La comisión de Industria ha estado bajo la lupa en el Concejo Deliberante por su escaso aporte legislativo a partir del poco volumen de reuniones entre los ediles.

Esta impronta se dejó entrever, por caso, durante el año pasado, cuando el área de trabajo era presidida por el oficialista Guilermo Volponi (Vamos Juntos). Ahora, la conducción pertenece a Miguel Guglielmotti, del Frente de Todos y titular de la CGT, que en su discurso de asunción dejó algunas definiciones sobre los ejes de trabajo.

“Tenemos la responsabilidad de generar un espacio que nos permita legislar en función del mantenimiento del empleo, potenciar las políticas productivas de General Pueyrredon y fomentar el desarrollo. Tenemos que priorizar muchísimo el trabajo de esta comisión para generar políticas públicas”, remarcó el sindicalista. Y agregó: “Desde el bloque vamos a revalorizar la comisión. Vamos a dinamizarla y llevarla a los distintos sectores productivos de la ciudad”.

Luego, en diálogo con La Tecla, insistió en que, antes del recambio legislativo,  la última sesión de Industria había sido en octubre de 2021. “Necesitamos darle mayor frecuencia de reuniones. Transformarla en una caja de resonancia de las necesidades del sector productivo y laboral. Tenemos que generar las condiciones para una modificación en la matriz productiva de la ciudad”, planteó.

A pesar de ello, la tendencia parece no haber cambiado durante la presidencia de Guglielmotti. Los encuentros en Industria están pautados para el primer y tercer miércoles de cada mes, a las 13. Desde la renovación de la mitad del HCD, se reunió el 19 de enero para definir a las autoridades y solamente el 16 de febrero se debatieron expedientes. En aquella ocasión, lo más relevante que se trató fue un proyecto que establece la creación de un régimen de “Tostado y Fraccionamiento Artesanal en el Trazado del Café", un sector pujante de la ciudad. 

En tanto, el área de trabajo no fue convocada el 2 de febrero, ni durante este mes: según el cronograma, debería haber sesionado el 2 de marzo pasado y hoy. Un número de reuniones que suena poco para una ciudad con 10,4% de desempleo y 35% de pobreza.