías para dejar sin efecto la propuesta. Vinculados al club de polo La Picaza y al emprendimiento Tallo Verde, tiempo atrás intentaron hacer valer sus fuertes influencias políticas -vinculadas a las altas esferas de Cambiemos- para incidir en la votación de los concejales de la oposición respecto al proyecto, pero sólo lograron su cometido en un segmento de los legisladores, lo que provocó la fractura opositora.

Además de la vecindad de sus dominios con el proyectado centro ambiental, existe para Terrabusi y Novelle otro interés lesionado por la reconversión: desde 2004 usufructuaban el predio ferroviario, según un contrato que venció en 2006 y por el que pagaban 220 pesos al mes. En junio presentaron un amparo para frenar el traspaso de Sucre desde el Estado Nacional a la Municipalidad. Pero la suerte les volvió a ser esquiva.

La denuncia ante el BID consta de unas cuarenta páginas y está fechada el pasado 10 de septiembre. Luego de exponer diferentes argumentos de carácter técnico, Terrabusi y Novelle solicitan al organismo internacional que “tome debida nota de las serias irregularidades e incumplimientos denunciados en esta presentación que afectan al Proyecto Luján”, y “adopte las medidas necesarias para investigar y esclarecer la situación denunciada, absteniéndose de otorgar una nueva No Objeción al Proyecto dada su absoluta inviabilidad y la amenaza cierta de que en caso de ejecutarse se extiendan e incrementen los perjuicios ambientales y sociales del Basural a Cielo Abierto de Luján”.

Fracasado los intentos en etapas previas, ahora la gran apuesta consiste en impedir que el proceso licitatorio avance. Para eso necesitan que el BID haga lugar a sus planteos: “Justifica la urgencia para el tratamiento de la presente denuncia el hecho de que el 30 de agosto pasado fueron presentadas y abiertas las ofertas técnicas de las empresas que se presentaron como oferentes de la Licitación. Según lo previsto en el Documento de Licitación (o “Pliego”), las citadas ofertas técnicas están siendo evaluadas en un proceso cerrado y confidencial, debiendo contarse con una nueva No Objeción de ese organismo con anterioridad a la apertura de las ofertas financieras en fecha que no ha sido anunciada y, por lo tanto, también resulta desconocida”.

Los tiempos urgen para este potente sector económico que hasta el momento ha sido el único en mostrarse públicamente interesado en frenar la tan esperada transformación del Basural. En el plano local solo recibieron algún respaldo político. En ese punto cabe recordar que ediles que responden a la dirigente vecinalista Rita Sallaberry y al presidente radical Ezequiel Pérez Naveiro intentaron dejar sin quórum la sesión donde se trató el tema. Lo decidieron luego de participar de una reunión convocada por Novelli en Tallo Verde. Por aquellos días circuló un intento por dotar de masividad vecinal al reclamo, pero no prosperó.

Entre los cuestionamientos elevados al BID se menciona que “tanto por su localización como por sus dimensiones, el Proyecto es inviable en el predio elegido”. En ese sentido, se marca que “Sucre carece de la superficie, disponibilidad de espacio y condiciones mínimas necesarias para instalar el relleno sanitario” y que “las dimensiones del terreno no permiten establecer la zona de amortiguación que la normativa exige”.

Alegan, además, falta de participación pública según las disposiciones vigentes y rescatan el carácter de Distrito de Protección Histórico-Patrimonial de la estación ferroviaria, cuya modificación de usos todavía no recibió la convalidación provincial.

Por otra parte, los firmantes ponen en duda los datos que manejó el BID al momento de otorgar la primera “no objeción” técnica, necesaria para que se avanzara con el proceso licitatoria.