La muerte por ahogamiento de una niña en el Golfo San Jorge, en jurisdicción de la provincia de Santa Cruz, abrió el debate por la falta de guardavidas en la zona. También hubo críticas por la demora en el arribo de personal de Prefectura Naval Argentina. El segundo jefe de la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia, Héctor Quisle, aseguró: “evidentemente, toda la zona costera que es utilizada como balneario debería tener seguridad para evitar estas cosas”, puntualizó.El domingo, cerca de las 16 horas, Ailén Maira Bustamante, de 11 años, falleció tras ser arrastrada por una gran ola mientras jugaba en la orilla del mar en la zona de La Lobería, a unos 27 kilómetros al norte de la ciudad de Caleta Olivia. “Vinimos a comer un asado y todo estaba bien. Los chicos jugaban en la orilla, pero el agua apenas les cubría los pies, de pronto vino una ola y los arrastró. Todos corrimos y sacamos a los otros tres, pero a Ailén la ola se la llevó. No pudimos hacer nada”, relató acongojado Pedro Bustamante, suboficial mayor que presta servicio actualmente en la Seccional Tercera de Comodoro Rivadavia, de donde era oriunda la familia de la menor.“A ella no le gustaba mucho la playa, si ni siquiera quería venir”, dijo desolado el padre de la nena al Diario Crónica. 

Cuestionada demora Luego de un rastrillaje por la zona, personal de la Prefectura Naval Argentina de la delegación Caleta Olivia logró sacar el cuerpo de la niña, que se encontraba a unos 200 metros de la costa.Los inconvenientes en el rescate se dieron porque la playa no tiene guardavidas, además carece de señal de celular al ser una zona alejada de las ciudades de Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia.A pesar del rápido arribo de policías de la Subcomisaría de Ramón Santos, ubicada sobre la ruta nacional 3, la llegada de la ambulancia y de personal de Prefectura se vio demorada, lo que generó mayor preocupación de los familiares de la niña. Sin poder hacer nada más, el cadáver permaneció en la embarcación hasta que el juez Mario Albarrán se hizo presente para iniciar las actuaciones judiciales pertinentes.El comisario Quisle precisó que durante el episodio “uno de los familiares intentó socorrerla y debido al oleaje tuvo una lesión, por lo que debió ser asistido también”. “Evidentemente toda la zona costera que es utilizada como balneario debería tener seguridad para evitar estas cosas”, puntualizó.

Demoras hasta de la morguera El trágico hecho que padeció la familia Bustamante puso de manifiesto la falta de respuesta y reacción de todas las entidades que participaban del rescate y de las autoridades judiciales de turno. Cuando ya habían transcurrido más de dos horas desde que la embarcación de Prefectura comenzara a dar vueltas en el mar cerca de la costa, a la espera de desembarcar el cuerpo, la orden para hacerlo no llegaba.Al consultar las razones de la demora entre los oficiales de Prefectura, de Policía que solamente colaboraba y los efectivos policiales de la ciudad de Comodoro Rivadavia que llegaron para acompañar a Bustamante y a su familia, se supo que en realidad lo que se esperaba era la llegada de la morguera.